Hace una semana, el Gobierno lanzó el programa Precios Justos, con una lista de 1.800 artículos que mantendrán su valor por cuatro meses y, por otro lado, un tope de 4% mensual para el resto de los productos que fabrican las empresas adherentes al acuerdo, que incluye alimentos, bebidas, artículos de higiene personal y limpieza. Sin embargo, el programa estará disponible en los próximos días solo en grandes supermercados, mayoristas y algunas cadenas del interior del país.
Se estima que son algo más de 2.500 bocas: 2.200 sucursales de 18 grandes cadenas, 200 supermercados mayoristas y 150 supermercados del interior. ¿Qué pasa con el resto de los supermercados más pequeños y autoservicios que no están dentro del programa?
Según la Secretaría de Comercio, aunque los comercios más pequeños o de cercanía no están dentro del acuerdo, podrán encontrar los productos de Precios Justos en los mayoristas, que tiene una lista diferente, para luego venderlos a sus clientes con el margen habitual.
En el sector minorista temen que el programa los termine perjudicando al agrandar la brecha de precios con las grandes cadenas de supermercados
No obstante, desde el sector minorista temen que el programa los termine perjudicando al agrandar la brecha de precios con las grandes cadenas de supermercados que están dentro del programa.
“Planteamos a la Secretaría de Comercio que esto ya lo transitamos. El mayorista nos termina vendiendo a nosotros al mismo precio que se los deberíamos ofrecer a los clientes. Y el el 80% de la mercadería se la compramos a ellos”, dijo Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA).
“Si no alineamos los planetas, una vez más nos quedamos del lado de la tribuna aplaudiendo y viendo que el formato se armó para el hipermercado que solo representa el 30% de la comercialización de alimentos. El hipermercado no está en los barrios humildes. Nosotros sí. ¿Por qué el que puede ir a un hiper paga $389 el aceite y el que va a un comercio nuestro tiene que pagar $750. Si lo compramos a $599 le tenemos que poner también nuestra rentabilidad”, agregó.
“Por el momento nos consideramos que estamos fuera del programa. Estamos esperando que la Secretaría de Comercio nos responda el pedido de reunión donde esperamos que también estén los mayoristas”, dijo a Infobae Savore. Y dio algunos ejemplos: un aceite de girasol de 1,5 litro tiene un precio dentro del programa de $389 y los comerciantes pequeños lo compran a 600 pesos.
Aumentos anticipados
Por otro lado, detalló que durante esta semana se encontraron con listas de precios que incluyen subas de 14% en snacks, 10% en pan lactal, edulcorantes y lácteos; 8% en gaseosas y aceites. “Todo por encima del tope de 4% mensual. Le enviamos esa información a la Secretaría de Comercio. Si nosotros rechazamos esos productos, todos los que aumentaron, no nos quedaría mercadería para vender”, dijo el presidente de FABA.
Es lamentable que negocien solo para las grandes cadenas y no para los mercaditos de proximidad (Durán)
Desde los supermercados de origen asiático también consideraron que, por ahora, el programa los deja afuera. “Hasta el momento no encontramos los precios del acuerdo en los mayoristas. Ya no son mayoristas, son hipermercados que venden al consumidor final, entonces los productos de Precios Justos los tienen para venderlos al consumidor final. Para los negocios de proximidad no hay Precios Justos hasta el momento”, dijo Yolanda Durán, presidenta de la Cámara empresarial de desarrollo argentino y países del sudeste asiático (Cedeapsa).
“No veo que haya sido un programa nacional. Es lamentable que negocien solo para las grandes cadenas y no para los mercaditos de proximidad”, contó Durán.
“Al aceite que está subsidiado solo acceden los híper y los mayoristas que lo venden solo para el consumidor final. Estos canales representan el 28% del consumo y los mercados de proximidad el 72% restante. El Gobierno no cuida, no negocia, solo lo hace para unos pocos. De todas formas, nosotros negociamos productos y precios y somos baratos en más de un 80% y en otros productos la peleamos”, dijo Durán.
Brechas de precio
Aunque el programa de Precios Justos aun no se terminó de implementar y los supermercados que participan todavía no cuentan con los productos identificados con el logo del programa, una recorrida por comercios de cercanía permitió comprobar que la brecha hoy entre los precios de los productos que están dentro del acuerdo en los supermercados -que se pueden consultar a través de la app Precios Justos- y los mismos productos en autoservicios puede superar el 100 por ciento.
Algunos ejemplos:
Leche en polvo La Serenísima 400 gramos: $694,27 en Precios Justos y $920 en autoservicios (32,5% de diferencia);
Aceite Cocinero girasol 900 ml: $243,70 en Precios Justos y $550 en autoservicios (125%);
Aceite Natura girasol 900 ml: $262 en Precios Justos y $600 en autoservicios (129%);
Arroz Gallo 1 kilo: $270,31 en Precios Justos y $360 en autoservicios (33%);
Azúcar Ledesma 1 kilo: $219 en Precios Justos y $350 en autoservicios (60%);
Azúcar Chango 1 kilo: $219 en Precios Justos y $370 en autoservicios (69%);
Limpiador Cif ultra blanco: $198 en Precios Justos y $350 en autoservicios (77%);
Harina Morixe 1 kilo: $171,69 en Precios Justos y $220 en autoservicios (28%);
Coca Cola light 1,75 litros: $357 en Precios Justos y $420 en autoservicios (17,5%);
Yerba Unión suave por kilo: $769 en Precios Justos y $880 en autoservicios (14%).
Casos con diferencias menores:
Leche fresca en sachet La Serenísima: $215,28 en Precios Justos y $220 en autoservicios (2,3%).
Relevamiento de mercado
La consultora Scentia, especializada en consumo masivo, hizo una comparación entre una canasta de productos y sus precios en supermercados y autoservicios: esa brecha hoy se ubica en 25% pero según advirtieron el programa de Precios Justos puede hacer que ese porcentaje sea aun más alto.
Scentia releva mensualmente los precios de más de 294 categorías de productos de consumo masivo en unos 2.800 supermercados y más de 800 puntos de venta de autoservicios (a través del sistema de scanning). Según sus datos, en octubre el consumo final cayó un 4,5%, con un cuadro heterogéneo entre los diferentes canales.
Mientras los supermercados lograron mantener su tendencia positiva con un crecimiento de 1,7% en volumen -aunque en desaceleración- los autoservicios sufrieron un importante retroceso de 9,8%, por lo que continúan con una tendencia a la baja que comenzó en julio pasado.
“Los motivos de esa brecha son, por ejemplo, la diferencia de precios entre canales, producto de la desigual velocidad inflacionaria, las bases de comparación, una capacidad de compra cada vez más afectada, por citar algunos”, dijo a Infobae Osvaldo del Río, director de Scentia.
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