La capital del salame y los chacinados, Tandil, tuvo en la noche del sábado un evento que amerita un lugar en el Guiness de los récords mundiales. Fue tan importante la cuestión para la localidad bonaerense, que debió se certificada por una escribana pública.
Y así fue; la escribana Marcela Lorea siguió rigurosamente la medición, que se hizo por tramos y colocando hitos a medida que avanzaba el procedimiento, enrollado como estaba el salame en una suerte de exhibidor que debió ser transportado por varios trabajadores de la empresa Cagnoli.
Finalmente, la notaria determinó que eran 183,40 metros, medida del, por ahora, “salame agroindustrial con denominación de origen más largo del mundo”.
Rompe-récords
“Logramos romper el récord que nos propusimos”, dice un comunicado. Y fue en el evento apropiado, “Chacinar 2022″, el Festival del Salame y el Cerdo de Tandil, que culminará hoy en la ciudad bonaerense. La celebración tiene lugar en la diagonal del Parque Independencia de la ciudad.
Gracias al festival, que se realiza anualmente, Tandil está recibiendo miles de visitantes que, como cada año, llegan atraídos por el armado del espectacular embutido “hecho a base de cientos de kilos de excelente carne de cerdo condimentada bajo estrictos cánones que la DOT exige para este salame único y especial”, señalaron autoridades del Festival.
La DOT es la “Denominación de Origen de Tandil”, que cuida como un Tesoro su condición de Meca de los chacinados.
“El salame más largo del mundo es de Tandil y de todos los argentinos”, proclamó con orgullo Juana Echazarreta, productora local y presidente del consejo de la Denominación de Origen, organismo integrado por 5 familias productoras de chacinados de Tandil, “que año tras año proponen superar la medida del Salame del año anterior y mostrarlo al mundo”. Récords que año a año se van batiendo en los sucesivos eventos Chacinar.
Apuesta
“Lo logramos gracias al trabajo de cada uno de los eslabones productivos de la cadena del cerdo que apuestan a seguir produciendo y derramando valor agregado en una ciudad maravillosa”, dijo Mariano Frías, vocero del Consejo de la Denominación de Origen de Tandil.
Además de la degustación que se realizó entre los concurrentes al festival en la noche del sábado, después del proceso de medición y certificación notarial de su longitud, “el salame será repartido entre restaurantes, hoteles y negocios para ser degustado por los turistas que lleguen a nuestro querido Tandil. De esta manera seguiremos invirtiendo en el crecimiento de este destino turístico que funciona permanentemente, todo el año”, dijo Frías.
Desafío
Además de la exhibición y degustación de la producción gastronómica local, juegos para los chicos y puestos de artesanía, en esta edición había un serio desafío en juego, en el que estaban comprometidos desde el Consejo del DOT hasta la Asociación de Productores Porcinos de Tandil, docentes de la Universidad del Centro y hasta el Municipio local, a través de Cristian Trevolazavala, su director de Asuntos Agropecuarios.
Sucede que este año dos localidades le habían mojado la oreja a Tandil: una fábrica de San Andrés de Giles, otra localidad bonaerense, había producido un salame de 138 metros y luego, a principios de agosto pasado, en la Fiesta Nacional del Salame Casero de Oncativo, en Córdoba, provincia muy orgullosa y competitiva, había vuelto a quebrar el récord, con un salame de 150 metros de largo, desplazando a las dos localidades bonaerenses.
Por ahora, al menos, Tandil recuperó el primado.
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