Entre las infinitas formas en que se pueden ganar unos pesos rápido, la de ser voluntario en un experimento difícilmente sea una de las primeras en venir a la mente. Aunque en este preciso momento, en Buenos Aires, por unos pocos días va a ser una posibilidad real.
No son grandes sumas las que están en juego. El piso, garantizado, es de $600 y se otorga por anotarse y presentarse en forma puntual a una única sesión de unas pocas horas de duración. Después, de acuerdo a cómo se participa en el experimento, se puede terminar con algo más. El ingreso promedio que recibirán los participantes es de $2.000, pero no todos terminarán con lo mismo.
Antes de que los potenciales candidatos se imaginen que tendrán que ponerse electrodos en la cabeza, pasar laberintos como conejillos de indias o probar medicamentos experimentales peligrosísimos, conviene aclarar de qué tipo de experimentos estamos hablando. Son experimentos de economía del comportamiento, que buscan saber cómo toman decisiones económicas las personas.
“Van a encontrar una situación económica cotidiana en la que pueden ganar dinero, y en base a como decidan ellos, los demás, y el azar, pueden ganar más o menos” (Gago)
No hay ninguna máquina digna del Dr. Frankenstein involucrada. Una lástima.
“Tenemos de máquinas de electrodos para captar actividad cerebral en la Universidad, pero no se utilizan en este experimento”, dijo entre risas Andrés Gago, un español que desde hace 3 años vive en la Argentina y trabaja como profesor a tiempo completo en la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).
Aunque suene a broma y no deje de divertir al académico de 37 años que junto cuatro colaboradores conduce el experimento, es una de las preguntas más comunes de los potenciales participantes. Tanto que en la página de la universidad armó para quienes quieren ofrecerse como voluntarios es una de las preguntas frequentes.
“¿Me van a estudiar el cerebro con electrodos, o me van a hacer algún tipo de prueba médica o dolorosa? Respuesta: No, los experimentos que hacemos en Di Tella son estudios no invasivos en economía y otras ciencias del comportamiento. Lo que nos interesa entender es cómo la gente toma decisiones, así como analizar las respuestas que dan a cuestionarios”, aclara la web.
No es el primer experimento que se lleva adelante en la UTDT, en el pasado por ejemplo se midió como reaccionaban las personas a un debate electoral si acompañaban el visionado con las reacciones que se iban dando en redes sociales y cómo lo hacían si lo miraban por sí mismos. Ni la primera en economía del comportamiento que conduce Gago.
En el pasado, por ejemplo, llevó adelante experimentos (publicados en “Reciprocidad e incertidumbre: ¿Cuándo perdona la gente?”) en los que los participantes tenían que distribuir dinero entre otros voluntarios y, de acuerdo a su amabilidad, eran premiados o castigados con dinero. Así, en base a distintas estrategias y posturas, la generosidad y la amabilidad a la hora de tratar con otros probó tener un precio.
“Tenemos de máquinas de electrodos para captar actividad cerebral en la Universidad, pero no se utilizan en este experimento” (Gago)
También tiene publicado un trabajo (”Reorganizar a los estudiantes para luchar contra la discriminación y fomentar el comportamiento prosocial: Un experimento de campo”) en el que muestra cómo las personas son más generosas con quienes consideran parte de su grupo y más tacañas con los ajenos. También, como a medida que alguien se integra y empieza a ser considerado como parte de un grupo, empieza a ser tratado con mayor generosidad.
El actual experimento también implica el manejo de dinero asignado por los organizadores, la toma de decisiones en base a situaciones pautadas, y cierto grado de azar.
Más no se puede revelar. “Aunque nos comprometemos con los voluntarios a darles a conocer los resultados del experimento una vez terminado, no revelamos nada antes porque puede alterar los comportamientos que estamos tratando de analizar”, explica el español que decidió mudarse a la Argentina gracias a una oferta de la UTDT pero que ya tenía experiencia con el país: trabajaba para Repsol cuando YPF fue nacionalizada.
Hasta ahora, cuenta Gago, ya participaron 730 voluntarios en el actual experimento. Alrededor de 200 más están siendo reclutados en estos días para participar de jornadas que se van a programar entre el 28 de novimebre y el 2 de diciembre próximos, en la sede de la Di Tella, en Figueroa Alcorta 7350. Para anotarse, la web es https://experimentos.utdt.edu/public/
El experimento ya lleva varias sesiones de avance y está cerca de terminarse. Tanto que el presupuesto debió actualizarse por inflación. Cuando empezó a convocar voluntarios, el ingreso promedio que obtenía cada uno era de $1.300 por persona. Lo subieron 53% a medida que la inflación apretaba y hacía menos relevante el interés de los participantes.
“No se requiere ningún tipo de conocimiento. Van a encontrar una situación económica cotidiana en la que pueden ganar dinero, y en base a como decidan ellos, los demás, y el azar, pueden ganar más o menos. Cualquiera puede anotarse, hemos tenido desde gente que no ha terminado el secundario hasta doctorado”, concluye Gago.
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