La información detallada sobre la licitación de bonos en pesos de ayer se publicó casi 7 horas después de finalizada. Extrañó que un trámite simple, porque la pantalla de la computadora muestra inmediatamente las ofertas, no se comunicara con la celeridad habitual.
La demora despertó sospechas por un manejo contable que el economista Jorge Neyro había advertido el martes: el 6 de diciembre pasado el Tesoro le vendió al Banco Central Derechos Especiales de Giro (DEGs) del FMI por USD 1.180 millones, que significaron una emisión de $200.229 millones.
El analista financiero y experto en agronegocios Salvador Vitelli también se hizo eco de la sospecha de que esa cifra se aplicó a esta licitación transfiriéndolos desde el Tesoro a organismos públicos para que ellos participen del evento y no dejen sin aire a la secretaría de Finanzas. La maniobra de dilación pareció confirmarla. Lo cierto es que 70% de las ofertas fueron del sector privado y 30% del Estado.
La licitación superó las expectativas. Desde 2020 que no se conseguía un financiamiento positivo de $358 mil millones ya que se aceptaron ofertas por $770 mil millones que cubrieron los vencimientos y dejaron un excedente importante.
El 40% de los fondos fue hacia un solo bono. La Letra de Descuento (Ledes) que vence el 31 de marzo acaparó $303 mil millones y por ese título se pagó una tasa efectiva anual récord de este Gobierno de 117,4% que va a empujar al alza a las tasas del sistema. Es decir, a un alto costo patearon la pelota a una distancia muy corta.
El título más largo, el Bono del Tesoro que vence en noviembre de 2027, apenas se llevó $10.868, 1,4% de las propuestas.
Los bonos indexados por inflación o por valor del dólar, representaron 34% de las ofertas recibidas. También son de corto plazo. Y allí puede estar el dinero oficial porque según Vitelli “la curva CER está muy golpeada y solo sostenida por las compras del Banco Central, mientras los bonos dollar linked, que ajustan por la evolución del dólar oficial, en las anteriores licitaciones no fueron demandados porque los inversores vieron una baja perspectiva de devaluación”.
El maquillaje sirve para el futuro porque esos pesos que provienen de los DEG, la moneda del Fondo Monetario Internacional, atenuarán el déficit fiscal que alcanza a medio billón de pesos en diciembre. En otras palabras, el artilugio contable hace menos ardua la próxima licitación porque se emitió anticipadamente.
En tanto, hubo un dato que preocupó: la caída de liquidaciones de los exportadores de soja. Es la tercera rueda consecutiva en que disminuyen. En esta oportunidad, los exportadores ingresaron USD 50 millones y le vendieron USD 10 millones a los importadores. El saldo que compró el Banco Central fue de tan solo 40 millones y las reservas crecieron 13 millones a USD 39.690 millones.
En su informe diario, el analista financiero Andrés Reschini señala que “si se proyecta este ritmo de liquidación y de retención promedio, la liquidación al final del ciclo que finaliza a fin de año, sería de USD 2.300 millones de los que le quedarían USD 1.450 millones al Banco Central que creo que está por debajo de las expectativas oficiales”.
Por otra parte, el Central desaceleró el ritmo devaluatorio que había insinuado el día anterior. El dólar aumentó 26 centavos (el martes había subido 42 centavos) a $ 172,07 lo que anticipa una devaluación para diciembre de 6,25%, en línea con la inflación.
Los dólares financieros siguen atrapados por la demanda de pesos y esta vez bajaron después de la recuperación del martes. El MEP perdió 66 centavos (-0,2%) y cerró a $322,70, mientras el contado con liquidación descendió $3,50 (-1%) a $330,18.
Los bonos de la deuda se tomaron un respiro tras las volatilidad que se desató en las Bolsas de Nueva York -abrieron en alza y cerraron en baja- después que la Reserva Federal anunciara la suba de medio punto de la tasa de interés, algo esperado por el mercado pero que hizo que tomaran las ganancias iniciales. Uno de los problemas es que el mercado no cree que baje la inflación sin un ajuste mayor y prevé problemas a futuro. Por eso las tasas del Bono del Tesoro a 10 años aumentó a 3,50%.
En este marco, los bonos de la deuda locales tuvieron un comportamiento dispar porque cedieron los de ley local, mientras los de legislación Nueva York tuvieron leves alzas. El riesgo país, en estas circunstancias, aumentó 12 unidades (+0,5%) a 2.242 puntos básicos.
El Bono Global 2030 (GD30D) tuvo una leve suba, pero creció su demanda porque varias consultoras se aferran a su jurisdicción extranjera y al bajo precio (tiene una tasa de retorno por encima de 31%). Fue uno de los de mejor comportamiento y mayor negociación porque “allí van los que temen a la bomba de la deuda en pesos”, señaló el trader Esteban Monte.
La Bolsa con elevados negocios por $3.114 millones, tuvo un día adverso. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, bajó 0,77% en pesos, pero subió 0,3% en dólares debido a la baja en los mercados alternativos.
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- negociaron $8.181 millones, casi el doble de lo que operan diariamente. La rueda fue mixta y no hubo bajas y alzas destacadas.
Para hoy se espera el dato clave de la inflación de noviembre que definirá como siguen las tasas de interés y el ritmo de devaluación.
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