Esta semana continúa la ronda de encuentros entre los funcionarios de la Secretaría de Comercio y los directivos de las empresas fabricantes de productos de consumo masivo (alimentos, bebidas, higiene y limpieza) para cerrar una lista de unos 1.000 precios que serán congelados por 120 días y además poner en práctica un tope de 4% mensual para las subas del resto de los productos.
“La medida es una lista de precios fijos por 120 días más un sendero de precios que de cierta previsibilidad”, explicó una fuente oficial. La intención de la Secretaría de Comercio es tener oficializada la medida para esta semana y no esperar hasta los primeros días de diciembre como se había proyectado en el inicio de las negociaciones. Hasta el momento, las empresas presentaron listas de productos para incorporar a la lista de precios congelados y esperan una devolución. Algunas tuvieron que hacer contrapropuestas para responder a pedidos específicos.
Se trabaja en una lista de unos 1.000 precios que serán congelados por 120 días y en poner en práctica un tope de 4% mensual para las subas del resto de los productos
Lo que es seguro es que los productos que actualmente forman parte del programa de Precios Cuidados -alrededor de 450 con vigencia hasta enero- se incorporarán a la nueva lista de Precios Justos, el nombre que se dará al nuevo acuerdo. “La empresa que entra a Precios Justos cancela el acuerdo de incrementos que tenía con Precios Cuidados, que para noviembre estaba entre 4% y 3,7%”, aseguró una fuente del sector.
El adelantamiento de los dólares requeridos por las empresas para la importación de insumos productivos forma parte de las negociaciones. Esta flexibilidad hace que sea más atractivo para las empresas congelar por cuatro meses el precio de algunos de sus productos en un contexto de inflación mensual con piso del 6 por ciento y una inflación anual proyectada en 100 por ciento.
Las compañías de la industria importan, además de ingredientes de sus productos, materiales para elaborar las botellas, tapas, etiquetas, algunos ingredientes concentrados. Pero más allá de eso, en el sector hay preocupación por el resto de los costos que se incrementan y no son necesariamente importados: mano de obra (el gremio de camioneros acordó subas salariales por encima del 100%), servicios o combustibles.
Desde una de las compañías del sector, destacaron que el acuerdo entre la Secretaría de Comercio y la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) de no aplicar aumentos de precios por encima del 4% está teniendo una alta adaptación y acompañamiento por parte de las empresas.
Uno de los temas que se busca asegurar es que las empresas puedan ofrecer un volumen que garantice el abastecimiento de los productos dentro del acuerdo. Desde la Secretaría entienden que acceder a dólares para importar les permite programar mejor su stockeo para los próximos meses.
A pesar de que en el inicio algunas empresas se mantuvieron reticentes a participar del congelamiento, fueron cediendo. “Nos piden congelar, pero deberían pedirle lo mismo a nuestra cadena de valor, proveedores de insumos, precios de combustibles. No es solo el precio de venta, luego está también el margen que ponen los mayoristas y supermercados”, dijo una fuente de la industria, convocada para reanudar las charlas en los próximos días.
Mientras tanto, un relevamiento de la consultora LCG arrojó para la primera semana de noviembre suba promedio de precios de los alimentos de 0,7%, se mantuvo constante el ritmo de la semana anterior. El índice de alimentos y bebidas relevado (que incluye unos 8.000 productos) presentó una inflación mensual de 7,1% promedio en las últimas 4 semanas y 5% punta a punta del mes.
Las categorías de verduras y lácteos tuvieron una inflación mensual promedio de dos dígitos: 10,8% para las verduras y 10,1% para los lácteos. Detrás se ubicaron rubros como panificados, cereales y pastas (8,8%); frutas (8,6%); y condimentos (7,5%), entre otros.
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