Exención de Bienes Personales: otra causa que impulsa el fuerte rally de los bonos dolarizados a fin de año

La deuda en dólares ya subió más de 30% desde los mínimos que había tocado en las semanas posteriores a la salida de Martín Guzmán. En las últimas jornadas se aceleró la mejora, junto a la recuperación de las acciones locales

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El ministro de Economía, Sergio
El ministro de Economía, Sergio Massa (REUTERS/Matias Baglietto)

Los bonos en dólares siguen dando la nota y consolidan su fuerte recuperación. Ayer tuvieron una nueva suba y el riesgo país ya quedó al borde de perforar los 2.100 puntos, cuando había rozado los 3.000 puntos en las semanas posteriores a la renuncia de Martín Guzmán al ministerio de Economía, allá por fines de julio.

Ahora se sumó otro motivo que los impulsa: la exención al pago de Bienes Personales para los inversores argentinos que los mantengan en cartera al 31 de diciembre. En las sociedades de Bolsa detectaron muchas compras en los últimos días para aprovechar esta ventaja impositiva, que es relevante ya que la alícuota máxima del impuesto fue incrementada hasta el 1,5% para este año, en una polémica votación del Congreso de fines de 2021. En el caso de activos que se mantienen en el exterior, la alícuota diferencial aumenta hasta 2,25 por ciento.

El Congreso elevó para este año la alícuota máxima de Bienes Personales para activos en el país al 1,5%. Pero la compra de bonos, al igual que los plazos fijos, eximen del pago si se mantienen al 31 de diciembre. La deuda volvió a niveles de USD 30 y dejó atrás el fuerte bajón posterior a la salida de Martín Guzmán del ministerio de Economía

El beneficio es que de acuerdo a la ley hay algunos activos que no pagan este gravamen. Los bonos, tanto en pesos como en dólares, son uno de ellos. Los plazos fijos tampoco están alcanzados si se los conserva a fin de año. No es casual que el stock de colocaciones en dólares por parte del sector privado haya crecido USD 260 millones en lo que va del mes.

Con la suba de las últimas jornadas, los bonos dolarizados vuelven a acercarse a la paridad de USD 30. Leo Chialva, director de Delphos Investment, explicó que “los precios ya están muy cerca de los niveles que tuvieron entre enero y mayo, que parecen más adecuados al momento que vive la economía argentina. De a poco fueron dejando atrás el derrumbe posterior a la salida de Martín Guzmán”.

Chialva, por otra parte, consideró que difícilmente las cotizaciones logren superar los USD 30 ó 32. “Si bien es cierto que las reservas netas subieron y que avanza el gasoducto para el próximo invierno, existe una gran incertidumbre por la sequía. El ingreso de divisas a partir de abril dependerá mucho de las lluvias de los próximos meses y eso es algo que Sergio Massa no puede manejar”.

También estos últimos días se notó el “efecto Messi”, ya que la Copa del Mundo que ganó la Argentina parece haber influido entre los inversores. Se registraron muy fuertes subas en las acciones argentinas, que también repercutieron en los bonos. Ayer fue otra jornada de importantes rebotes. Los bancos treparon hasta 7,5% en dólares en Wall Street, YPF subió casi 7% y otros papeles aumentaron entre 4% y 5%, tras el fuerte repunte que ya habían tenido el lunes.

“El ingreso de divisas a partir de abril dependerá mucho de las lluvias de los próximos meses y eso es algo que Sergio Massa no puede manejar” (Chialva)

Los bonos argentinos incluso lograron desacoplarse respecto a la deuda de mercados emergentes, que en los últimos días operó en baja, en medio de una fuerte corrección que también sufrió el mercado neoyorquino. La decisión de la Reserva Federal norteamericana de volver a subir las tasas la semana pasada, avisando además que aún resultaba prematuro cantar victoria en la lucha contra la inflación, tuvo un impacto negativo en los activos financieros a nivel global. Sin embargo, la deuda local no se dio por enterada y continuó su recuperación.

La cercanía del proceso electoral, sin embargo, plantea nuevos interrogantes, sobre todo concentrados en la deuda en pesos. La renovación de los vencimientos que se acumulan a partir de abril será cuesta arriba. Una situación de “stress” podría obligar a una mayor emisión de pesos para recomprar bonos y evitar la caída de las cotizaciones, tal como sucedió en junio y julio pasado.

En aquel momento, la fuerte presión sobre el tipo de cambio, que pasó de $200 a más de $300 también le pegó duro a los bonos en moneda extranjera. Aquel derrumbe recién ahora se terminó de recuperar en su totalidad.

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