Emmanuel Álvarez Agis, director de la Consultora PxQ y ex viceministro de Economía durante la gestión de Axel Kicillof en el Palacio de Hacienda, elaboró una hoja de ruta para transitar la difícil senda económica para los próximos meses.
El ex funcionario de Cristina Kirchner definió en un informe cuáles condiciones se requieren para un plan económico de estabilización, dada una inflación anual que se proyecta en el umbral del 100 por ciento.
Para Álvarez Agis se necesita un plan de estabilización tanto por razones económicas como políticas
“La dinámica de inflación finalmente parece haber generado un consenso a ambos lados de la grieta: se necesita un Plan de Estabilización (PdE) que reduzca drásticamente el ritmo de crecimiento del nivel general de precios. Luego de mucho tiempo, el incentivo político y el económico finalmente coinciden: la economía necesita un PdE para evitar ingresar en un terreno no lineal en lo que respecta a la dinámica de la inflación; y la política necesita un PdE que baje la inflación puesto que con las tasas actuales una buena performance electoral es una quimera”, señala el informe.
Avalado por la experiencia histórica, Álvarez Agis estima que para que un plan “sea exitoso la inflación no solo tiene que desacelerarse, sino que también la nueva tasa de variación del nivel general de precios tiene que poder mantenerse estable en el tiempo y no generar desequilibrios macro que desencadenen una crisis en el corto plazo. Mirando la historia con ese prisma, se podría decir que la Convertibilidad fue un caso de éxito, a diferencia del Austral y del Primavera”, el primero durante la presidencia de Carlos Menem y los otros dos, durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
El estudio de PxQ advirtió que “en el caso actual de Argentina, para usar un ejemplo más tangible, el set ortodoxo de políticas económicas implica una reducción paulatina del déficit fiscal y una tasa de interés y una devaluación en línea con la inflación. Si en tal contexto, el Gobierno decidiera promover un congelamiento de precios de bienes y servicios con el objetivo de elevar el salario real, pero continuara devaluando al 6% mensual, los precios de los bienes y los servicios -a excepción, claro está, del salario- en dólares caerían continuamente con respecto al dólar. Si bien en la actualidad los precios de los bienes resultan ‘caros’ en dólares, este no es el caso con los servicios. Esta razón y la evidente falta de consenso que la actual administración podría generar en torno a una política de este tipo lleva a pensar que la medida carecería de impacto relevante sobre las variables objetivo”.
PxQ argumenta que “la Convertibilidad fue un caso de éxito” para bajar la inflación
Álvarez Agis advirtió hoy “tres desequilibrios en materia de precios relativos, a saber: (1) una brecha cambiaria que neutraliza los efectos positivos sobre el balance externo de los términos del intercambio actuales y que comienza a generar un nivel de precios de los bienes ‘caros en dólares paralelos’; (2) tarifas públicas que implican un nivel de subsidios en torno a los 3 puntos del PBI, factor que podría empeorar en función del conflicto bélico; (3) un salario real bajo en términos históricos que implica desafíos en materia del apoyo social que podría recibir un PdE”.
“En un escenario de estabilización exitoso las expectativas se acomodarían a la nueva dinámica nominal con efectos sobre los precios de los activos. Para que esto ocurra, el Gobierno debería aplicar una corrección de precios relativos al inicio del PdE que minimice la posibilidad de aumentar los desequilibrios actuales. En el mismo sentido, un desembolso externo sería necesario para hacer creíble el ancla cambiaria”. Por eso recordó que durante la Convertibilidad “los desembolsos de divisas fueron clave para sostener el esquema cambiario y que el programa de estabilización sea exitoso”.
Álvarez Agis consideró que “sin estos componentes, que por ahora no aparecen en el horizonte de corto plazo, el escenario más probable es el fracaso del PdE”.
Un plan de estabilización debería corregir de entrada los desequilibrios de precios relativos y contar con crédito en dólares desde el exterior
Por el contrario, el estudio prevé que “si el Gobierno implementa un PdE y el mismo tiene éxito, la nominalidad se reduciría drásticamente. El ritmo de crawling-peg actual en torno a 6,5% mensual debería reducirse en línea con la nueva tasa de inflación al igual que la tasa de interés. En este escenario habría una transferencia de ingresos de deudores a acreedores dada la tasa de interés actual, que sin embargo no sería problemático debido a que el horizonte de la deuda a tasa fija resulta corto”. Agrega que “puesto en términos de mercado, la tasa de inflación implícita entre instrumentos del Tesoro con ajuste por CER e instrumentos a tasa fija hoy es alta dadas las expectativas”.
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