El ritmo de importaciones continuó a la baja en noviembre y en particular se registró una caída en el rubro de combustibles, que igualó el mismo nivel que tuvo a principios de año, cuando todavía no habían impactado en la cuenta de compras al exterior los fuertes incrementos de precios internacionales por la guerra en Ucrania, que encarecieron los alimentos y la energía.
De esta manera, la economía se perfila para terminar el anteúltimo mes del año con otro superávit de balanza comercial. Las importaciones durante noviembre ascendieron a unos USD 5.745 millones, de acuerdo a fuentes oficiales al tanto de la evolución del comercio exterior. Representa, así, un nivel 5% menor al número registrado en octubre, que fue de USD 6.074 millones.
Según adelantaron desde despachos oficiales, durante noviembre las compras al exterior de combustibles y lubricantes tuvieron su menor valor desde enero pasado. Al tomar en consideración todo el resto de las importaciones de bienes, la contracción en noviembre fue tal que solo registraron cifras por encima de los montos registrados en enero y febrero de este año.
Pero la caída en la cantidad de importaciones de combustibles y lubricantes no fue la única razón por la que la cuenta de compras al exterior marcó un descenso en noviembre, según las fuentes del equipo económico, sino que también está relacionada a una menor cantidad de compras de bienes intermedios. Por otro lado, analizado en términos interanuales, también se dejan ver caídas marcadas en bienes intermedios y en energía. Hubo, como compensación, subas en el ritmo importador en piezas y accesorios para bienes de capital, y bienes de capital. El dato oficial a través del Indec se conocerá dentro de dos semanas.
En ese sentido, desde los despachos oficiales aseguraron que las importaciones de bienes acumuladas hasta noviembre alcanzaron un máximo histórico al compararlas con períodos análogos en los últimos años y que incluso fueron un 34% más alto respecto al 2021. Al considerar la clasificación por usos de Indec, el mencionado incremento respecto a 2021 se explica por las compras al exterior de combustibles y lubricantes, seguidas por bienes intermedios, y por piezas y accesorios de bienes de capital, que acumula entre estas tres clasificaciones cerca del 80% del aumento total.
El Intercambio Comercial Argentino (ICA) había alcanzado un saldo positivo de USD 1.827 millones en octubre, luego de registrar un superávit de USD 414 millones el mes previo. Las exportaciones alcanzaron USD 7.901 millones y las importaciones, 6.074 millones de dólares.
Las importaciones se incrementaron 15,8% respecto a igual mes del año anterior (+USD 827 millones), como consecuencia de una suba de 7% en los precios y de 8,3% en las cantidades. En términos desestacionalizados, las importaciones descendieron 8,4% y la tendencia-ciclo, 2,3% con relación a septiembre de 2022.
Desde los despachos oficiales aseguraron que las importaciones de bienes acumuladas hasta noviembre alcanzaron un máximo histórico al compararlas con períodos análogos en los últimos años
La cuestión de las importaciones formó parte de las preocupaciones centrales para la política económica del Gobierno a lo largo de todo el año, por ese efecto de incremento de precios internacionales que desbalanceó más de lo previsto el saldo del comercio internacional con un número más alto del proyectado de importaciones.
Es, además, una discusión que se puso sobre la mesa de debate técnico con el Fondo Monetario Internacional. Un informe que Sergio Massa le dio a la directora gerente del FMI Kristalina Georgieva aseguró que “la guerra en Ucrania provocó cambios importantes en la escena económica mundial, lo que generó una incidencia negativa de USD 4.940 millones en la balanza comercial atribuido a un shock generalizado en los precios internacionales del sector agropecuario (soja 9,4%, trigo 33,7% y maíz 17,8%) y en los precios de los combustibles (gas boliviano 114%, GNL 233% y Gasoil 85%)”, menciona.
En paralelo, Massa cree que hubo un impacto fiscal como consecuencia de la guerra. Al calcular cómo hubiese terminado la cuenta de subsidios en caso de que no hubiese existido el incremento de precios por el conflicto bélico, Economía concluyó que le representó $587.000 millones adicionales.
Esa preocupación por las importaciones hizo al Ministerio de Economía tomar la decisión de cambiar el sistema de autorización de pago de importaciones con dólares a precio oficial. El esquema de SIMIs fue reemplazado por el SIRA, que comenzó su funcionamiento hace casi dos meses y que es supervisado por la Aduana, AFIP y la Secretaría de Comercio. Para el Gobierno, el nuevo sistema le da al sector privado más previsibilidad sobre plazos para recibir sus divisas para importar.
Pero para el sector industrial el reclamo es que los tiempos de habilitación de giro de dólares a precio mayorista, que es el que se utiliza para el comercio exterior, son demasiado extensos. Sin ir más lejos, la principal central empresaria fabril, la Unión Industrial Argentina (UIA), manifestó recientemente su queja sobre el sistema de autorización de pago de importaciones.
“El departamento de Comercio y Negociaciones Internacionales abordó la situación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) en los diferentes sectores industriales, donde persisten muchas y graves dificultades para el acceso a insumos, el pago efectivo a proveedores del exterior y la falta de financiamiento para los plazos establecidos”, mencionó la junta directiva de la UIA.
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