La sorpresiva marca del 4,9% que anotó la variación del Índice General de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre y que dio a conocer el Indec el último jueves tuvo una consecuencia igual de impensada para los ahorristas. Por primera vez, aunque en un período corto, la tasa de interés un plazo fijo tradicional a 30 días le ganó al rendimiento de un depósito UVA (ajuste por inflación).
La tasa real positiva -un rendimiento que supere a la inflación- que el Banco Central y el Ministerio de Economía mencionan constantemente rara vez se hace realidad. El 75% de tasa nominal anual que paga el plazo fijo tradicional a 30 días desde septiembre último a un ahorrista minorista se traduce en un rendimiento mensual del 6,16% que estuvo por debajo del 6,2% de inflación de septiembre y del 6,4% de octubre.
Pero en noviembre, para sorpresa de muchos, la colocación de pesos por tiempo determinado le ganó al ritmo de avance de los precios tal como lo mide el Indec. Es una tasa real positiva ex post, en la jerga de los economistas. Una que no sirve para tomar decisiones de ahorro e inversión porque para influir esas conductas se necesita una tasa real positiva ex ante, es decir, que supere de antemano a las expectativas de inflación y no a la inflación ya registrada, destacan los idóneos.
Pero sin embargo, por la existencia de dos opciones claras de depósito en pesos en el sistema bancario -el plazo fijo UVA y el plazo fijo tradicional-, aún con el partido ya jugado el IPC de noviembre puede tener alguna utilidad.
El IPC es la materia prima a partir de la que se elabora el índice UVA que ajusta a los plazos fijos indexados
Y esto es porque el IPC es la materia prima a partir de la que se elabora el índice UVA que ajusta a los plazos fijos indexados.
Lo que saben ahora los ahorristas minoristas es que por 30 días esa indexación va a ser menor que la tasa del plazo fijo, que el Banco Central ya decidió mantener sin cambios, por los menos en la perspectiva de un mes.
Un ejemplo claro
Para graficar la situación, quienes constituyeron un plazo fijo UVA precancelable con tasa del 1% anual adicional 60 días atrás -les quedan otros 30 para cumplir el plazo mínimo de 90 días que tienen estos instrumentos- van a sufrir un recorte en los rendimientos esperados porque la inflación fue menor a lo esperad.
Así, con los datos de UVA ya conocidos esos tres meses de depósito van a terminar arrojando un rendimiento del 18,98%, según cálculos de la asesora financiera Giselle Colasurdo.
Dicho de otra forma, quien depositó $100.000 en un plazo fijo UVA precancelable 60 días atrás va a retirar el 16 de enero algo más de 118.980 pesos.
Otro ahorrista que hubiera depositado igual monto a plazo fijo tradicional a 30 días de plazo hubiera obtenido, con tres depósitos a un mes consecutivos que rinden 6,16% mensual, va a tener el 16 de enero poco más de $119.650. Es decir, un 19,65% en tres meses.
“Venían empatados con una inflación mensual del 6%, ahora que bajó al 4,9% tiene sentido que el depósito tradicional le gane mínimamente al UVA”, explicó Colasurdo.
“De todas formas, hasta que no vea una baja sostenida de la inflación, por una diferencia mínima, me mantendría en UVA”, recomendó la experta en finanzas personales.
Los saldos que registra el BCRA
En un ambiente en el que los ahorristas mantienen al mínimo sus apuestas en pesos, el atractivo de la tasa al 75% anual ya estaba teniendo efecto antes de que el rendimiento superara a la inflación registrada.
Por eso es que pese a crecer 119% interanual, el stock de colocaciones de pesos a plazo fijo UVA cayó 1,6% en los últimos 30 días, según datos del Banco Central. El plazo fijo UVA crecía a toda velocidad hasta que el Banco Central se decidió a llevar las tasas al récord de la era de Alberto Fernández.
El stock de colocaciones de pesos a plazo fijo UVA cayó 1,6% en los últimos 30 días (BCRA)
Los plazos fijos tradicionales, mientras tanto, caen 0,5% en los últimos 30 días con un crecimiento del 107% respecto de un año atrás, en todos los casos en valores nominales.
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