Los economistas de Juntos por el Cambio creen que la posibilidad de una gran crisis inminente se disipó, pero están preocupados por la dinámica interna del Gobierno, mientras sufren los coletazos de las disputas entre sus propios líderes.
Reunidos habitualmente cada 15 días en forma presencial o por zoom, los analistas del PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el peronismo republicano tratan de abstraerse de los crecientes “misiles” retóricos entre los potenciales candidatos a presidente de ese espacio, aunque admiten que no les resulta sencillo.
En diálogo con Infobae, participantes de ese ámbito de discusión afirmaron que hay un asesoramiento permanente a los referentes que gobiernan las provincias y a los bloques legislativos de la oposición. De hecho, antes de que JxC votara en forma dividida en torno del presupuesto 2023, los economistas les sugirieron garantizar que se votara la iniciativa del Gobierno en general para que el año próximo exista un control más estricto de las cuentas públicas que este año. También, les pidieron que se focalizaran más en las “trampas” que el Ejecutivo les puede dejar para 2024 que en la discusión coyuntural de las proyecciones macroeconómicas.
Una vez que cada partido integrante del bloque decidió votar por separado, se resignaron y siguieron con la discusión de los grandes trazos del “plan de estabilización” si ganan a fines del 2023, con un delicado equilibrio entre discutir en profundidad el rumbo que debería adoptar el próximo gobierno y evitar ejes demasiado específicos que provoquen desencuentros inmediatos.
Por este motivo, entre otras cuestiones, la discusión sobre los próximos instrumentos monetarios que se utilizarán por ahora queda al margen de estos encuentros que, en general, se realizan en la Fundación Alem (UCR), con los técnicos de Pensar (PRO), Hanna Arendt (CC) y Fundación Encuentro Republicano (de Miguel Pichetto).
A su vez, los economistas del PRO deben hacer su propio balance por la disputa entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, con la sombra de Mauricio Macri de fondo.
En el macrismo, el carácter del ex ministro Hernán Lacunza -más ligado al jefe de gobierno porteño- ayuda a componer, con la asistencia del diputado Luciano Laspina, representante de Bullrich en Pensar. A su vez, Lacunza conversa en forma individual con Macri, que también consulta a otros ex integrantes de su gobierno como Nicolás Dujovne. Otros ex funcionarios como Alfonso Prat Gay y Carlos Melconian tienen sus propios canales de consulta ya que saben que, como ocurrió en 2015, el trabajo orgánico no siempre redunda en el ofrecimiento de los cargos más importantes de un gobierno. Por el radicalismo, el diálogo técnico lo lidera Eduardo Levy Yeyati y por la CC Matías Surt.
Existe entre casi todos estos economistas una mayor afinidad que entre sus respectivos referentes políticos.
Con Javier Milei, aclaran, no hay diálogo técnico, por su “postura antipolítica, su personalismo y las dificultades que demuestra para negociar”, pese al coqueteo del ex presidente con el diputado libertario.
La visión sobre Massa
El diagnóstico de estos economistas, con matices, es que el ministro Sergio Massa logró “comprar tiempo” para evitar una crisis que parecía terminal en julio con la salida intempestiva de Martín Guzmán, pero que no “resolvió los temas de fondo”.
Al respecto, consideran que el titular del Palacio de Hacienda despejó la posibilidad de que haya una hiperinflación o una confiscación de los depósitos, entre otros escenarios que se veían probables tan solo hace 3 meses. “Ganó tiempo con eficiencia al acumular reservas, aunque haya sido por adelanto de liquidaciones del agro. Ahora el problema es de meses, no de días y en el medio está el Mundial y luego puede haber algún veranito si las candidaturas generan cierto entusiasmo de corrimiento al centro. Si, por el contrario, crecen las chances de Cristina o De Pedro, se puede acelerar una crisis si piden volver a emitir más”, indicó una de las fuentes. Con un candidato moderado, agregó, es posible que el déficit fiscal del año próximo esté más cerca del 2,5% que del 4% del PBI.
A priori, el panorama en 2023 sería con una inflación cercana al 100%, como este año, “sin 250%, pero tampoco con el 60%” que fijó el Gobierno en el presupuesto.
Si se concretara este escenario de continuidad de la crisis pero sin agudización perderían margen las propuestas de Bullrich y Macri de contar con mayor tolerancia para encarar reformas de shock.
Al respecto, otro de los economistas líderes consideró que “lo más probable es que lleguen sin una crisis abierta y que Massa sea candidato e intente ganar el centro, porque las crisis promueven actitudes defensivas y Massa es el mejor representante del status quo”.
Sin embargo, otros creen que la disputa entre el presidente y la vicepresidenta por la candidatura de 2023 puede reeditar nuevos picos de presión cambiaria; en este contexto, no saben con certeza qué decisión tomaría Massa.
Sin un escenario de ruptura institucional por delante, los economistas del principal espacio de la oposición intentan que, más allá de las cuestiones técnicas puntuales, se definan los límites políticos del programa que pretenderán aplicar si el principal espacio de la oposición gana las elecciones de octubre de 2023.
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