Un informe de la una de las calificadoras de riesgo de deuda más importantes del mundo hizo referencia a cuál sería el impacto potencial de un refinanciamiento de la deuda en pesos.
“La deuda en moneda local de Argentina equivale a menos de un tercio de toda la deuda pública, y la deuda con el sector privado, que representa el mayor riesgo de refinanciamiento, equivale a menos del 10% del PBI. Sin embargo, la pequeña escala del sector financiero no ofrece suficiente acceso al mercado, ni siquiera para la cantidad comparativamente pequeña de deuda denominada en pesos”, señaló Moody’s Investors Service en un informe reciente.
En ese sentido, plantearon que “el volumen de deuda con intereses del Banco Central representa otro desafío para la deuda en pesos del gobierno. El gran volumen de deuda del Banco Central intensificará cualquier crisis cambiaria, a medida que los acreedores de la deuda en pesos optan por cambiar la composición monetaria de sus carteras y hacen subir el tipo de cambio”, consideraron.
“Como la inflación ya está casi en el 100%, una crisis cambiaria repentina podría llevar al Banco Central y al gobierno a congelar o confiscar los depósitos y ahorros en pesos para limitar las presiones sobre el tipo de cambio”, afirmó en ese marco Gabriel Torres, vicepresidente Senior Credit Officer de Moody’s Investors Service.
Asimismo, agregó que “si bien hoy vemos esto como un escenario de baja probabilidad, Argentina ya ha implementado este tipo de políticas para hacer frente a períodos de inflación muy alta”, dijo Torres.
“Con la cantidad de pesos que hay, el Banco Central y el gobierno pueden llegar a la conclusión de que no les queda otra que limitar el acceso”, dijo Torres en un seminario web. “Hace rato que Argentina no se encuentra en esa situación, pero lo ha hecho en el pasado”, agregó.
El informe elaborado por la entidad remarcó que “la exposición de los bancos argentinos a la deuda del gobierno y del Banco Central –mayormente denominada en moneda local– ha aumentado recientemente y plantea riesgos sistémicos para el sector financiero”.
“Sin embargo, el crecimiento de la exposición directa a la deuda pública permanece contenido, mientras que la deuda del banco central representa la mayor parte de los activos de los bancos. Estas exposiciones han hecho que el perfil crediticio de los bancos sea cada vez más susceptible a los riesgos de refinanciamiento de la deuda pública y a cambios en las condiciones monetarias”, apuntó Moody’s.
“Los fundamentos financieros de los bancos en general han mantenido su resiliencia en los últimos años. Si bien los bancos no podrían soportar por completo la carga de una crisis severa de deuda del gobierno y del banco central, la solidez de sus balances les proporcionaría un mitigante significativo que les permitiría soportar la presión en escenarios de estrés moderado”, consideró la agenda calificadora de riesgo.
“La calidad de cartera de los bancos se ha contenido; los niveles de liquidez tanto en moneda local como extranjera siguen siendo amplios; los niveles de capital han aumentado; y la rentabilidad sigue siendo adecuada”, continuó el informe.
Moody’s aseguró además que la deuda del Banco Central había aumentado significativamente en relación con el PBI en los últimos dos años, mientras que su relación con la base monetaria superaba ahora el 200 por ciento.
“La relación con la base monetaria es comparable a la observada a fines de la década de 1980, período que incluyó un episodio hiperinflacionario”, explicó Moody’s. La entidad dijo que existían riesgos de refinanciamiento relacionados con la deuda en moneda local, con un 64% de vencimientos en menos de un año y un 70% indexado por la tasa de inflación, que actualmente está en un 88% anual y se espera que alcance el 100% este año.
“Debido a que la inflación es del orden del 100%, un shock cambiario repentino podría llevar a las autoridades a considerar congelar las cuentas de ahorro y depósitos bancarios denominadas en pesos para limitar mayores presiones sobre el tipo de cambio”, consignó el informe.
“La exposición de los bancos argentinos a la deuda del gobierno y del banco central, en su mayoría denominada en moneda local, ha aumentado recientemente y plantea riesgos sistémicos para el sector financiero”, añadió.
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