Las liquidaciones del agro por dólar soja 2 alcanzaron este lunes los USD 108 millones, en una sesión mayorista con negocios por USD 323 millones en el segmento de contado (spot). El Banco Central finalizó su participación cambiaria con compras netas por USD 52 millones que engrosan las reservas.
La divisa norteamericana que es negociada en el reducido mercado paralelo estira la ganancia del día a cuatro pesos o un 1,2%, a $325 para la venta. El dólar libre suma un incremento de once pesos o un3,5% en lo que va de diciembre. Asimismo, la brecha cambiaria con el dólar mayorista, que cerró con alza de 90 centavos a $173,60, quedó en el 87,2 por ciento.
Cualquier consumidor en la Argentina comprende fácilmente las consecuencias distorsivas de convivir con alta inflación. Abundan los pesos, pero cada día alcanzan para acceder a menor cantidad de bienes y servicios.
Este lunes, el dólar libre sostiene una leve tendencia alcista y gana dos pesos, a $323 para la venta. El billete informal mantiene un alza de nueve pesos o 2,9% en lo que va de diciembre. Asimismo, la brecha cambiaria con el dólar mayorista alcanza el 86 por ciento.
Las operaciones comerciales de soja desde que comenzó el Programa de Incremento Exportador II (PIE 2), más conocido como dólar soja, el 28 de noviembre, que establece un tipo de cambio de $230 por dólar para el complejo sojero hasta el 31 de diciembre, superó al cierre de la semana pasada las 4 millones de toneladas, según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
Tras la desaceleración de la tasa mensual de inflación de noviembre, mayor a la esperada, informada durante la semana por el Indec, un nuevo panorama parece regir en el plano de la política monetaria del Gobierno.
El dólar es pactado en el mercado mayorista, donde se tramitan las operaciones de comercio exterior, a $173,67 para la venta, con un incremento de 97 centavos respecto del viernes. El tipo de cambio oficial acumula un aumento de 69,1% frente a los $208 del cierre de 2021.
El dato de inflación de noviembre sorprendió a casi todo el mundo, menos al equipo económico. El relevamiento paralelo al del INDEC que todos los meses realiza el secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, arrojó 5,2% para el mes pasado, por debajo de la mayoría de las estimaciones de las consultoras y cerca del 4,9% que finalmente difundió el INDEC.
En noviembre, en línea con el consenso del mercado, la tasa de inflación se desaceleró de los picos de los meses previos. Sin embargo, no deja mucho para festejar cuando se repara en que un año antes la variación mensual fue menos de la mitad, la tasa anual apenas superaba 50%, y la actividad estaba en camino de salida de la depresión del 2020 derivada de las medidas de aislamiento preventivo de los agentes económicos, mientras que ahora entró en un sendero leve, pero sostenidamente contractivo.
El Gobierno espera que esta semana el directorio del Fondo Monetario Internacional apruebe la tercera revisión trimestral de metas y que a horas de la Navidad habilite el último desembolso del año, por unos USD 5.900 millones. En paralelo, en las dos semanas que le restan el 2022 el Ministerio de Economía deberá cerrar los últimos números para alcanzar las metas de acumulación de reservas y de recorte del déficit primario, los dos objetivos troncales del programa.