Una de las construcciones icónicas del centro de Rosario donde hasta mayo de 2021 funcionó Falabella (cuando la compañía decidió abandonar el país) será rescatada para volver a lucir como en sus tiempos de esplendor. Allí se planea abrir un nuevo paseo comercial en 2023.
Un grupo inversor privado comenzará a trabajar en breve para la puesta a punto del lugar en donde nació La Favorita, que desde fines del siglo XIX en base al esfuerzo de sus dueños originales se transformó poco a poco en el comercio más famoso del centro de esta ciudad de la provincia de Santa Fe.
El edificio está ubicado en la esquina de Sarmiento y peatonal Córdoba, a cinco cuadras de la municipalidad. Su historia se remonta al 18 de mayo de 1897 cuando Ramón y Ángel García, dos asturianos, compraron y abrieron una pequeña tienda con el nombre de La Favorita, dedicada exclusivamente a la venta de puntillas, randas y encajes.
El mítico inmueble se fue transformando en sus 125 años de vida y está catalogado como patrimonio histórico de la Ciudad “protección 1b”, la máxima para su envolvente e interior. Remata en cúpula y tiene un sello francés en su fachada.
Apenas transcurrido un año de funcionamiento, en La Favorita se llevó a cabo la primera modificación, agregando un local contiguo. En tanto, entre 1897 y 1910 se concretaron 10 sucesivas ampliaciones hacia los inmuebles contiguos que pertenecían a las hermanas Echagüe, titulares de esa primera edificación.
Debido a la constante expansión que había vivido el negocio desde sus inicios, los hermanos García se plantearon la necesidad de construir un edificio más amplio. En 1912, la tienda estrenó sus nuevas instalaciones inspiradas en los grandes almacenes de Europa como las Galerías Lafayette y Printemps de París.
La última sede de La Favorita se concretó una vez que pudieron ser adquiridos los solares de la esquina y los linderos. Vale destacar que en ninguna de sus remodelaciones se interrumpió el trabajo de la tienda. “En planta baja se cortaban las telas por metro, con sus mostradores que las exhibían contra las vidrieras que dan a Sarmiento. En tanto, por Córdoba, estaba la camisería y en la parte central, la perfumería. El primer piso contaba con la juguetería, la sección zapatería y más arriba la sastrería, mientras que en el subsuelo se ubicaba el bazar”, contó a Infobae los responsables del edificio.
Para 1970, La Favorita se encontraba en otra etapa de su historia, luego del fallecimiento de sus fundadores y con las nuevas generaciones tomando las riendas del negocio. En 1972 se instaló la segunda escalera mecánica de la ciudad, toda una novedad para la época (permaneció allí hasta que Falabella ocupó el local y la movió de lugar). Sobre finales de los ‘70 contrataron al diseñador Hugo Salguero, para que haga un cambio de imagen ya que apuntaban a llegar a un público más joven, y así nacieron las tan características vidrieras.
En 1994, frente a los cambios económicos y de mercado, la familia García, descendientes de Ramón y Ángel, plantearon la decisión más difícil en los casi 100 años de historia: cerrar La Favorita. Se vendió el fondo de comercio a Falabella, hasta que en 2021 cerró definitivamente sus puertas.
Andrés Gariboldi, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR), comentó a Infobae que “el edificio no se alteró prácticamente desde abril de 1929 a la fecha. La obra lleva la firma de Rafael Candia, constructor que dejó un inmenso legado en Rosario. Los planos de la obra de La Favorita son atesorados como patrimonio local en el Museo de Rosario, y también el libro de firmas en el que los visitantes dejaron sus mensajes cuando se inauguró”.
El proyecto fue diagramado por Arman, Presas y Todeschini en 1926, y el inmueble fue edificado por la constructora Candia e Isella entre 1927 y 1929.
En el presente y cómo se reconvertirá
El inmueble tiene 10.000 metros cuadrados desarrollados en subsuelo, planta baja, primer, segundo y tercer piso. En principio se planeaba utilizar la terraza como un rooftop pero por ahora se descartó y recién podría emplearse más adelante.
Guillermo Nudemberg, encargado de la nueva gestión del futuro centro comercial y vinculado con el shopping ubicado en Fisherton (a 20 minutos de Rosario) destacó a Infobae que “la propuesta comercial mantendrá el espíritu de una tienda departamental, intensificando la oferta gastronómica y de servicios. Tanto en la planta baja como en el tercer piso de la nueva tienda habrá espacios donde se podrá comer o tomar algo. En el primer caso la idea es generar dos propuestas, una semi independiente (con ingreso por peatonal Córdoba) y otra ubicada en el centro del inmueble, debajo de la cúpula. En el segundo, se apunta a generar un mercado gastronómico gourmet, en donde se sirvan comidas para consumir en el lugar, tipo take away. Se prevé incorporar, además, un mix que incluya panadería, carnicería y vinería”.
“Habrá espacios donde se podrá comer o tomar algo, e ir de compras. La idea es generar dos propuestas, una con ingreso por peatonal Córdoba y otra ubicada en el centro del inmueble, debajo de la cúpula” (Nudemberg)
En el subsuelo se busca llevar una oferta de servicios para la salud. En este punto se barajan varias opciones, un gimnasio o un centro de estética. Los dos niveles restantes serán exclusivos para artículos de blanco y decoración del hogar y para indumentaria. En total podrían ser unos 60 propuestas comerciales.
Hoy la propiedad de La Favorita pertenece en diferentes proporciones a unas 59 personas (la gran mayoría residentes en el país, pero algunos en el exterior), que son segunda y tercera generación de los fundadores de esa tienda histórica, los hermanos Ramón y Ángel García. Entre todos constituyeron en 2002 el Fideicomiso Edificio La Favorita de Rosario, cuyo único patrimonio es el inmueble de Sarmiento y Córdoba. Los familiares y herederos (fiduciantes) son los beneficiarios del importe de los alquileres de esa propiedad y la sociedad Compañía Asturias SA es la administradora del fideicomiso, es decir el fiduciario.
Sobre cómo Falabella dejó el inmueble y en qué estado se encuentra, Gabriel Redolfi, de MSR, la constructora que realizará las obras de reparación, comentó a Infobae que “se sumó como parte del grupo empresario y haremos una restauración respetuosa con la originalidad del inmueble. Todo lo que vamos a hacer es para potenciar las cualidades del edificio que está en muy buen estado”.
La intención es abrir espacios y a destacar aquellas cosas que quedaron tapadas por la intervención del usuario anterior, emprenderán reparaciones pequeñas, poner en valor la fachada y la cúpula, además de trabajos de pintura, herrería y marmolería. Pero no se demuelen losas ni se amplía la superficie; en ese sentido, no se toca nada.
Los trabajos edilicios estiman concluirlos en el segundo semestre de 2023 y allí reabrir las puertas. Se estima que el valor del m2 para recuperar el inmueble demandaría entre USD 700 y USD 900 por m2, ya que hay materiales resistentes como maderas gruesas, herrajes, mármoles y la fachada de estilo francés.
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