El nuevo sistema de autorización de pago de importaciones (SIRA) cumplió un mes de vigencia y, mientras ajusta todavía su funcionamiento en una mesa en la que ya incluyó al sector privado, en las primeras cuatro semanas se realizaron pedidos de divisas a precios oficial para el pago de bienes al exterior por USD 13.400 millones. En paralelo, la industria alertó que la ralentización del flujo de insumos ya tuvo un impacto en la actividad fabril, aunque el Gobierno sostiene lo contrario.
El Sistema de Importaciones de la República Argentina reemplazó al antiguo esquema de SIMIs y comenzó a funcionar el 17 de octubre pasado. Para el Gobierno, el sistema tiene como ventajas una trazabilidad mayor y una fecha de pago concreta para el giro de dólares desde el Banco Central para realizar la operación de comercio exterior. Los plazos en los que se autoriza ese pago, que va desde los 60 días para las pymes hasta 180 días, todavía es materia de discusión y de tira y afloje con las empresas.
Solicitudes
De acuerdo a datos actualizados, durante el primer mes de operación del SIRA se registraron 130 mil solicitudes de importación por parte de 15 mil contribuyentes, por un total de USD 13.400 millones. Cálculos preliminares de AFIP y Aduana hablaban, hasta hace algunos días, de que poco más de la mitad de los trámites son aprobados. Para otros casos, el Poder Ejecutivo pide a cada compañía alguna explicación.
Esos son los casos que “saltan” en una suerte de mapa de calor que actúa como matriz de riesgo y que funciona como filtro. Una fórmula establecida por AFIP y Aduana determina, en función del comportamiento de ese CUIT en los últimos dos años, si se trata de un importador habitual o no y por qué montos operó. Si esos criterios arrojan dudas, se piden explicaciones. Los últimos números muestran que hay unos 600 operadores de “riesgo alto” por un monto de divisas solicitado de USD 2.340 millones.
El Gobierno también cuenta con información adicional en ese tablero general sobre la evolución del SIRA en tiempo real. Uno de ellos es cuántas empresas tienen deuda con la AFIP. De las poco más de 12 mil que habían iniciado trámites, cerca de un tercio tenían este tipo de pasivos. Desde el equipo económico aseguraron que el hecho de tener deuda impositiva no impacta en ese semáforo por el que AFIP hace el filtro.
Desde la puesta en marcha del SIRA el Gobierno se vio obligado a reajustar algunas clavijas del sistema. En ese sentido, habilitó un canal automático de 50 mil dólares para pymes para cerrar algún contrato de importación, también aumentó el límite de compra al exterior vía courier hasta 3 mil dólares y conformó una mesa de trabajo que se reúne entre dos o tres veces por semana a la que incluirá también a un funcionario de la Unión Industrial Argentina.
Industria: contrapunto entre el Gobierno y la UIA
A propósito de la puesta en marcha del SIRA, una preocupación central en el sector privado tiene que ver con el flujo de divisas a precio oficial para la importación de bienes y servicios. De hecho, según un informe reciente de la Unión Industrial Argentina (UIA), la actividad fabril ya muestra el impacto del faltante de insumos y el freno en algunas plantas.
En cambio, el Gobierno destacó el último informe de producción industrial del Indec que subraya que “en septiembre de 2022, el Índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) muestra una suba de 4,2% respecto a igual mes de 2021. El acumulado enero-septiembre de 2022 presenta un incremento de 6,0% respecto a igual período de 2021. En septiembre de 2022, el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 0,2% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registra una variación negativa de 0,4% respecto al mes anterior”. Además, el Indec destacó que “en septiembre de 2022, la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubica en 68,6%, nivel superior al del mismo mes de 2021, que fue de 66,3 por ciento”.
“Los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son productos minerales no metálicos (83,3%), industrias metálicas básicas (81,4%), papel y cartón (78,5%), refinación del petróleo (77,9%) y sustancias y productos químicos (69,8%). Los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general son productos alimenticios y bebidas (68,6%), edición e impresión (65,9%), industria automotriz (65,6%), productos del tabaco (63,5%)”, se indicó.
En tanto, la UIA sostuvo que “en septiembre la actividad industrial registró una suba de 4,9% interanual, desacelerándose respecto de los meses anteriores. En tanto, registró una caída de 3,6% mensual respecto del mes de agosto (sin estacionalidad), en gran parte como consecuencia de problemas de abastecimiento de insumos y algunas paradas de planta”.
“Los datos disponibles de octubre muestran una situación dispar. Si bien algunos indicadores de producción siguen mostrando subas interanuales, los indicadores asociados a la construcción registran caídas. En tanto, la demanda de energía eléctrica de Grandes Usuarios Industriales se observa relativamente estable (+1,1% interanual)”, continuó la UIA.
Por otra parte, plantearon que la expectativa para la parte final del año estará marcada necesariamente por algunas variables macro además del faltante de insumos, entre ellos, la inflación y las tasas de interés que tras el aumento de los últimos meses hicieron más caro el crédito para las empresas.
“Para los próximos meses el escenario es desafiante. El déficit del saldo comercial volvió a generar preocupación sobre las reservas del BCRA, en un marco de mayores restricciones sobre las importaciones. Esto está impactando sobre la producción y las perspectivas para el último trimestre. A ello se suma la aceleración de los costos , con niveles de inflación por encima del 6% durante los últimos cuatro meses”, consideró la Unión Industrial.
“Las subas en las tasas de interés comienzan a mostrar un impacto negativo en el financiamiento del sector privado: en octubre, se contrajo -12,7% interanual en términos reales, acelerando la caída respecto a los meses anteriores. De cara a los últimos meses del año, la actividad industrial estará condicionada por el devenir del contexto macroeconómico, el abastecimiento de insumos y el acceso al crédito”
La UIA recibió con escepticismo la llegada del SIRA. Algunos días después de la presentación del sistema y luego de mantener reuniones con funcionarios del área, la junta directiva de la institución manifestaron “la concreta preocupación ante las complicaciones en el acceso a insumos importados”. Y aseguraron que se necesitarán “mecanismos previsibles que eviten discrecionalidades y permitan la planificación de la producción, quedando claro que es expresa la necesidad de certidumbre que no queda despejada en este punto con la mecánica dispuesta”.
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