La semana que viene vencen $400.000 millones y Economía asegura que no habrá más emisión

Ante inversores más reacios a financiar al Tesoro, el ministro enfrentará la próxima semana su último gran test en el mercado doméstico. Las alternativas para evitar el auxilio del Banco Central

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El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció en su primera conferencia de prensa que dejaría de pedirle fondos al Banco Central para cubrir el déficit fiscal (REUTERS/Matias Baglietto)
El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció en su primera conferencia de prensa que dejaría de pedirle fondos al Banco Central para cubrir el déficit fiscal (REUTERS/Matias Baglietto)

El próximo miércoles está marcado en rojo en la agenda del equipo económico: ese día, el Ministerio de Economía realizará la última gran licitación de títulos en pesos para refinanciar vencimientos por unos $415.000 millones.

La operación presenta un gran desafío tras el resultado en la anterior licitación, en la que no se llegó a cubrir la totalidad del vencimiento de la fecha. Igual que en esa oportunidad, los títulos a vencer se concentran mayormente en cartera de los bancos, que los aplican a constituir encajes remunerados, lo que representa la mayor complejidad ante la reticencia de las entidades a seguir absorbiendo títulos del Tesoro cuyos vencimientos se abultan en los meses previos a fechas electorales del próximo año.

Los títulos a vencer se concentran mayormente en cartera de los bancos, que los aplican a constituir encajes remunerados

Por eso, en un contexto en el que el Gobierno tiene dificultades ya no sólo para obtener financiamiento neto, es decir, fondos frescos, como estaba previsto en el programa financiero original acordado con el Fondo Monetario, sino que incluso afronta obstáculos para renovar los vencimientos vigentes de la deuda en pesos, el mercado da por descontado que el Banco Central deberá reabrir la ventanilla de emisión monetaria para financiar el déficit fiscal de fin de año. Sin embargo, desde el equipo económico insisten en descartar una nueva tanda de emisión monetaria para auxiliar de manera directa al Tesoro.

“No va a haber nueva emisión, ya se dijo que eso no iba a pasar más”, aseguraron a Infobae en el Palacio de Hacienda, en alusión a la promesa del ministro Sergio Massa a los pocos días de asumir. En su primera conferencia de prensa, anunció que el Banco Central ya no otorgaría adelantos transitorios al Tesoro para cubrir el déficit fiscal, promesa que mantuvo hasta el momento. Sin embargo, aun cuando también avanza el ajuste del gasto, diciembre es un mes exigente en materia de necesidades financieras.

De acuerdo a las estimaciones de la consultora Quantum, que dirige el asesor de Economía para la deuda Daniel Marx, el déficit primario de los últimos dos meses del año asciende a $846.000 millones, a los que se suman el total de vencimientos de capital e intereses por $1 billón, parte de los cuales ya fue refinanciado el mes pasado.

Para cubrir el bache, Massa cuenta con una caja acumulada durante el año cercana a los $500.000 millones y una ayuda adicional proveniente de los recursos del dólar soja 2, que aportaría vía retenciones un piso de $160.000 millones si es que ingresan los USD 3.000 millones anunciados. Pero esos montos son insuficientes si no se logra un rollover incluso mayor al 100% de la deuda en pesos en las próximas semanas. De ahí que las alternativas pasan por tentar a los inversores privados con un instrumento diseñado a medida, una negociación que luce compleja ante las crecientes dudas respecto de la sostenibilidad de la deuda más allá de 2024. El mercado rehúye de cualquier título, aun en dólares, con vencimiento posterior a las elecciones. Tampoco atrae, a esta altura, bonos de corto plazo.

La baja participación de los acreedores privados el mes pasado en el canje en el que se les ofreció intercambiar títulos en pesos por el bono dual, que paga el mejor rendimiento entre inflación o devaluación, indica que es baja la expectativa de un salto del tipo de cambio, no así de un aumento de la presión sobre la brecha cambiaria, tal como comenzó a ocurrir en las últimas semanas.

Es ante ese panorama que, aunque insista desde el equipo económico, el auxilio del Banco Central reaparece como una opción concreta.

Pero esa solución echaría nafta al fuego de la inflación: se calcula que el Banco Central ya emitió desde octubre unos $270.000 millones para sostener el precio de la deuda en pesos, mientras que el dólar soja implicará otros $690.000 millones más, de los que ya se emitieron más de $315.000. Esos pesos volcados al mercado ya tuvieron su impacto en las cotizaciones libre del dólar, lo que enciende las alarmas sobre el filo de fin de año.

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