Las liquidaciones del dólar soja 2 alcanzaron este martes los USD 87,5 millones, en una sesión mayorista con negocios de contado por 506 millones de dólares.
El BCRA finalizó su participación cambiaria con saldo neto a favor de USD 24 millones, resultado que implica que compró la totalidad de las ventas por dólar soja (por $20.125 millones) y revendió en la plaza de contado (spot) unos USD 63 millones a $167,27 (por $10.538 millones), con una emisión neta de 9.587 millones de pesos.
Durante los dos primeros días de vigencia del dólar soja 2 se comercializaron unas 869.320 toneladas, representando una caída del 51% en comparación con los dos primeros días del dólar soja 1, que se implementó durante septiembre pasado. Así lo detalló la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en base a los datos registrados en el sistema de SIO-Granos. También la Bolsa de Comercio de Rosario coincidió con los datos de la entidad colega.
El precio de la divisa ofrecida en el mercado paralelo resta un peso en el día, mientras que la brecha con el tipo de cambio oficial, que asciende a $167,26 en el mercado mayorista, alcanza el 87,7 por ciento.
En los primeros dos días del dólar soja 2 se vendieron más de 500.000 toneladas e ingresaron casi USD 500 millones. Ayer el Banco Central cerró la rueda cambiaria con saldo neto a favor de USD 122 millones.
El Secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, avanza en el diseño del mecanismo de compensación para aquellas cadenas de valor que transforman la proteína vegetal en carne y leche, como la aviar, porcina, engorde a corral y lechería, y que deben enfrentar el impacto en los costos del aumento del precio de la soja, a partir de la puesta en marcha del nuevo tipo de cambio diferencial.
El Banco Central siguió comprando dólares a los exportadores de soja, un negocio que tiene el beneficio de hacerse de más reservas a un costo elevado, no solo por el precio que paga por cada dólar sino por la emisión de billetes que habilita el mayor ingreso de divisas. Cuando hay cepos, los beneficios se consumen por los costos y solo queda elegir el mal menor.
El clima ya está jugando un papel central en el devenir de la campaña gruesa de granos, cuyos principales cultivos son la soja y el maíz. A la fecha, se registra un retraso récord en la implantación de la oleaginosa por falta de humedad en los suelos, mientras que es masivo el corrimiento de la siembra del cereal con la intención de hacer coincidir el período de definición de rendimientos con las supuestas lluvias que podrían llegar en febrero.
Al menos hasta fin de año, el impacto de la segunda edición del dólar soja 2 será maná del cielo para el Gobierno. Quedarán para el verano dificultades no menores una vez finalizada la vigencia del tipo de cambio diferencial a $230 pero, en el cortísimo plazo, en el Ministerio de Economía sólo computan dos beneficios clave para llegar sin sobresaltos a fin de año. En primer lugar, no sólo el Banco Central logrará acumular un colchón de reservas para cumplir la meta con el Fondo Monetario fijada en USD 5.000 millones, y en el mejor de los casos facilitar el tránsito hasta marzo, cuando se restituye el flujo estacional de divisas del campo. También el Tesoro recibirá un caudal de recursos que, a la luz de las dificultades que está encontrando ya no sólo para obtener nuevo financiamiento sino incluso para renovar los vencimientos pendientes, resultan vitales para cerrar las cuentas de 2022.
Las liquidaciones del dólar soja 2 alcanzaron este martes los USD 198,7 millones, en una sesión mayorista con negocios de contado por 459,4 millones de dólares.
El importante flujo de dólares del agro que ingresa a la economía argentina, en un cierre de año que no se suele caracterizarse por el aporte de estos volúmenes de exportaciones, le dio una impronta distinta a los mercados, con recuperación de reservas, caída de los precios de los dólares paralelos y un apreciable repunte en las cotizaciones de los activos bursátiles, que capturan y se benefician del excedente de pesos.