La inflación, las dudas por la deuda en pesos y las ventas del BCRA despertaron al dólar libre

La combinación de estos tres factores anticipa mayores presiones hacia adelante mientras el mercado debate si el precio de los dólares alternativos marcaron ayer “un punto de inflexión”

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El atraso de las cotizaciones
El atraso de las cotizaciones alternativas es el primer punto a destacar a la hora de interpretar la suba del dólar en todas sus variantes EFE/Rayner Peña R.

Los funcionarios del equipo económico se sobresaltaron ayer más por las declaraciones del viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, que por el precio que mostró al cierre de la jornada la cotización del dólar. En cualquier caso, los dichos del segundo de Sergio Massa, quien afirmó que no se puede devaluar porque “si sale mal, es un Rodrigazo” coincidieron con una jornada cambiaria que tomó temperatura. Todas las variantes del dólar anotaron subas, incluyendo el dólar blue que tocó su valor más alto desde que logró contenerse la corrida cambiaria en julio de este año. Pero también el dólar MEP y el contado con liquidación (CCL) anotaron un claro avance y se instaló en el mercado el debate sobre si la rueda de ayer marcó “un punto de inflexión”.

“Es probable que la disparada del contado con liqui pueda tener que ver con los los dichos del viceministro Rubinstein, que sugieren que la cohesión en el equipo de gobierno no es la óptima”, opinó Francisco Mattig, portfolio manager de Consultatio Financial Services, quien destacó que “los niveles de la brecha, en contraste con los fundamentos macro, la hacían muy susceptible a estos movimientos”. El mismo concepto, incluso con términos más llanos, expusieron en el propio Gobierno.

“En algún momento iba a ocurrir. Estaba inexplicablemente muy planchado”, admitieron fuentes oficiales, quienes no dejaron de advertir posibles complicaciones. “Cuidando reservas, con señales contundentes en lo fiscal y administrando bien los pesos, debería mantenerse en línea”, apuntaron. Es que el combo de factores detrás de la reacción del billete anticipa mayores presiones hacia adelante.

En primer lugar, a pesar de los esfuerzos por “cuidar las reservas”, el BCRA no puede detener la ola de ventas desde el fin del “dólar soja” y lleva desembolsados en el mercado de cambios durante los primeros 15 días de noviembre USD 911 millones. Se trata de la misma cifra que vendió el año pasado en todo el mes, es decir que duplicó el ritmo de venta neta. La autoridad monetaria debió desprenderse ayer de otros USD 48 millones y cerró la jornada con reservas USD 37.867 millones, unos USD 139 millones menos que ayer y USD 806 millones desde que se inició el mes.

Los dichos del vieministro de
Los dichos del vieministro de Economía respecto del impacto de una devaluación que "sale mal" fueron inoportunos para el mercado.

“Entramos en una fase en la que el Banco Central pierde reservas y tiene que salir a vender dólares en el mercado, eso genera un poco de tensión. Desde el dólar soja, vendió unos USD 500 millones en octubre y ahora está interviniendo aún mucho más fuerte”, apuntó el economista Federico Furiase, de la consultora Anker, quien remarcó que eso se produce en un contexto de una cotización que se había mantenido estable debajo de los $300 durante los últimos tres meses tras tocar un máximo en $345, con un avance de precios que promedió por encima de 6,5% mensual.

El atraso de las cotizaciones alternativas es también, para el director de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, el primer punto a destacar a la hora de interpretar el movimiento de las cotizaciones. Según el economista, los primeros indicios de una inminente reacción del dólar se produjeron la semana pasada, tras las operaciones deuda en pesos del Tesoro.

“Las primeras señales ya se veían en el mercado de bonos en pesos, con la mayor dificultad para renovar vencimientos y obtener financiamiento neto. El sector privado está menos dispuesto a prestarle al Gobierno y eso se transforma se traduce en tensión cambiaria”, dijo Sigaut Gravina, quien insistió: “Lo anormal era que las cotizaciones se mantuvieran sin cambios”.

Sin embargo, no por previsible, el movimiento deja de infundir incertidumbre. La mayor de las inquietudes se relaciona con el nivel de inflación que, aunque menor a lo que se esperaba según el dato difundido ayer, no cede y deja sin margen al Gobierno para financiarse con emisión monetaria. “Aun si las cuentas fiscales fueran ajustadas, tal como lo estipula el Fondo, la necesidad de financiamiento privado será muy alta. Mientras hay más preguntas que respuestas, el mercado habría comenzado a desarmar estrategias de carry trade”, anticipó la semana pasada un informe de GMA Capital. El cierre de la jornada de ayer parece confirmar ese diagnóstico.

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