La Fundación Bunge y Born presentó este martes el archivo que comprende la acción económica y social del grupo empresario, con un total de 13.391 documentos digitalizados que van desde 1884 -año de su nacimiento- hasta 1950.
A través de una conferencia virtual, la presentación del acervo empresario documental fue realizada por las especialistas Mariela Ceva (Conicet), María Inés Barbero (UBA) y Fernando Devoto (Idaes-Unsam).
En este marco, el presidente de la Fundación Bunge y Born, Jorge Born, destacó la puesta en valor del archivo como “un homenaje a nuestros antepasados y a los valores del trabajo, de la perseverancia y del esfuerzo, que permitieron que el Grupo Bunge y Born se desarrolle”.
“Éste es un trabajo histórico, pero con mirada y perspectiva de futuro”, dijo.
“Estudiar a las empresas, a los empresarios es clave no solamente para las economías capitalistas también para las pre capitalistas. Partiendo de esta base de la relevancia de estos actores, reconstruir las características del empresariado, de las empresas, sus trayectorias históricas, sus estrategias, sus resultados”, expresó Barbero, una de las responsables del trabajo de relevamiento.
La investigadora planteó que “un problema histórico en la Argentina es que los archivos de empresas privadas han sido muy difíciles de consultar” y señaló que, en contraste con otros países, “en la Argentina no se ha desarrollado todavía una cultura que valorice la función económica, social y cultural que puede cumplir el patrimonio histórico de las empresas”.
“La historia de una empresa no es solamente algo privado, sino que lo trasciende y es parte de la historia colectiva” (Barbero)
“La historia de una empresa no es solamente algo privado, sino que lo trasciende y es parte de la historia colectiva. La recuperación y digitalización del archivo Bunge y Born es una muy buena noticia, ya que es uno de los grupos económicos más importantes de la Argentina desde findes del siglo XIX hasta fines del siglo XX”, destacó.
A su turno, la investigadora Mariela Ceva explicó que el trabajo de puesta en valor fue “una experiencia inédita porque no conocíamos de otras experiencias para el caso de Argentina de archivos de empresas y era muy difícil poder planificar cuánto tiempo iba a llevar esta tarea sin tener casos testigo”.
El Grupo Bunge y Born realizó sus primeras operaciones comerciales en 1884 y, en la década del noventa del siglo XX, comenzó el proceso de disolución de la sociedad Bunge y Born. Sus circuitos productivos iban desde la materia prima, la industrialización y la comercialización, con una fuerte incorporación tecnológica.
La documentación del archivo refiere a 140 empresas del grupo, en su mayoría agropecuarias e industriales, aunque también se destacan aquellas dedicadas a la industria química, la explotación forestal y la fabricación de productos alimenticios. Además, el archivo conserva documentos sobre clubes sociales y deportivos vinculados al grupo.
Dicho material aporta conocimiento sustancial sobre distintos aspectos vinculados al accionar empresario de la época: la tipología de las relaciones de intercambio con Europa, el acceso al crédito, la creación y participación del directorio en el sistema bancario; la creación de empresas fundamentales como Molinos Río de la Plata, en el marco de la conformación de un sofisticado sistema de información para la formación del precio del grano.
Asimismo, la participación de las mujeres en el mercado laboral, específicamente en la empresa Grafa; el pasaje del grupo como exportador hacia la industrialización, que acompañaron procesos histórico-sociales del país y el mundo luego de la década de 1910, afectados por la Primera Guerra mundial.
El material se puede ver en archivo.fundacionbyb.org
En el cierre del encuentro, el director Ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera, enfatizó: “Este es uno de los archivos empresariales más importantes de América latina; permite abrir una enorme cantidad de andariveles de trabajo, en un momento de auge de las tecnologías exponenciales. No solo con respecto a la facilidad para la investigación, sino para la educación, para emprender nuevas formas de educar. Esta iniciativa, que es uno de los hitos del trabajo de la Fundación Bunge y Born, nos da la posibilidad de recuperar los valores que hicieron grande a la Argentina”.
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