El staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el equipo económico acordaron la aprobación de la revisión del acuerdo con la Argentina en lo referente a las metas del tercer trimestre del año. Una vez que esa aprobación sea a su vez convalidada por el Directorio del organismo multilateral, lo que se estima que ocurrirá a mediados de diciembre, llegarán a la Argentina cerca de 6000 millones de dólares.
“La prudente gestión macroeconómica y los esfuerzos para movilizar financiamiento externo están respaldando la estabilidad macroeconómica—se está restableciendo el orden fiscal, moderando la inflación, mejorando la balanza comercial y fortaleciendo la cobertura de reservas. La implementación continua y decisiva de políticas sigue siendo esencial para reducir aún más los desequilibrios macroeconómicos, especialmente en el marco de un contexto externo e interno más desafiante. Los objetivos del programa permanecen sin cambios durante el resto de 2022 y 2023“, señaló el FMI en un documento.
“Si bien se han logrado avances, las condiciones macroeconómicas siguen siendo frágiles y la implementación firme del programa será esencial en el futuro”, agregó el Fondo. En ese sentido, se especificó que “será fundamental continuar con el proceso de consolidación fiscal”, cuyas metas implican una reducción del déficit primario de las cuentas públicas del 2,5% del PBI en 2022 al 1,9% del PBI en 2023.
Las acciones del nuevo equipo económico, explicó el FMI, “están comenzando a dar frutos: la inflación se está moderando (aunque desde niveles altos) y la balanza comercial está mejorando, en gran parte debido a una desaceleración saludable en la demanda interna y las importaciones. Además, las autoridades siguen encaminadas para cumplir los objetivos del programa de finales de 2022″.
Desde el equipo económico, resaltaron el estricto cumplimiento de las metas del tercer trimestre a la vez que aseguraron que “está encaminado” el cumplimiento de las metas del cuarto trimestre, “a pesar de los impactos finales negativos producidos por la guerra de Ucrania”.
Las fuentes oficiales agregaron que “se discutió durante reuniones virtuales y una semana larga de negociación en Washington los distintos aspectos de la focalización y priorización de los programas sociales, la correcta asignación de los subsidios y, en particular, la consolidación fiscal y acumulación de las reservas, en el contexto de continuar con el proceso de normalización de la economía”.
También destacaron que el documento del FMI resaltó la importancia de haber alcanzado un acuerdo con el Club de París y de “seguir motorizando el financiamiento internacional para los distintos proyectos de infraestructura esenciales”.
Qué dijo el FMI
En el documento dado a conocer esta noche en Washington, que lleva la firma de Luis Cubeddu, Director Adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, Jefe de Misión para la Argentina, el Fondo Monetario fijó las siguientes posiciones sobre la situación argentina:
- Las metas del acuerdo no serán modificadas ni este año ni el próximo: “Se acordó que los objetivos clave del programa—en particular los relacionados con el déficit fiscal primario y las reservas internacionales netas—permanecerían sin cambios durante el resto de 2022 y 2023 para continuar anclando la formulación de políticas y la credibilidad. Además, se discutió sobre la necesidad de que las políticas se adapten según sea necesario en caso de que se materialicen riesgos externos e internos”.
- El cumplimiento se produjo a pesar de un escenario exterior adverso: “A pesar de los desafíos, consecuencia también de la guerra en Ucrania, se cumplieron todas las metas cuantitativas de desempeño hasta fines de septiembre de 2022, incluido el déficit fiscal primario debido a fuertes controles de gastos y acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social”.
- La situación macroeconómica continúa siendo delicada: “La inflación se está moderando (aunque desde niveles altos) y la balanza comercial está mejorando, en gran parte debido a una desaceleración apropiada de la demanda interna y las importaciones. (...) Se han logrado avances, no obstante, las condiciones macroeconómicas son aun frágiles y una sólida implementación del programa es esencial a futuro. En particular, será fundamental continuar con el proceso de consolidación fiscal que prevé una reducción del déficit fiscal primario del 2,5 % del PIB en 2022 al 1,9 % del PIB en 2023. Esto debe estar respaldado por esfuerzos para seguir movilizando ingresos, fortalecer controles de gastos, y mejorar de manera oportuna la focalización de los subsidios y la asistencia social, al tiempo que proporciona espacio para el gasto social y de infraestructura”.
- Hace falta sostener la demanda de pesos, ofrecer tasas reales positivas y reducir el financiamiento del BCRA: “El marco de la política monetaria y cambiaria debería continuar generando tasas de interés reales positivas y una mejora en la competitividad externa. Estas acciones deberían continuar alentando la demanda de activos en pesos, asegurar una reducción en el financiamiento monetario en línea con las metas del programa y apoyar una reducción gradual de la inflación anual, de alrededor del 95 por ciento para fines de 2022 al 60 por ciento para fines de 2023″.
- Las medidas como el dólar soja son temporales y no pueden reemplazar a las decisiones de fondo: “Las reservas internacionales netas están programadas para aumentar en USD 9.800 millones para fines de 2023. Si bien se han adoptado medidas cambiarias administrativas temporales a medida que se abordan los desequilibrios, deben minimizarse en el futuro, ya que no son sustitutos a políticas macroeconómicas prudentes”.
- El FMI apoya el intercambio de datos con EEUU para generar el ingreso de dólares: “En el aspecto estructural, se necesitan esfuerzos continuos para fortalecer la gestión financiera pública, el mercado de deuda pública en pesos, los marcos ALD/CFT (N. de la R.: prevención de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo) y el potencial exportador neto de los sectores estratégicos, particularmente en energía. El próximo acuerdo de intercambio de información internacional con los Estados Unidos podría apoyar la movilización de ingresos y la acumulación de reservas”.
Misión técnica
La “larga semana de negociación en Washington” que aluden en el ministerio de Economía tiene que ver con la misión técnica que un grupo de funcionarios comenzó el martes en la capital de EEUU para destrabar el último desembolso del Fondo Monetario Internacional de este año. Mientras tanto, en Buenos Aires, el ministro de Economía Sergio Massa afirmó que el Gobierno cumplirá las metas finales del año y que buscará aumentar el ritmo de exportaciones el año próximo.
El equipo argentino estuvo encabezado por el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein, acompañado por los secretarios de Hacienda Raúl Rigo, de Finanzas Eduardo Setti, el jefe de Gabinete del ministerio Leonardo Madcur y el director del Indec, que actúa como asesor en relaciones financieras internacionales, Marco Lavagna. Los funcionarios regresarán a la Argentina sobre la noche del viernes.
Las primeras reuniones giraron en torno de la finalización de la revisión de metas del tercer trimestre, que el Gobierno cree que será cumplida, y un anticipo de las de fin de año, aunque todavía resta un mes completo para cerrar la cuenta de acumulación de reservas, de tope del déficit y de emisión monetaria para asistir al Tesoro, entre otros números.
Mientras, en Buenos Aires, Massa dijo que “estamos cumpliendo en el cierre del 2022 los objetivos de acumulación de reservas, metas de crecimiento económico y de orden fiscal como instrumento de ordenamiento de las variables económicas”, mencionó en una reunión con funcionarios de las carteras agropecuarias de las provincias.
El ministro le había indicado a Infobae que con el dólar soja 2 se sobrecumplirían las metas de reservas del Banco Central y la meta fiscal de este año, lo que habilitará a otro giro del organismo multilateral en 2023.
Seguir leyendo: