Cecilia Todesca Bocco y el BID: “La Argentina apostó fuerte: en lugar de hablar de género, postuló a una mujer”

Desde Washington, la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales explicó la agenda de su postulación a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo y destacó ser la única candidata mujer de la historia del organismo

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Para Todesca Bocco, en la discusión económica regional "hay algunas cosas que durante algunas décadas no se podían decir porque parecían malas palabras, hoy están de nuevo sobre la mesa"
Para Todesca Bocco, en la discusión económica regional "hay algunas cosas que durante algunas décadas no se podían decir porque parecían malas palabras, hoy están de nuevo sobre la mesa"

La elección del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se llevará adelante el próximo domingo 20 empieza a agotar sus negociaciones políticas para acortar la lista de 4 candidatos y 1 candidata. Ilan Goldfajn (nominado por Brasil), Nicolás Eyzaguirre (Chile), Gerardo Esquivel (México) y Gerard Johnson (Trinidad y Tobago) defienden su postulación, al igual que la candidata argentina, la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco.

La ex vicejefa de Gabinete se encuentra en Washington desde el sábado pasado y explicó que cada candidato tuvo la posibilidad de hacer su presentación ante la asamblea de la entidad y responder inquietudes de los países que integran el cuerpo. Para resultar elegido se requiere el apoyo de al menos 15 de los 28 países votantes. Según explicó Todesca Bocco, aún “hay charlas para ver cómo se llega a la votación”. En diálogo con Infobae explicó los ejes de la propuesta que el país llevó a esta contienda.

- ¿Hay negociaciones abiertas para tratar de que algún candidato baje su postulación?

- No estoy a cargo de esas negociaciones. Por ahora, somos cinco, habrá que ver qué novedades hay de aquí al domingo. La Argentina fue el último país en presentar candidaturas porque priorizamos el diálogo para ver si había una figura de consenso. Eso no sucedió y por eso retrasamos nuestra candidatura. El país tuvo una postura muy definida que fue la de presentar la candidatura de una mujer. En las seis décadas de historia del BID es la primera vez que sucede. Siento que esta candidatura no es personal sino colectiva, en ella se resume el trabajo y la potencia de todas las mujeres de la región. Las mujeres debemos competir de igual a igual en todos los ámbitos y eso no sucede, ni en la región ni en el BID.

- ¿Tiene expectativas de ser elegida?

- Sí, las tengo.

- ¿Hubo avances en estos días en Washington para favorecer su postulación, considerando que hay tantos candidatos?

- Los otros 4 candidatos tienen currículums muy buenos, pero la Argentina hizo una apuesta fuerte: en lugar de hablar de género, postuló a una mujer. En la agenda de trabajo que propusimos incorporamos uno de los puntos más fuertes de la economía feminista. Pero además de eso tenemos una visión estructural para la región y sus posibilidades en este mundo tan complejo. Es una región de paz en la que hay alimentos, hay energía, hay minería, hay ciencia y tecnología, hay mucho talento de gente joven. Estamos contentos de estar dando esta discusión. Nos parece un debate saludable.

- ¿Cuáles son los ejes de la propuesta argentina para el BID?

- Hay 5 desafíos que presenta la región en las que consideramos que el BID podría trabajar más: la brecha productiva, la exclusión social, la exclusión territorial, el impacto del cambio climático y el problema de los cuidados. Este último punto es muy novedoso, algo que la economía feminista viene tratando hace rato.

- ¿Apunta al reconocimiento económico de esos trabajos?

- Es algo más que eso. Hace mucho que las tareas de cuidado están distribuidas de una determinada forma. La pregunta es si esa distribución dio buenos resultados y la respuesta es que no, porque siempre recae sobre las mujeres y eso dificulta su desarrollo dentro del mercado de trabajo. En la región, dedican 3 veces más horas a esas tareas que los hombres.

- ¿Qué rol puede tener el BID en este terreno?

- Podría hacer dos cosas. Una es invertir en infraestructura de cuidado, que apunte a la primera infancia, las personas con discapacidad y las personas mayores, para que ese costo no recaiga en las familias. Al mismo tiempo, con esas instituciones de cuidado podría generarse muchísimo empleo registrado, tanto para varones como para mujeres. Hubo mucho interés en este tema. El BID ya incorporó el impacto en términos de género en cada uno de sus proyectos. Esto es algo más: es utilizar el tema de los cuidados como vector de desarrollo, para reducir la desigualdad. América latina es la región más desigual del mundo.

- ¿Qué particularidad tiene América Latina para tener tanta desigualdad?

- Su estructura productiva, sesgada hacia los recursos naturales, con muchas dificultades para hacer encadenamientos productivos asociados a esos recursos. En este momento, por el reacomodamiento de los centros de producción, creo que la región tiene una nueva oportunidad para volver a hablar de desarrollo y de que sí importa dónde se agrega el valor. Hay algunas cosas que durante algunas décadas no se podían decir porque parecían malas palabras, hoy están de nuevo sobre la mesa.

"Me tocó explicar por qué considero que puedo liderar el BID. Y allí no es mi condición de mujer el centro de la cuestión, sino que dediqué toda mi vida a los temas de desarrollo y de gestión", afirmó Todesca Bocco
"Me tocó explicar por qué considero que puedo liderar el BID. Y allí no es mi condición de mujer el centro de la cuestión, sino que dediqué toda mi vida a los temas de desarrollo y de gestión", afirmó Todesca Bocco

- ¿El punto central de la estrategia argentina es la presentación de una candidata mujer, unida al impulso de esos proyectos?

- Prefiero separar las cosas. En primer lugar, como dije antes, la Argentina en lugar de hablar de genero, presentó una candidata mujer. Una segunda cuestión es que en el plan de trabajo que presentamos incorporamos el eje de los cuidados, pero eso lo podría haber presentado un hombre. No hace falta ser mujer para tomar esta agenda. Un tercer punto que me tocó explicar es por qué considero que puedo liderar el BID. Y allí no es mi condición de mujer el centro de la cuestión, sino que dediqué toda mi vida a los temas de desarrollo y de gestión. Desde la vicejefatura de Gabinete tuve a mi cargo grandes responsabilidades para atravesar la pandemia y desplegar las políticas públicas más grandes de la Argentina, como el ATP y el IFE, y coordinando el gabinete económico. Eso es una experiencia muy concreta, con trabajo en equipo y polenta para sacar adelante proyectos que funcionen.

- Al margen de su condición de mujer, ¿cómo influye su condición de argentina para postularse a un cargo de esta clase, dados los problemas de la macroeconomía del país?

- Quien sea elegido como presidente del BID deberá dejar su pasaporte en un cajón. La nacionalidad no debería en ese sentido jugar un rol, pero sí lo juega en cuanto a que los candidatos son de la región y conocen sus problemas. Es cierto que la Argentina tiene problemas económicos, algunos severos, pero también es reconocida por sus capacidades científico-tecnológicas y productivas. En toda la región hay problemas de desarrollo y todos sabemos muy bién el desafío que implica cambiar la estructura productiva.

- La mayoría de los países de la región atraviesa una fuerte polarización política. ¿Eso impacta en este proceso del BID, hay una réplica de esos enfrentamientos antagónicos?

- No lo creo, por el contrario lo que vengo escuchando aquí es la preocupación por la crisis en cascada, por los shocks sucesivos como fueron la pandemia, la guerra y también la inflación. No me refiero al caso argentino, que ya la teníamos, sino al resto de los países donde no se veía inflación hace décadas. La respuesta de política monetaria de los países centrales genera efectos contractivos en nuestras economías. En mi presentación hice hincapié en que es lógico que la gente esté triste y angustiada porque lo que atravesamos en la pandemia no es natural y nos tuvimos que acostumbrar a ello en un tiempo muy corto. Para enfrentar eso, el BID es un buen instrumento, porque está cerca de los problemas concretos de la gente, que eso es lo que se nos reclama. Es un banco de desarrollo, aquí hay proyectos concretos. Hay una agenda positiva para recuperar un horizonte.

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