Las empresas fabricantes de autómoviles se reunieron esta semana con el secretario de Comercio Matías Tombolini para pedir una flexibilización en los plazos actuales para el pago de las importaciones. Fueron una serie de encuentros uno a uno con al menos seis automotrices, que buscan acortar el plazo de 180 días que tienen para pagar a sus proveedores del exterior, que previamente era de 60 o 90 días.
Esta extensión del plazo provocó que algunas de las empresas comiencen a tener dificultades con sus proveedores y que hoy trabajen con stocks más reducidos. En una de las automotrices consultadas por Infobae señalaron que hoy cuentan con piezas para los próximos 10 días y que en este contexto es una cantidad de tiempo razonable e incluso más holgada que otras compañías del sector.
Aunque desde algunas empresas relativizaron la posibilidad de paradas de producción, también advirtieron que el plazo de pago de las importaciones no es el único problema. También se suman la escasez de semiconductores -un problema global- y la caída de algunas exportaciones a Brasil.
Con todo, desde las empresas destacaron el buen diálogo con el Gobierno que se comprometió a dar una respuesta al pedido en los próximos días. “Fueron receptivos a la situación y esta semana nos van a dar una devolución. La situación actual no significa que necesariamente las empresas vayan a parar la producción pero nos obliga a trabajar con un stock muy reducido”, explicó una fuente del sector.
“Solicitamos a la Secretaría acortar los plazos de pago para tener un mecanismo más eficiente. Hoy tenés un sistema de pagos a 180 días para nosotros y para nuestros proveedores. Pagar a nuestros proveedores y que ellos paguen a los suyos. La necesidad de plazos más cortos es para no tener problemas con los proveedores”, dijeron desde una empresa que se reunión con Tombolini.
En el sector explican que la situación no es igual en todas las empresas. Algunas, como Nissan, tuvieron que frenar su producción por algunos días durante la semana pasada, mientras que otras cuentan con más margen. En muchos casos depende de cuánta integración local tengan en su producción (las más integradas tiene hasta un 48% de piezas locales).
“En la reunión se planteó cómo será la modalidad para realizar los pagos durante 2023 y cómo está el nivel de aprovisionamiento de cada empresa. También buscar alternativas financieras para acceder al dólar para el pago de importaciones. Es todo muy día a día pero estamos trabajando bien”, indicaron en otra compañía.
En reserva, señalaron que la situación es muy dinámica y que el contexto se modifica y se podría modificar de un momento a otro. “De momento estamos con producción normal y continua y con conversaciones con el Gobierno. Pero la situación es muy cambiante”, aclararon.
Según un informe del comercio exterior autopartista elaborado por la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (Afac), la balanza comercial de autopartes presentó un déficit de USD 6.525 millones durante los primeros nueve meses de 2022, aumentando el saldo un 31,7% respecto al mismo periodo de 2021.
Las exportaciones, en tanto, aumentaron un 10,5%, cerrando el periodo analizado en USD 1.141 millones. Las importaciones de autopartes se incrementaron un 28%, alcanzando los USD 7.666 millones en lo que va del año 2022. Este aumento acompañó la tendencia registrada en la producción de vehículos, que cerró el periodo analizado con 393.981 unidades fabricadas (una suba de 28,2% interanual). En 2021 el 67% de las importaciones del sector fueron realizadas por las Terminales Automotrices y sus proveedores directos, y de este total el 60% fue destinada a la exportación de vehículos.
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