El dólar soja 2 aportará recursos clave para fortalecer el financiamiento hasta fin de año

La medida garantiza un piso de $160.000 millones en concepto de retenciones, lo que descomprime parcialmente la presión sobre el Banco Central para volver a emitir en auxilio del Tesoro

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El Gobierno espera los fondos del dólar soja 2 para cerrar las cuentas del año. REUTERS/Cristina Sille/Archivo
El Gobierno espera los fondos del dólar soja 2 para cerrar las cuentas del año. REUTERS/Cristina Sille/Archivo

Al menos hasta fin de año, el impacto de la segunda edición del dólar soja 2 será maná del cielo para el Gobierno. Quedarán para el verano dificultades no menores una vez finalizada la vigencia del tipo de cambio diferencial a $230 pero, en el cortísimo plazo, en el Ministerio de Economía sólo computan dos beneficios clave para llegar sin sobresaltos a fin de año. En primer lugar, no sólo el Banco Central logrará acumular un colchón de reservas para cumplir la meta con el Fondo Monetario fijada en USD 5.000 millones, y en el mejor de los casos facilitar el tránsito hasta marzo, cuando se restituye el flujo estacional de divisas del campo. También el Tesoro recibirá un caudal de recursos que, a la luz de las dificultades que está encontrando ya no sólo para obtener nuevo financiamiento sino incluso para renovar los vencimientos pendientes, resultan vitales para cerrar las cuentas de 2022.

En este sentido, el dólar soja 2 dejará un piso de recursos fiscales adicionales cercano a los $160.000 millones en caso de que ingresen los USD 3.000 millones anunciados por el Ministro de Economía, Sergio Massa, hasta unos $300.000 millones en concepto de retenciones si el nivel de ingreso de divisas se mantiene al ritmo de los dos primeros días.

Ese saldo no resulta nada desdeñable a los ojos del secretario de Hacienda, Raúl Rigo: tras las operaciones de deuda de noviembre, las necesidades financieras del Tesoro ascienden a $1,5 billones en el último bimestre, estacionalmente el más deficitario del año. Para cubrir ese monto, Economía no sólo deberá echar mano de la caja acumulada disponible -cuenta con depósitos por unos $500.000 millones- sino también del margen de emisión monetaria todavía disponible según el acuerdo con el FMI, que implicaría una asistencia del Banco Central por $465.000 millones. El auxilio al Tesoro por parte de la entidad monetaria está suspendido desde que asumió Massa pero las complicaciones para cumplir con el programa financiero original en el mercado doméstico dejan pocas chances al ministro de evitar recurrir al viejo mecanismo. Es en este punto donde el dólar soja aportará un alivio imprescindible, ya que reduciría la presión sobre la máquina de imprimir billetes.

Esto siempre y cuando el próximo 14 de diciembre, la Secretaría de Finanzas logre renovar sin ningún traspié los vencimientos del día por $405.000 millones. La licitación presentará un desafío particular: a diferencia de otras operaciones, la tenencia de los títulos a renovar se concentra en inversores privados, lo que ya demostró ser un obstáculo el lunes último, cuando también era necesaria una alta participación del sector privado y finalmente sólo se logró refinanciar 83% del monto total.

Si se repite un resultado similar, lo que es altamente probable según la mirada de los analistas del mercado, entonces será el BCRA el que deberá hacer nuevamente de bombero.

En ese escenario, se abre “la tercera ventanilla de emisión”, tal como lo definió el economista Nicolás Capella, analista de Research de Invertir en Bolsa. La primera de esas ventanillas es la emisión necesaria para comprar los dólares de la soja a $230. En los primeros dos días, lleva emitidos $110.000 millones. La segunda de esas “ventanillas” es la emisión para intervenir en el mercado de deuda en pesos, con el objetivo de sostener los precios. Aunque las intervenciones en el mercado secundario son más difíciles de cuantificar, los especialistas aseguran que entre octubre y noviembre se emitieron otros $300.000 millones.

Finalmente, se sumaría la emisión para financiar el déficit fiscal, sin incumplir ni la meta fiscal ni monetaria con el Fondo. El combo de ese volumen de pesos, aun cuando el BCRA rescate gran parte vía Leliqs, es mayor presión sobre la brecha cambiaria. “Resta diciembre que es un mes fuerte de demanda de pesos . Pasado ese efecto las múltiples ventanillas de emisión abiertas del BCRA le pueden poner nafta al dólar”, opinó Cappella.

El perfil de vencimientos de diciembre a septiembre de 2023.
Fuente: Nicolás Cappella - Invertir en Bolsa
El perfil de vencimientos de diciembre a septiembre de 2023. Fuente: Nicolás Cappella - Invertir en Bolsa

En el mismo sentido, el perfil de vencimientos resultante del actual contexto del mercado promete más incertidumbre y turbulencias hacia adelante. Producto de que gran parte de la deuda ahora está vinculada al dólar oficial, una corrección del tipo de cambio provocaría mayores tensiones, incluso después de la devaluación.

“Es claro que una estructura de deuda en moneda doméstica como la que se está consolidando y más pesos remunerados en los bancos limitan las chances de reducir las presiones sobre el dólar, incluso luego de un eventual salto devaluatorio”, aseguró un informe reciente de la consultora Analytica, que explicó: “El punto es simple: una corrección del tipo de cambio oficial aumenta la liquidez por el pago de los nuevos bonos duales y presiona sobre la brecha, restringiendo el efecto virtuoso de la medida”.

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