El multimillonario Jamie Dimon, CEO del banco JP Morgan, advirtió hoy que es probable que la fortaleza del gasto de los consumidores disminuya a medida que la inflación persistente y las tasas de interés más altas obliguen a los consumidores a liquidar el exceso de ahorro acumulado durante la pandemia.
De este modo, el multimillonario ejecutivo se convirtió en el último experto que señala la caída en picada de las tasas de ahorro como señal de que la economía podría entrar pronto en recesión, según Forbes.
En el programa Squawk Box de la CNBC, Dimon señaló que “el aumento del gasto de los consumidores en un 10% durante el pasado año y un 40% por encima de los niveles prepandémicos es una señal de que la economía estadounidense es la más fuerte del mundo en la actualidad”.
Además, también refleja que “los estadounidenses tienen 1,5 billones de dólares en sus cuentas bancarias, más del triple de la suma prepandémica”.
“Deberíamos celebrar eso un poco, pero las otras noticias no son buenas”, continuó el jefe del banco más grande del país, al afirmar que las tasas de interés más altas y la inflación persistente están “erosionando todo... y que 1,5 billones de dólares se agotarán en algún momento a mediados del próximo año”.
En este sentido, a medida que se deteriora el ahorro, el menor gasto de los consumidores “puede muy bien descarrilar la economía y causar la recesión leve o dura que preocupa a la gente”, dijo Dimon, quien citó las tensiones geopolíticas y la posibilidad de que la Reserva Federal empiece a bajar las tasas de interés demasiado rápido como dos de los mayores riesgos a los que se enfrenta la economía.
En este sentido, según la Oficina de Análisis Económicos, “la tasa de ahorro personal se ha desplomado desde un máximo histórico de más del 33% en abril de 2020 -cuando el Gobierno empezó a entregar más de 931.000 millones de dólares en cheques de estímulo a los estadounidenses- hasta sólo el 2,3% en octubre, el nivel más bajo en 17 años”, señaló Forbes.
En este sentido, en un informe del lunes a los clientes, un equipo de Morgan Stanley dirigido por Lisa Shalett también advirtió de los cambios en los hábitos de consumo, al afirmar que la fiebre del gasto que ha mantenido la demanda de los consumidores creciendo rápidamente este año “cada vez más parece venir a expensas de los ahorros y los saldos de tarjetas de crédito”, con los saldos de crédito superando ahora un pico prepandémico.
A menos que el mercado laboral se mantenga muy fuerte el próximo año, Shalett afirma que el fuerte gasto de los consumidores probablemente retrocederá, arrastrando aún más la economía, que ya ha visto cómo las probabilidades de recesión “aumentaban materialmente”.
Al haber sido impulsado por el estímulo gubernamental de la era de la pandemia, el mercado laboral se comportó notablemente bien y el gasto de los consumidores alcanzó un récord el pasado trimestre.
Sin embargo, la persistente inflación preocupa a los expertos, sostuvo Forbes.
“Los inversores deben mantener la cautela”, afirma Nigel Green, Consejero Delegado de DeVere Group: Aunque se ha enfriado, la inflación sigue siendo demasiado alta para que los bancos centrales abandonen sus agendas... todavía”. Aunque el índice de precios al consumo ha descendido desde el máximo del 9,1% alcanzado en junio, la tasa anual del 7,7% sigue siendo casi cuatro veces superior al objetivo de inflación del 2% fijado hace tiempo por la Reserva Federal.
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