En otro mes dominado por las protestas callejeras en reclamo de mejora de los planes de asistencia, y anuncios de compensaciones a jubilados y trabajadores del sector público con bonos extraordinarios de fin de año para incentivar el consumo, el índice que mide el grado de confianza de las familias argentinas disminuyó 1,4% respecto de octubre, aunque con notable disparidad en el resultado de la percepción por regiones que para el Centro de Investigación en Finanzas hace Poliarquía Consultores en 40 aglomerados de todo el país, sobre un universo de 1.001 casos, entre el 2 y 14 de noviembre.
“Se observa que en noviembre la confianza del consumidor subió 0,8% en GBA, mientras que bajó 9,1% en CABA y 1,1% en el Interior, respecto al mes pasado. En el agregado, la variación interanual ha sido negativa en todas las regiones, con un promedio general de 11,4%”, informó la casa de altos estudios.
Claramente, le heterogeneidad que se advierte en la medición mensual se explica fundamentalmente por factores estacionales propios de cada región en medio de una extensiva sequía, y de las medidas ad hoc que va tomando el Gobierno para intentar atenuar los efectos de la persistencia de alto nivel de inflación, desaceleración del ritmo de recuperación de la actividad productiva y comercial, y la falta de dólares para satisfacer las necesidades de cada sector.
El índice general de confianza del consumidor bajó 12,6% en los últimos 12 meses y 17% en comparación con el nivel prepandemia de Covid-19 como respecto del registro previo al cambio de gobierno. En todos los casos, el factor común ha sido la aceleración de la inflación, aun en los últimos meses en que, en diversos países, en particular los vecinos, se ha observado un cambio de ritmo.
De ahí que, “todos los subíndices del ICC mostraron caídas mensuales: Situación Personal 2,7%, Situación Macroeconómica 0,9% y Bienes Durables e Inmuebles 0,4%, siempre con respecto al mes previo”, comentó el CIF.
En ese desagregado también se observó una generalizada disminución respecto de un año antes, entre 11% y 14%, aunque cotejado con los índices previos a la crisis sanitaria, como más aún con los que recibió como punto de partida el gobierno de Alberto Fernández, se anotaron sendas caídas de 26% y 20,5% cada caso en la Situación Personal y de 29,3% y 33,9% en la percepción Macro.
La búsqueda de refugio de valor en los bienes durables se refleja en el aumento de las decisiones de compra respecto de las del inicio del actual gobierno
Por el contrario, en esos períodos se registraron aumentos de 40,2% y 55,2%, respectivamente en las decisiones de compra de bienes durables e inmuebles, una característica propia de los tiempos de elevada brecha entre el tipo de cambio oficial regulado y limitado, y los financieros libres, porque incentiva a la población con capacidad de ahorro a buscar refugio de valor en esos activos.
“En noviembre, el subíndice Bienes de Uso e Inmuebles bajó 2,8% en el Interior, 6,2% en CABA, y subió 3,4% en GBA, siempre con respecto de octubre. En lo que se refiere a dicho subíndice a nivel nacional, ambos componentes mostraron variaciones en sentidos opuestos. La predisposición para la compra de bienes de uso como electrodomésticos subió 4,5%, mientras que la percepción para las compras de bienes mayores (como automóviles y casas) bajó 9,7%, siempre con respecto a la medición del mes pasado”, explica el informe privado.
Mejores expectativas a mediano plazo
El subíndice que mide las expectativas corto y mediano plazo de los consumidores con respecto a la Situación Macroeconómica mostró en noviembre una leve caída (0,9%) con respecto a la medición del mes anterior. Se deterioraron las previsiones macroeconómicas de corto plazo en 5%, pero, por el contrario, se registró una mejora de 1,3% en las de largo plazo.
Al parecer, los esfuerzos que está haciendo el nuevo equipo económico liderado por Sergio Massa para reducir el déficit fiscal a la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional, explica ese punto de giro entre la percepción de la situación presente y la futura sobre las grandes variables macro.
Sin embargo, aún resultan insuficientes para provocar un cambio de humor de las familias por su situación personal, en particular en los casos de los sectores de ingresos medios y alto que no reciben compensaciones por parte del Gobierno.
La medición de Poliarquía Consultores para el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella registró en noviembre una caída del 5,5% en el índice de confianza de los consumidores de ese segmento de ingreso, y aumento de 6,4% en la franja opuesta.
De todas formas, en ambos casos los índices generales se ubicaron en el rango de 35 puntos porcentuales -muy bajo- y acusaron sendas disminuciones de 13,2% y 7,6% en comparación con el nivel de un año antes.
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