La tercera Copa del Mundo conseguida por la selección argentina tuvo un impacto positivo en los activos financieros. Las acciones terminaron la jornada con sólidas subas, pese a que Wall Street cerró con pérdidas generalizadas. Tampoco se quedaron atrás los bonos en dólares, que continúan de racha con un riesgo país que perforó los 2.200 puntos básicos.
La gran victoria conseguida por Lionel Messi y el resto del equipo pusieron a la Argentina en la primera plana de todos los diarios del mundo, pero esta vez por buenas razones. Aunque no hay mediciones científicas para corroborarlo, es evidente que esto influyó positivamente en el ánimo de los inversores. Además puso de relevancia uno de los mayores patrimonios que conserva el país: su capital humano.
Mientras que el índice Nasdaq (que agrupa a las principales tecnológicas del mundo) finalizó 1,4% y el índice Dow Jones perdió 0,5%, los papeles locales lograron despegarse de manera notable. Entre los ADR más beneficiados que cotizan en Wall Street se encuentran estuvieron las compañías energéticas, impulsadas además por la suba del petróleo. YPF estuvo entre las principales ganadoras, con una suba de 6,3%, lo mismo que Pampa Energía, mientras que Vista Energy rebotó 6,1%.
Mercado Libre también tuvo una fuerte suba de casi 5%, aunque es una empresa ya mucho más latinoamericana que argentina, incluso por niveles de facturación. Los bancos locales también cotizaron firmes durante toda la jornada y cerraron con subas de hasta 3,6%, como sucedió con Grupo Financiero Galicia.
Fue notable cómo se separaron positivamente las cotizaciones de bonos y acciones argentinos de un flojísimo desempeño de Wall Street en el arranque de la semana. El “efecto Messi” hizo lo suyo, pero también hay una ola de compra de deuda en dólares por la suba de reservas y el anuncio de Cristina, que prometió no competir en 2023
Los bonos dolarizados también consolidaron la racha que ya vienen mostrando hace por lo menos dos meses y ya se acercan a los USD 30 de paridad, cuando a fines de septiembre llegaron a derrumbarse a menos de USD 20. Ayer incluso el riesgo país perforó los 2.200 puntos básicos para terminar en 2.147 puntos. Las subas oscilaron entre 1,8% y 2%, favoreciendo sobre todo a los títulos emitidos bajo legislación local, que venían más golpeados que los de ley Nueva York.
¿El “efecto Messi” es lo único que explica la racha de la deuda dolarizada? Es posible en la jornada de ayer, pero se trata de un comportamiento que se viene extendiendo en el tiempo por lo que hay otros factores detrás.
En primer lugar, existía un consenso bastante generalizado que el castigo a los bonos en dólares había resultado sumamente exagerado. Se trata de deuda que se está pagando normalmente, incluso los cupones de intereses aumentaron en julio pasado y en 2023 no se percibe un escenario traumático en relación al cumplimiento de estos títulos. Por eso aparecieron inversores que empezaron a posicionarse, aprovechando cotizaciones bajísimas, con mucho más por delante para ganar que para perder, incluso en un escenario posible de reestructuración.
Las medidas de Sergio Massa también resultaron de importancia, sobre todo al conseguir un repunte de las reservas netas a partir de la puesta en marcha del dólar soja, con un tipo de cambio diferencial para los productores. Ahora el Gobierno quedó ya muy cerca de cumplir con el stock de reservas comprometido con el FMI para fin de año, lo que también representa una buena noticia para la deuda.
Otro impulso a la deuda en dólares lo dio Cristina Kirchner, cuando aseguró luego de haber recibido una condena en contra que no será “candidata a nada” en 2023. Aunque en Wall Street dudan de sus verdaderas intenciones, la posibilidad real que no vaya por la presidencia generó alivio en los mercados, que siguen viendo al kirchnerismo duro como un enemigo.
En caso de mantenerse este escenario, lo más probable es que la elección presidencial presente a dos moderados del lado del Gobierno y también de la oposición, lo que haría mucho más previsible lo que podría venir después de las elecciones presidenciales del año próximo.
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