El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) debatirá y seguramente aprobará las metas del tercer trimestre del año la semana próxima, lo que habilitará al giro de unos USD 6.000 millones al país antes de fin de año.
Así lo indicaron a Infobae fuentes en Washington, que precisaron que la reunión del directorio que conduce Kristalina Georgieva será el jueves 22 de diciembre. Como es habitual, se realizará en el piso 12 del edificio del organismo multilateral, con la presencia de los directores de los países.
Luego de la bendición del staff del Departamento del Hemisferio Occidental, cuyo liderazgo está vacante tras la elección de Ilan Goldfajn como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), no se esperan complicaciones en la aprobación de las metas del tercer trimestre por parte del board.
Cuando se complete este trámite, el organismo girará DEGs por el equivalente a unos USD 6.000 millones, que le permitirán al ministro Sergio Massa cumplir parte de su premisa de terminar el año con reservas netas por USD 7.000 millones, con el aporte también del dólar soja 2 y de créditos del BID, la CAF y el Banco Mundial.
Pagos y desembolsos del 2023
De todos modos, gran parte de este nuevo desembolso por el acuerdo que firmó el presidente Alberto Fernández en marzo pasado por una cifra mayor que la deuda heredada del gobierno de Mauricio Macri, volverá a Washington ya que en el primer trimestre del año el país enfrenta vencimientos por USD 6.200 millones con el Fondo. En marzo, si el staff considera que se aprobaron las metas del cuarto trimestre del 2022, el organismo giraría otros USD 5.800 millones, según las estimaciones del estudio ECO GO. A diferencia de este año, en 2023 el saldo neto entre pagos y desembolsos del FMI favorecerá al organismo en unos USD 4.100 millones, según ECO GO.
Por esta razón, el estudio que dirige Marina Dal Poggetto enfatizó que el organismo mantendrá su actitud de hacer “la vista gorda” frente a algunos deslices del equipo económico, como la venta de los DEGs entre Economía y el BCRA, mientras Massa mantenga el acuerdo on track.
“El FMI está inmerso en acusaciones cruzadas de ambos lados de la grieta. El gobierno lo acusa de haberle prestado USD50.000 millones a Macri para financiar la reelección. La oposición lo acusa de haberle concedido al gobierno actual un acuerdo light que en los números postergó el grueso del ajuste para la próxima gestión”, indicó ECO GO.
“En el medio, el FMI hizo y sigue haciendo todo lo que puede para alcanzar dos objetivos: que el país no entre en atrasos, ya que salir de atrasos requiere devolver antes el capital adeudado y dado los montos del programa involucrado, Argentina no tendría forma de hacerlo por lo que el riesgo cierto es que no importa quien gane en las próximas elecciones, el país se quede mucho tiempo en el ostracismo”.
Además, busca “no ser el culpable de la caída de la Argentina. Esta situación es la que de momento viene explicando la enorme laxitud en el diseño de las metas que originalmente fueron adaptadas a las necesidades del gobierno”.
En este sentido, continuará con “el pragmatismo de ir acomodando trimestralmente las metas a los desvíos que se producen y/o aplicar un waiver a cada anuncio de desdoblamiento cambiario mientras mira de costado el financiamiento indirecto del BCRA al Tesoro en el mercado de bonos”.
El aval del staff
En el comunicado conocido el 2 de diciembre, el staff que conduce Luis Cubeddu, jefe del caso para la Argentina, destacó que “el personal técnico del FMI y las autoridades argentinas han llegado a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la tercera revisión bajo el acuerdo EFF de 30 meses de Argentina. El acuerdo está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna este mes. Una vez completada la revisión, Argentina tendrá acceso a alrededor de USD 6.000 millones (DEG 4.500 millones)”.
Al respecto, indicaron que “la prudente gestión macroeconómica y los esfuerzos para movilizar financiamiento externo están respaldando la estabilidad macroeconómica—se está restableciendo el orden fiscal, moderando la inflación, mejorando la balanza comercial y fortaleciendo la cobertura de reservas”.
De inmediato, aclararon que “la implementación continua y decisiva de políticas sigue siendo esencial para reducir aún más los desequilibrios macroeconómicos, especialmente en el marco de un contexto externo e interno más desafiante. Los objetivos del programa permanecen sin cambios durante el resto de 2022 y 2023″.
Contactos con la oposición
El FMI no confirmó que haya comenzado los contactos con los economistas de la oposición que trascendieron en los medios, aunque habitualmente, cuando se acercan las elecciones –y sobre todo si el panorama político aparece complicado para el oficialismo- existe este acercamiento, ya que el organismo quiere saber el compromiso de los partidos políticos con el programa en curso.
En Buenos Aires, en cambio, confirmaron a Infobae que hay contactos habituales entre el staff del organismo y los economistas de JxC para conocer la opinión de los principales referentes de ese espacio en torno de las medidas y el rumbo del Gobierno; todavía no se discuten posibles medidas posteriores a las elecciones de octubre del 2023. A priori, aunque falta definir tanto el programa como el candidato, el equipo de las tres fundaciones de JxC trabaja con la premisa de mantener y profundizar el acuerdo con el Fondo, al que le piden, con pocas esperanzas, que no sea más duro con el próximo presidente que con la FdT.
En este sentido, cabe recordar que en 2019 los economistas ligados a Alberto Fernández le dejaron en claro al staff que no estaban de acuerdo con el programa firmado en 2018 por Macri y así se suspendió el último desembolso previsto luego de las PASO de agosto del 2019 pese a la insistencia del entonces ministro Hernán Lacunza y del propio Presidente. Por lo tanto, en 2023 no solo se jugarán las metas técnicas, sino también la visión política de los principales contendientes de las elecciones para saber el rumbo de este programa clave para anclar la débil situación macroeconómica de la Argentina.
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