Lemon, una de las plataformas más utilizadas de la Argentina acusó el golpe del complejo escenario del ecosistema cripto y anunció que reducirá un tercio de su personal al mismo tiempo que implementará un plan para lograr la sostenibilidad de la compañía sin necesidad de captar nuevas inversiones durante los próximos 3 años.
La empresa comunicó hoy a 100 de sus 260 empleados que no seguirán en la compañía. “Tomamos esta decisión con dolor porque es gente joven y talentosa que se sumó al desafío de transformar esta industria. Frente al contexto que atraviesa la industria tecnológica nos vemos obligados a seguir con un equipo más reducido para que la empresa sea sostenible y no tengamos que depender de nuevas rondas de inversión por los próximos 3 años”, señaló Marcelo Cavazzoli, CEO y fundador de Lemon a Infobae.
El empresario señaló que la reducción de personal no está vinculada a la reciente caída de FTX, el segundo exchange más importante a nivel mundial, y que ese episodio “no tuvo ningún impacto en los usuarios ni representa un monto significativo” para la compañía.
“Durante los primeros días de noviembre, tras conocerse públicamente los problemas que enfrentaban FTX/Alameda, Lemon retiró todos los fondos de los usuarios y los quitó como opción para el servicio. FTX Ventures también había invertido en Lemon durante la extensión de la Serie A, con un porcentaje ínfimo. Lemon decidió dejar depositado en Alameda únicamente una cantidad equivalente a la que invirtió FTX Ventures y no esperan recuperar esa inversión”, dijo la compañía.
Con 1,6 millones de usuarios, 750.000 tarjetas Visa emitidas y 3 transacciones por segundo, Lemon se ubicó al tope de las exchange locales ofreciendo la primera billetera dual, para pagar en pesos y en cripto. Se expandió en base a dos atributos de su producto: el cashback o reintegro del 2% en Bitcoin para todas las compras con su tarjeta y altas tasas en rendimientos, que llegaron a ser del 13% en DAI, una stablecoin atada al dólar.
La transformación de Lemon parece anunciarle al mercado que ese modelo de negocios aplicado por otros jugadores cripto argentinos (Belo, Buenbit, Bitso, SatoshiTango y otros), basado con distintas variantes en la combinación agresiva de cashback de los pagos y tasas altas por dejar depositadas las cripto como una vía para lograr una masa crítica de usuarios, está llegando a su fin.
El modelo que viene no sólo no dispondrá de tanto financiamiento como en el pasado sino que, tras la caída de FTX, requerirá ser más transparente. Cavazzoli admite que hay “un nuevo ciclo” en el mundo cripto: “Para ser sostenible es clave responder a una demanda de mayor transparencia, tanto por parte de los usuarios como de los inversores. El foco está cambiando. Ahora, los inversores piden que generes confianza además de innovación”.
Al mismo tiempo en que reduce su plantilla, Lemon modifica su negocio en tres diferentes aspectos. El primero de ellos es que lanzó una “Prueba de fondos” en vivo dentro de su app para que cualquier usuario pueda verificar cada 10 minutos en blockchain toda la información sobre las reservas que Lemon tiene en custodia de sus usuarios con montos, redes y direcciones. “No pedimos que nos crean a nosotros, sino que le crean a la blockchain”, explicó Cavazzoli, quien admitió que Lemon sufrió el retiro de fondos durante el crítico fin de semana de la caída de FTX pero aseguró que eso se normalizó pocos días después y que la empresa “pudo responder a todos los retiros sin problemas”.
Esta medida ya implementada, “bien recibida por los usuarios” según Cavazzoli, se complementará con la presentación, a través de la Cámara Argentina de Fintech, de “un proyecto de código libre para elevar el estándar de transparencia de la industria”.
El segundo aspecto es que para no acudir a nuevas rondas de inversión en tres años, Lemon amplió Serie A de inversiones por USD 16,3 millones de julio de 2021 liderada por Kingsway Capital y con participación de Coinbase, Draper Associates y Draper Cygnus, entre otros. Este año cerró una extensión de esa ronda por USD 27,8 millones adicionales, con algunos inversores nuevos como DST Global, Valor Capital, GoodWater Capital, CMT Digital y Cadenza. Así, recibió de sus inversores un total de USD 44,1 millones, uno de los montos más altos para una empresa argentina. “Tenemos espalda para enfrentar la incertidumbre y seguir adelante sin nuevas rondas de inversión”, explicó Cavazzoli.
El tercer aspecto estárá en su producto. El cashback de 2% en Bitcoin será solo para grandes usuarios de su tarjeta, que consuman $125.000 al mes. El depósito de cripto tendrá rendimientos moderados. Ether rendirá 1% anual mientras que las stablecoins (DAI, USDT, USDC) estarán algo arriba del 2%. Como ejemplo más claro de que el modelo de negocio cripto está cambiando, Lemon siempre pagó 3,5% de interés por los Bitcoin y los depositaba a sus clientes todos los viernes para hacerlo más tentador. Desde el 28 de noviembre, los Bitcoin depositados en la plataforma ya no brindarán intereses.
En mayo, en otro momento crítico del ecosistema cripto tras el colapso de UST/Terra, otras dos empresas relevantes del mercado local había tenido que reducir su personal. Bitso tuvo que despedir 80 empleados sobre un total de 600 que tiene en 35 países. No se informó oficialmente cuántos de ellos trabajaban en la Argentina y trascendió que la mayoría de los despedidos trabajaba en México. Buenbit también tuvo que achicarse: despidió entonces a unas 80 personas, el 45% del total de sus empleados.
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