En el primer día de vigencia de la segunda edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), más conocido como dólar soja 2, que establece un tipo de cambio diferencial de $230 por dólar desde el 28 de noviembre al 31 de diciembre para el complejo sojero, los productores vendieron más de 300.000 toneladas y el precio en el mercado local alcanzó los $85.000 la tonelada, un 6,25% con respecto al viernes.
En cuanto al volumen comercializado, los datos preliminares del Monitor SioGranos, plataforma de la Secretaría de Agricultura en la cual se publican las negociaciones de granos en diferentes mercados y puertos del país, marcaba que a las 23 horas de ayer un volumen de 302.146 toneladas de soja, discriminadas entre 205.320 toneladas por ventas de físico y 96.826 toneladas por fijaciones. Este número seguramente será mayor a medida que avancen las horas.
Mientras tanto, en materia de precios, la soja con entrega hasta el 25 de diciembre se pactó a $85.000 la tonelada en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), tanto para la entrega de mercadería disponible como para fijaciones de la misma. Esto significó una suba de $ 5.000 respecto al viernes, cuando el mercado ya se anticipó a la entrada en vigencia del PIE e hizo saltar su precios de $62.000 la tonelada el jueves a $80.000 en el último día de la semana.
Con un mejor precio, el responsable del Departamento de Análisis de Mercado de la corredora Grassi, Ariel Tejera, sostuvo que “de la mano del dólar soja se renovó el dinamismo comercial. Los compradores se volvieron a mostrar activos, con precios disponibles que registraron una significativa recuperación. Cabe destacar que el decreto 787, junto al tipo de cambio de 230 $/USD, reincorporó el diferencial en los derechos de exportación a favor de los subproductos de la oleaginosa, mejorando de forma notoria, la capacidad de pago de las fábricas”.
Por su parte, el analista de mercados, Carlos Etchepare, estimó que el volumen negociado podría haber llegado, “en el mejor de los casos”, a 500.000 toneladas, sobre todo teniendo en cuenta el dinero liquidado por las exportadores, que durante la jornada alcanzó los USD 292 millones. “Ingresaron esa cantidad de dólares y eso equivale a 500.000 toneladas de poroto transformado en aceite y/o harina”, indicó el especialista.
Otra fuente del mercado proyectó que el volumen negociado de soja durante la jornada de ayer se ubicó en torno a las 400.000 toneladas. De ese total, el 20% fueron negocios físicos, mientras que el restante 80% se trató de fijaciones de precios de negocios realizados con anterioridad a la medida. Otras fuentes fueron mucho menos auspiciosas y hablaban de que lo comercializado podría no llegar a las 200.000 toneladas.
Ingresos
En cuánto a divisas, el monto negociado en el mercado de cambios fue de USD 594,1 millones, de los cuales USD 292,1 millones provinieron del “dólar soja”. Así, el Banco Central pudo concluir la jornada con un saldo comprador de USD 192 millones. Cabe recordar que esta medida busca alcanzar una liquidación de USD 3.000 millones como piso durante el período, según el acuerdo alcanzado entre el Gobierno nacional y las empresas integrantes de la Cámara de Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).
La medida, más allá de ir tras un aumento en la liquidación de divisas para engordar las arcas del Banco Central, también busca agilizar la comercialización de soja en manos de los productores. Según un trabajo realizado por la consultora AZ Group para Infobae, antes de la medida se llevaban comercializadas 31,9 millones de toneladas de una producción 2021/22 de 43 millones de toneladas. Esto significa que todavía no habían vendido poco más del 25% del volumen total de la cosecha equivalentes a 11,1 millones de toneladas.
El nuevo “dólar soja” a $230 busca generar un proceso similar: el Gobierno estima con esta medida tener garantizado al menos USD 3.000 millones e incluso consideran que esa cifra puede incrementarse para permitirle al Gobierno sobrecumplir en un 15% la meta de acumulación de reservas del Banco Central pautada con el Fondo Monetario Internacional, y de la meta fiscal para llegar a la pauta del 2,5% de déficit para este año.
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