El dólar soja no sólo servirá para cumplir con la meta de acumulación de reservas acordada con el FMI, sino que también le permitirá al equipo económico alcanzar el déficit de 2,5% de déficit primario previsto en el acuerdo, según las proyecciones de varios economistas consultados por Infobae. Pero advierten que eso ocurrirá siempre y cuando se sostenga la caída real del gasto que se viene reflejando durante los últimos meses. Diciembre es un mes estacionalmente alto en términos de erogaciones, y más podría serlo este año, con un nivel de inflación que llegará al 100% y con salarios y jubilaciones que están perdiendo la carrera contra los precios. Juega a favor que este año no es electoral, pero aún así hay advertencias por parte de las consultoras.
“El gasto tiene que mantenerse. El ministerio de Economía tiene que seguir recortando gastos y generando ingresos extra para llegar al 2,5%. Con el dólar soja y dos anticipos más de Ganancias que faltan, se pueden generar 0,35 puntos del PBI, pero las erogaciones no tienen que aumentar. Es un enorme desafío en este fin de año, ya que la inflación te genera nuevas demandas de la sociedad”, analizó el economista Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
De todos modos, el objetivo de Sergio Massa es lograr el cumplimiento de las metas, por lo que se descarta es lo que sucederá. De entrada, las metas parecían muy exigentes, pero el dólar soja fue clave para apuntalar la recaudación, primero en septiembre y luego ahora, con la segunda edición de la medida. Los cálculos más realistas hablan de que se liquidarían unos USD 3.000 millones, por lo que el Tesoro no sólo recaudaría más retenciones, sino que también lo hará al tipo de cambio del acuerdo, es decir, hoy a $230.
En el caso del dólar soja 1, lo que hizo la medida fue anticipar liquidaciones que igualmente se habrían producido durante el año -entre octubre y diciembre-, pero en el caso del 2, sí generará ingresos este año que se iban a producir en 2023. Pero así como la decisión genera mayor recaudación, también implica un gasto en subsidios que no están contabilizados y que ascendería a 0,5% del PBI. Es por la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el diferenciado acordado con el campo, que debe afrontar el Tesoro y que lo hace con una letra intransferible que le colocó al BCRA a cambio de la mayor emisión de pesos.
“Es un subsidio del Tesoro a los exportadores, y el gasto no se imputa. Eso puede ser medio punto del PBI. Nosotros pensábamos que el Fondo no se los iba a permitir porque es contabilidad creativa, pero la tercera revisión fue aprobada, y el dólar soja 1 fue lanzado en septiembre”, sostuvo Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra. De acuerdo a sus cálculos, serían unos $350.000 millones de subsidio que no se están contabilizando como gasto.
Para él, “sin el dólar soja, no se habrían logrado las metas. Con eso, sí se logrará, aunque están quitando recursos previstos para el año próximo”. En 2023, la meta de déficit fiscal primario asciende a 1,9% del PBI, en tanto que la de reservas, a USD 4800 millones. Según Argañaraz, “para cumplir con la meta fiscal anual de déficit primario resta un esfuerzo de 0,35% del PIB en el último bimestre. Son $285.000 millones”. Eso puede lograrse con el dólar soja 2 y dos anticipos de Ganancias que todavía falta que ingresen, pero el gasto debe continuar en caída en términos reales. “Sin dólar soja, se requería continuar con una baja real del gasto primario del orden del 14,5% en el bimestre noviembre-diciembre. Con la medida, la caída real necesaria del gasto podría ser del 12%”, precisó el economista del IARAF.
La consultora Analytica también sigue muy de cerca la variación del gasto a través de un monitor que comenzaron a elaborar durante este año. Se llama “Monitor de Ajuste del Gasto Mensual” y es un indicador que refleja el grado de avance de la consolidación fiscal planteada por el gobierno desde la asunción de Massa como ministro, en agosto.
De acuerdo con este informe, en noviembre, el gasto primario real cayó $111.600 millones (-7,2%) respecto de octubre, y medida en términos interanuales, la reducción en pesos constantes alcanza los $706.116 millones (-34,3%). Las contracciones son generalizadas, destacándose el 31,9% en la obra pública, dada su relevancia en la actividad económica, precisó la consultora que dirige Ricardo Delgado. Al igual que en octubre, la variación acumulada anual del gasto primario volvió a ser negativa en noviembre, llegando a $814.000 millones. “Desde la llegada de Massa en agosto, el gasto primario cayó $1,7 billones respecto de igual período de 2021 (-23%)”, remarca el informe.
En cuanto a los rubros por donde se está realizando el ajuste, el monitor refleja que en noviembre los subsidios económicos cayeron $ 2.190 millones en relación a octubre, y $ 8.123 millones frente a los del mismo mes de 2021. “En la dinámica anual se observa una fuerte disminución a partir del pico de marzo. Hasta ese momento se sentían los efectos del aumento de los precios internacionales de la energía por la guerra en Ucrania y el fuerte retraso de las tarifas públicas respecto del nivel general de precios. A partir de allí, el gasto mensual desestacionalizado en subsidios muestra una tendencia decreciente, a excepción de octubre”, destacó Analytica.
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