Con una magra compra de USD 1 millón y a costa de cerrarles aún más el grifo a los importadores, el Banco Central logró en el inicio de la semana sostener la tendencia de desaceleración de sus ventas netas en el mercado de cambios.
La entidad monetaria acumula un rojo de USD 950 millones desde que se inició el mes, producto mayormente de las ventas durante las primeras dos semanas, en las que acumuló un saldo negativo de USD 752 millones. Aunque se mantiene por encima del promedio tanto del mes pasado como de noviembre de 2021, ese ritmo aminoró notoriamente en los últimos días respecto del arranque de noviembre.
Pero la contracara de esa reducción es, en un contexto de oferta de divisas en mínimos históricos para la época del año, la fuerte restricción de la demanda. Es decir, el prácticamente nulo acceso de los importadores al mercado de cambios oficial.
Esto se advierte en las propias cifras oficiales: el monto del denominado “resto” de las operaciones -diferencia entre las intervenciones del Banco Central y la liquidación de divisas- quedó recortado prácticamente a la mitad en el saldo semanal en los últimos cinco días hábiles. Es el renglón que indica cuántos dólares, efectivamente, se les asignó a los importadores.
En este sentido, la demanda privada requirió USD 442 millones (unos USD 88 millones diarios) versus USD 796 millones en la semana anterior (USD 59 millones por rueda), según indicó la firma asesora en inversiones PPI. “Así, registró su menor saldo semanal desde fines de octubre, con USD 384 millones en la semana del 24 al 28 de octubre. De estos números, se puede inferir que se volvió a restringir virtualmente el acceso de los importadores al MULC, tras dos semanas en las cuales se habrían liberado divisas para mantener la actividad económica a flote y pagar deuda privada”, sostuvieron ayer en su informe semanal los economistas del equipo que lidera Pedro Siaba Serrate.
Si bien es cada vez más férreo el control, el menor acceso a dólares por parte de los importadores ya impactó en las cifras de comercio exterior de octubre difundidas ayer por el Indec. Las cifras son elocuentes: las importaciones se redujeron 8,4% respecto a septiembre, cuando ya habían caído 5,4% contra el mes anterior. Se trata de comparaciones con meses en los que las altas boletas por el pago de la energía habían dejado de tener tanta incidencia. Puntualmente, la caída en las importaciones el mes pasado conjugó un menor gasto en combustibles, que recortó un 25%, pero también en tres rubros esenciales para la actividad económica: las compras de bienes de capital, de insumos o bienes intermedios y de piezas y accesorios para bienes de capital cayeron 12% respecto de septiembre. Esta merma explica, asimismo, la desaceleración del crecimiento económico, que ya impacta en los indicadores oficiales. El Indec dará a conocer hoy el estimador mensual de la actividad económica (EMAE) del mes pasado, que según las proyecciones privadas, tendrá signo negativo en términos mensuales.
Aun así, la expectativa de los economistas que siguen día a día las cifras de la macroeconomía es que, durante noviembre, las importaciones sufran un nuevo torniquete y se reduzcan aún más. Sin embargo, el margen es acotado. “Supongamos que se reducen en otros USD 1.000 millones, con el panorama por delante, eso no soluciona mucho. La escasez de dólares llegó para quedarse”, afirmó la economista Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo, en un evento empresario.
“Supongamos que se reducen en otros USD 1.000 millones, con el panorama por delante, eso no soluciona mucho. La escasez de dólares llegó para quedarse” (Dal Poggetto)
Del otro lado, aumentar la oferta de dólares presenta sus desafíos: la sequía recorta cada vez más las proyecciones de ingreso de divisas no sólo para lo que queda del año sino incluso para el próximo año, por la demora en la siembra de maíz y soja que, según informó ayer, podría significar una merma de USD 5.000 millones.
“El agro liquidó USD 246 millones en las últimas cinco ruedas (USD 49 millones diarios), disminuyendo en el margen desde USD 267 millones la semana previa (USD 53 millones por rueda). Así las cosas, la liquidación del agro permanece en mínimos históricos sin haber nuevos incentivos para vender la cosecha retenida”, afirmó Portfolio Personal de Inversiones, que confió a sus clientes: “consideramos que un nuevo ‘dólar soja’ viene en camino para traer algo de calma a la dinámica cambiaria”.
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