Los inversores se despegan de los bonos de la deuda en pesos y se inclinan por los títulos en dólares

El BCRA está comprando deuda del Tesoro de manos de bancos y compradores institucionales que quieren reducir el riesgo de sus carteras

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Imagen de archivo ilustrativa de un billete de 100 dólares sobre billetes de 100 pesos argentinos tomada el 3 de septiembre, 2019. REUTERS/Agustin Marcarian/Ilustración/Archivo
Imagen de archivo ilustrativa de un billete de 100 dólares sobre billetes de 100 pesos argentinos tomada el 3 de septiembre, 2019. REUTERS/Agustin Marcarian/Ilustración/Archivo

Los inversores siguieron saliendo de los bonos en pesos y aumentaron la demanda de títulos de la deuda en dólares. Ven una oportunidad en este cambio en sus carteras.

El Banco Central, ante el cambio de viento, es el comprador en soledad de los bonos que ajustan por CER y vencen entre 2023 y 2024, los títulos que no quieren tener los privados en sus carteras.

La oferta de los títulos que compra el BCRA es de los bancos e inversores institucionales que quieren aliviar sus carteras del riesgo que representa esta deuda del Tesoro que crece a cifras por encima del billón de pesos mensual, a partir de enero hasta octubre.

El problema se sentirá el viernes en la licitación de Bonos del Tesoro. La desconfianza de los privados hace creer que puede ser un fracaso como el canje de bonos de la semana pasada, donde solo se interesaron los organismos oficiales que están desbordados por estos títulos. En sus manos está 60% de la deuda del Tesoro. La ironía es que El Estado le debe al Estado. Si el viernes participan los privados será renovando bonos por otros a tasas de interés muy altas -por encima de 116% efectivo anual- y plazos muy cortos; no más allá de febrero.

“El ánimo de los inversores mejoró para los mercados emergentes, tras la caída de la inflación de octubre en Estados Unidos. No miremos a Brasil porqué tras el triunfo de Lula está jugando su propio partido”, señaló el analista financiero Franco Tealdi.

El trader Esteban Monte acotó que “sigue la intervención del Banco Central en bonos CER. Se vieron importantes órdenes de compra que busca defender la curva de bonos y garantizar una salida a los bancos y fondos que liquidan esos papeles por la incertidumbre que genera la deuda en pesos”.

Una parte de los que salen de los bonos en pesos se volcó a los títulos en dólares. El Global 2038 subió 5,45% y el 2035, 3,20%. La fuerte suba hizo que el riesgo país bajara 57 unidades (-2,3%) a 2.427 puntos básicos un nivel que no se veía desde el 22 de setiembre.

Los bonos en dólares sienten la demanda constante de los inversores que van saliendo del carry trade -operaciones en pesos para tomar la ganancia en dólares- ya que incluso cuando apuestan en la Bolsa lo hacen pensando en plazos cortos.

Los bonos con los que se operan los dólares alternativos tuvieron fuertes alzas. El AL30D que se utiliza para el dólar MEP aumentó 2,57% y estrechó su brecha con el GD30D que es el que corresponde al contado con liquidación, que subió 1%. Por eso, el MEP aumentó $4,84 (+1%) a $ 299,79 y el contado con liquidación apenas 81 centavos (+0,3%) a $310,89. El “blue” subió $2 a $293.

“El dólar está despertando de a poco aunque en el “blue” no se ve una suba fuerte en la calle porque es un mercado muy ofrecido con pocos pesos dando vueltas”, señaló Tealdi.

En la plaza mayorista el ritmo devaluatorio siguió en 6,7% mensual y la divisa cotizó a $ 161,78 (+$1,07). Pero el Banco Central no la pasó bien: tuvo que vender USD 100 millones. Desde que desapareció el dólar soja hubo un constante drenaje de divisas que no es otra cosa que una consecuencia de haber adelantado el futuro comprando producto que se iba a liquidar más adelante. Hay que olvidarse de la soja en noviembre y diciembre, salvo que Sergio Massa ponga en práctica su idea de un nuevo dólar soja. El problema es que el Banco Central estaría emitiendo en dos frentes, en la compra de bonos en pesos y en pagar más alto el tipo de cambio a los exportadores. Son presiones inflacionarias inoportunas porque acaba de cerrar un trato de precios con empresas.

De esta manera, las reservas bajaron USD 76 millones a 38.006 millones. En el mes, cedieron USD 738 millones. La caída de las reservas, al revés de lo que sucedía hasta hace poco, está siendo amortiguada por la revaluación del yuan que integra 48% de las reservas a través de los swaps.

El yuan hace dos semanas cotizaba a 7,34 por dólar y ayer cerró a 7,04. Una caída que le aportó al Banco Central una revalorización de las reservas por el equivalente a USD 782 millones a lo largo del último mes. Sin la resurrección del yuan, hubieran caído el doble en el mes.

“Desde que terminó el dólar soja el Central lleva vendidos USD 1.370 millones, pero hay menor interés por parte de los inversores de cubrirse contra la devaluación como sucedió en años anteriores, luego de la señal del Banco Central de que no va a convalidar un salto cambiario. El tema es llegar a la otra orilla o seas a marzo y esa es la respuesta que no tenemos”, dijo el analista financiero Andrés Reschini.

La Bolsa tuvo un monto de negocios notable. Se operaron $3.295 millones y el S&P Merval el índice de las líderes, aumentó 1,51% en pesos y 1,2% en dólares. Lo más destacado fueron las acciones de empresas energéticas que tuvieron alzas de hasta 5,41% como fue el caso de YPF. Los bancos no tuvieron una buena rueda por el problema de los bonos en pesos que tienen en cartera.

Los ADR’s -certificado de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- movieron $4.478 millones y predominaron las alzas.

Para hoy se aguarda el dato de la inflación y se espera que siga la tendencia de venta de bonos del Tesoro en pesos y se reafirme la compra de títulos de la deuda argentina en dólares que tienen su vencimiento en el próximo Gobierno.

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