Cuáles podrían ser los efectos de una recesión en China en 2023 sobre la economía argentina

Un estudio de la Reserva Federal de EEUU advirtió sobre el impacto de una menor demanda del gigante asiático sobre el PBI global. En el caso local gravitaría a través del canal comercial

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Trabajadores chinos a la salida de una estación de subterráneos. Ante las protestas y el costo económico, Beijing debió relajar la política de "Covid 0". La cuestión ahora es si podrá sostenerla (Reuters)
Trabajadores chinos a la salida de una estación de subterráneos. Ante las protestas y el costo económico, Beijing debió relajar la política de "Covid 0". La cuestión ahora es si podrá sostenerla (Reuters)

La economía argentina se apresta a cerrar un 2022 complicado: inflación cercana al 100%, escasez de dólares, exceso de pesos, ritmo de actividad en declive y, fruto de lo anterior, una tasa de pobreza que -según el Observatorio de Deuda Social de la UCA- alcanzó al 43,1% de la población en el tercer trimestre del año: casi 20 millones de argentinos cuyos ingresos no cubren el costo de la canasta básica total y, de ellos, más de 3,5 millones que no llegan a la canasta alimentaria. Cifras que, además, serían más altas si no fuera por los millones de planes sociales que paga el Estado.

Año nuevo

Así, la economía arrancará 2023 asediada por varios riesgos: descontrol inflacionario, prolongación de la sequía, salto devaluatorio y default de la deuda en pesos, de la cual debe renovarse el equivalente a casi USD 50.000 millones si se mide al dólar blue o poco más de USD 90.000 millones al tipo de cambio oficial.

Son 4 riesgos entrelazados a los que, en un año electoral, se agrega un quinto jinete: la desaceleración de la actividad en China, otrora “motor” de la economía mundial y uno de los escasos financistas de la Argentina.

En la semana que pasó, Xi Jinping, primer presidente del régimen que se hizo reelegir para un tercer mandato, anunció medidas de relajamiento de la política de “Covid 0″ que asfixiaba la vida civil y la economía, pero no es seguro que pueda mantenerla ni revertir la fuerte desaceleración de la producción y el comercio.

La política de “Covid cero dinámica” podría implicar 363 millones de casos y 5,8 millones de personas en Unidades de Terapia Intensiva, superan la capacidad del sistema de salud chino (Bloomberg)

China vacunó con esquema completo a más del 90% de su población, pero la proporción es muy inferior entre los mayores, que se rehúsan, y la vacunación fue exclusivamente con vacunas domésticas, ninguna de las cuales tiene “ARN mensajero”. El Observatorio China de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) cita un estudio de Bloomberg Intelligence según el cual el abandono de la política de “Covid 0 Dinámica” podría implicar 363 millones de casos y 5,8 millones de personas en Unidades de Terapia Intensiva (UTE), cifras que superan la capacidad del sistema de salud chino, que al inicio de la pandemia contaba con solo 3,6 camas UTE por 100.000 habitantes.

Ya en mayo se estimaba que una situación así podría llevar a más de un millón y medio de muertes a causa del Covid-19. Una debilidad no solo sanitaria de Beijing, que buscó usar su gestión de la pandemia como prueba de superioridad de su sistema político.

En cuanto a la economía, los datos de los primeros 9 meses de 2022 marcan un crecimiento del 3%, casi la mitad del 5,5% anual que había previsto el régimen. Y las perspectivas para 2023 son inciertas; preocupan incluso a la Reserva Federal (Banco Central) de EEUU, que estudió el efecto de esa probable desaceleración sobre la economía global.

Alcance mundial

“Lo que pasa en China no se queda en China” es el título del paper de William Barcelona, Danilo Cascaldi-Garcia, Jasper Hoek y Eva Van Leemput, economistas del directorio de la Fed, que estudia los ciclos de la economía china y su derrame sobre los flujos de capital, el precio de los activos, el crédito y el nivel de actividad global. China tiene una relativamente baja integración al sistema financiero internacional, pero es la segunda economía y explica más de un tercio del crecimiento mundial, en 2021 dio cuenta del 40% de la venta global de vehículos (el doble que EEUU) y 25% de la de smartphones y es un gran consumidor de materias primas, al punto de explicar más del 50% de la demanda mundial de acero y carbón y 14% de la de petróleo.

Uno de los gráficos del paper de la Fed, que muestra el aumento del peso chino en el PBI  y su creciente incidencia en el crecimiento global
Uno de los gráficos del paper de la Fed, que muestra el aumento del peso chino en el PBI y su creciente incidencia en el crecimiento global

China es también “determinante” en los mercados mundiales de granos, carnes, lácteos, harinas y aceites, es el primer consumidor mundial de soja y el segundo de trigo y maíz. Ya en la década pasada importaba más de 70 millones de toneladas anuales de soja, precisa Horacio Busanello, exCEO del grupo Los Grobo, consultor de empresas, en su libro “China, el gran desafío”.

Si China estornuda, el mundo se puede resfriar, advierte la Fed. Y si eso dice EEUU, ¿Qué queda para la Argentina, del cual China es el segundo socio comercial (detrás de Brasil) y una de las pocas fuentes de financiamiento disponible?

Un primer aspecto a tener en cuenta, dijo Marcelo Elizondo, titular del Comité argentino de la Cámara de Comercio Internacional (ICC, por su sigla en inglés) y docente de dirección estratégica del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) es que los problemas económicos de China “no son coyunturales”.

En los últimos lustros, explicó Elizondo a Infobae, China se benefició de condiciones que ya perdieron vigencia: 1) arrancar de abajo, con abundante mano de obra disponible, inversión pendiente y acceso a mercados externos; 2) uso de anabólicos (como el crédito) que perdieron efectividad e “internacionalidad capitalista” provista en gran medida por empresas extranjeras, ya no tan entusiastas con China; y 3) tolerancia geopolítica a temas como el escaso respeto a la propiedad intelectual y a los derechos humanos y, finalmente, a la propia política de Covid 0.

Exportaciones estancadas

Claramente, amplió Elizondo, una desaceleración china afectará el comercio, el crecimiento y las cadenas globales de valor, pero para muchas empresas “estar” en China ya no vuela tan alto como antes. “Hay que elegir con mayor cuidado quiénes son los socios y asumir costos”, explicó. Para la Argentina, prosiguió, la relación con China fue creciente durante la primera década del siglo XXI, pero luego se frenó. Las exportaciones argentinas a China se estancaron en torno de los USD 8.000 millones anuales y de inversión china hubo muchos más anuncios que concreciones.

“Hoy, en los hechos, hay mucho más inversión directa de EEUU, Europa e incluso Brasil, que de China e incluso algunas empresas chinas, como Sinopec, se fueron del país”, dijo Elizondo, para quien la relación “está en stand-by, pero tampoco es que se va a revertir”.

Los problemas económicos de China “no son coyunturales” (Elizondo)

Lo más importante, dijo Elizondo, en coincidencia con el informe de la Fed para la economía global, es que para la Argentina el mayor perjuicio de una ralentización china es el canal comercial: precios de los materias primas más bajos y un mercado que, en los márgenes, demandará cada vez menos.

“Es probable que en algunos años el segundo mercado más importante de la Argentina (el primero es Brasil) sea India o EEUU, no China”, dijo el experto, para quien las tensiones geopolíticas de Beijing con el bloque occidental también podrían frenar las inversiones de infraestructura de la “nueva ruta de la Seda”. En ese marco, enfatizó Elizondo, China mirará más hacia adentro que hacia afuera.

Alberto Fernández y el presidente chino, Xi Jinping, el 15 de noviembre pasado, en Indonesia. El gobierno argentino informó la ampliación de un "canje" de monedas por el equivalente a USD 5.000 millones que Beijing no confirmó y del que no se conoce norma alguna
Alberto Fernández y el presidente chino, Xi Jinping, el 15 de noviembre pasado, en Indonesia. El gobierno argentino informó la ampliación de un "canje" de monedas por el equivalente a USD 5.000 millones que Beijing no confirmó y del que no se conoce norma alguna

Marcela Cristini, economista de FIEL, no descartó que gracias al relajamiento de la política de Covid 0 China pueda crecer mejor en 2023 de lo que lo hizo este año. El carácter “muy cerrado” de la economía argentina dio como resultado el fuerte predominio de las exportaciones agroindustriales, dijo. “No se puede hablar de ‘dependencia de China’, pero su presencia como demandante es muy significativa”.

El intento argentino de sumarse a los Brics (acrónimo de la agrupación de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y a la “Ruta de la Seda” de China, subrayó Cristini, parece no haber evaluado los riesgos de una mayor dependencia de ese mercado. El “modelo” chino se basó en la ocupación de recursos disponibles, que reasignó a la industria, en combinación con una fuerte inversión extranjera, luego un intento de crecimiento más equilibrado, con mayor consumo interno y más tarde orientación de la inversión hacia cadenas tecnológicas y el sector inmobiliario, que también halló sus límites.

El intento argentino de sumarse a los Brics y a la “Ruta de la Seda” de China, subrayó Cristini, parece no haber evaluado los riesgos de una mayor dependencia de ese mercado (Cristini)

“La política de Covid 0 y la desaceleración de sus principales clientes, en especial EEUU, evidenciaron los problemas de China para enfrentar una nueva etapa”, dijo a Infobae Cristini.

A contramano del Mercosur

No todos los países se relacionaron igual con el gigante asiático. “Brasil pudo aprovechar mejor el comercio bilateral. La mayor demanda de alimentos por parte de China hacia Brasil (entre otras cosas, por la peste porcina) llevó a un saldo positivo del balance comercial para el Mercosur”, amplió Cristini.

Así, precisó, mientras la Argentina pasó de un leve superávit bilateral con China (USD 800 millones) en 2002, a un déficit de USD 7.200 millones en 2021, el Mercosur como bloque engrosó su superávit bilateral con China, que pasó de USD 1.700 millones en 2002 a USD 31.700 millones en 2021, pese al contrapeso argentino.

“El menor crecimiento de China hacia el futuro podría incidir a corto plazo en menor demanda y menores precios internacionales de los alimentos desde el Mercosur y, como riesgo a monitorear, mayor competencia de sus productos industriales por una reducción de su demanda interna que libere saldos exportables. Esta sería una preocupación para la Argentina”, advirtió Cristini.

Los datos más recientes de la relación bilateral consisten más en anuncios, encuentros y declaraciones que en acciones concretas. Por caso, en el marco de la última Cumbre del G20 en Indonesia, el 15 de noviembre pasado el presidente Alberto Fernández se reunió con Xi Jinping.

La evolución de las inversiones chinas en América Latina, según un estudio del especialista Enrique Dussel Peters
La evolución de las inversiones chinas en América Latina, según un estudio del especialista Enrique Dussel Peters

El presidente argentino dijo que Xi “autorizó a que Argentina disponga libremente de USD 5.000 millones”, a partir de una ampliación del canje de monedas (swaps) entre los bancos centrales de ambos países.

“Para nosotros es una gran noticia, que agradecimos profundamente. Además, (Xi) me explicó que es una excepción absoluta que hace China para con la Argentina y así lo tomamos y así lo agradecemos”, dijo Fernández.

Y el ministro de Economía, Sergio Massa, dijo que el anuncio representa para la Argentina “contar con USD 5.000 millones más en las reservas del Banco Central para el fortalecimiento de nuestra moneda (…) esto no solamente engrosa, sino que aumenta la capacidad de acción en el mercado único libre de cambios del Banco”.

Implica, enfatizó Massa, “la duplicación de las reservas de libre disponibilidad para el Banco Central, que pasa de tener USD 5.000 millones, producto de la recaudación del dólar soja; a USD 10.000 millones, producto de la liberación de parte del swap en el acuerdo con China”.

Del lado oficial chino, sin embargo, no hubo mención oficial al respecto. “Lo único que tenemos es los que dijeron el presidente Fernández y el ministro Massa”, dijo Elizondo a Infobae. “Lo consulté en la embajada china y dijeron que se hará saber oportunamente. Oficialmente no hay nada. Ellos nunca niegan nada. Si les decís algo y los chinos asienten, es un signo cortés de entendimiento, no de asentimiento. Pero no hubo ninguna comunicación oficial y no podés convertir yuanes en dólares si China no lo admite. El swap original era para pagar importaciones chinas. Y (la ampliación de) USD 5.000 millones es menos de lo que importa argentina en un mes”, destacó el experto.

Infobae preguntó en el Banco Central sobre la ampliación del swap. “Los acuerdos tienen carácter de reservados por lo tanto no se hace ningún comentario”, fue la respuesta.

— ¿Pero está la normativa a nivel de Bancos Centrales, aunque no se publique?

No hay nuevo desde que se informó.

— ¿Hay normas específicas sobre la ampliación del swap? El comunicado chino no la menciona...

— No, no se dio ningún detalle.

Déficit en el intercambio comercial

En octubre, por primera vez en muchos años, la Argentina tuvo un leve superávit comercial (USD 135 millones) en el intercambio con China, debido al estricto control de importaciones del gobierno, por la escasez de divisas. Ese mes China volvió a ser el principal “socio comercial” del país, superando a Brasil. Aún así, el déficit bilateral con China fue de USD 8.020 millones en 10 meses y de más de USD 60.000 millones de 2013 a la fecha.

La falta de dólares podría volcar aún más a la Argentina hacia proveedores chinos a los que se pueda pagarles con los yuanes de la ampliación del canje de monedas anunciada en Indonesia. A su vez, la eventual ralentización del crecimiento chino podría profundizar la caída de los últimos meses del precio mundial de las materias primas, en parte amortiguada por los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania.

La escasez de dólares podría volcar aún más a la Argentina hacia proveedores chinos a los que se les pueda pagar con los yuanes

Mientras tanto, lo concreto es que las empresas chinas que invierten en América Latina y en la Argentina son en su gran mayoría estatales. Las primeras 5 (China Communications Construction Company, CCCC; China Railway Construction Corporation, CRCC; Power Construction Corporation of China (que incluye a Sinohydro); China National Nuclear Corporation, CNNC; y China National Petroleum Corporation, CNPC) dependen todas del gobierno, precisa el “Monitor de Infraestructura China en América Latina y el Caribe”, del experto Enrique Dussel Peters.

En los últimos años, la Argentina se volvió el principal receptor de las inversiones anunciadas por China. Pero los anuncios son mucho mayores a las inversiones reales, dice Marcelo Elizondo
En los últimos años, la Argentina se volvió el principal receptor de las inversiones anunciadas por China. Pero los anuncios son mucho mayores a las inversiones reales, dice Marcelo Elizondo

En ese contexto, precisa el Observatorio China de la CERA, entre el 5 y 10 de noviembre se hizo la feria China International Export-Import en Shanghái. La Argentina tuvo un pabellón de 300 m2 y participaron 20 empresas. En 2021, en esa feria, el stand argentino había sido de 400 m2, con la participación de 26 compañías.

Ese mes el banco chino ICBC celebró su décimo año en la Argentina con el anuncio del nuevo servicio RMB Clearing Bank (el RMB, o renminbi, es el nombre oficial de la moneda china) que permitirá liquidar operaciones de comercio exterior entre China y la Argentina. “Se crea un banco que tiene la capacidad de transformar pesos en yuanes y yuanes en pesos. Argentina necesita exportar más, desarrollar su mercado de capitales; ahí tenemos una tarea estratégica que llevar adelante con China, y el ICBC cumple un rol muy importante”, celebró el presidente del BCRA, Miguel Pesce.

Se crea un banco que tiene la capacidad de transformar pesos en yuanes y yuanes en pesos. Argentina necesita exportar más, desarrollar su mercado de capitales (Pesce)

Y el 11 de noviembre, el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, se reunió con la China National Aero-Technology Import & Export Corporation (Catic) en la feria Airshow China para tratar la posible compra de aviones JF-17 por parte del Ministerio de Defensa y se refirió a la importancia de la cooperación con Beijing en materia de defensa “debido a que los aviones producidos por Catic no incorporan tecnología de algún país con alguna restricción para su venta a nuestro país”.

En la semana, cuando en una entrevista el diario británico Financial Times le preguntó a Alberto Fernández sobre la compra de los cazas chinos, el presidente respondió: “la Argentina tiene que destinar sus recursos a cosas más importantes que la compra de aviones militares hoy en día”, pero evitó dar precisiones.

“China ha sido una fuente importante de ingresos para Argentina, un socio comercial importante”, subrayó Fernández, aunque -a juzgar por los saldos comerciales- en materia de divisas el gigante asiático ha sido más bien una fuente de egresos. Y más allá de la palabra presidencial, el proyecto oficial de Presupuesto 2022 (que, como se recordará, no fue aprobado por el Congreso) incluía una partida de más de USD 600 millones para la compra de 12 aviones supersónicos chinos JF-17 Thunder-Bloque III y USD 20 millones más para infraestructura complementaria, como simuladores de vuelo.

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