Los salarios sufrieron en agosto una caída en relación con la inflación y acumularon en el último año una caída de cuatro puntos porcentuales. Según informó este lunes el Indec, los ingresos generales crecieron 6,5% mientras la suba de precios de ese mes ascendió a 7 por ciento.
En detalle, el sector del mercado laboral que quedó más rezagado contra la inflación fueron los trabajadores del sector público, cuyo ingreso avanzó 4,2% y perdieron así casi tres puntos porcentuales solo en agosto. Los empleados informales tuvieron aumentos de ingresos de 5,4%, lo que no los resguardó del avance de los precios. Por su parte, los trabajadores asalariados del sector privado, por efecto de los aumentos paritarios, pudieron incluso mejorar el poder de compra con una suba de 8,2 por ciento.
Mirado en términos interanuales, la pérdida es general de 4 puntos porcentuales, entre el 74,2% al que avanzaron los salarios frente al 78,5% que marcó el Índice de Precios al Consumidor en los últimos doce meses. También en esta medición se puede hacer un análisis por sector del mercado laboral, pero en resumen ninguno de ellos logró empatarle al ritmo de los precios.
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El segmento más perjudicado fue el de los trabajadores no registrados, que tuvieron un incremento de sus ingresos en el último año de 63,4%, es decir 15 puntos por debajo de la inflación. Es a este sector al que el Gobierno busca sostener con medidas ad hoc para evitar que los últimos datos mensuales altos de inflación deterioren aún más su poder adquisitivo. Los empleados formales privados perdieron dos puntos porcentuales y los públicos, 1,9 puntos.
El Gobierno analiza, en ese sentido, algún mecanismo para compensar parte de la caída del poder de compra que podrían experimentar todavía con más fuerza los ingresos como consecuencia de la aceleración inflacionaria. El ministro de Economía Sergio Massa admitió en una entrevista este lunes el daño que sufrió el salario ante la aceleración de la inflación. Pero argumentó que se necesita fortalecer al Estado para poder llevar adelante iniciativas como la del bono de fin de año.
“Entre el gobierno de (Mauricio) Macri y la pandemia el asalariado medio perdió 23 puntos de poder real de compra (...) Ahora, si vos no tenés fortaleza, si vos no asumís que tenés que recuperar fuerza, que tenés que recomponer los músculos del cuerpo no tenes capacidad de tirar una piña, en el buen sentido, para recuperar el ingreso. Nosotros tenemos que recuperar ingreso y te diría que esa es la deuda del Frente de Todos, la deuda más profunda de nuestro contrato con la ciudadanía”, comentó.
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“¿Cuáles son los instrumentos? Bueno, lo podemos discutir”, dijo y se refirió a medidas tomadas desde que llegó al Palacio de Hacienda en agosto pasado, como la suba del mínimo no imponible de Ganancias, el aumento de asignaciones familiares para trabajadores y el refuerzo para personas en situación de indigencia financiado con la recaudación del “dólar soja”.
“Pero bueno, todavía nos falta. Pensar en el salario del sector privado tiene un problema que es que hoy de los salarios de menos de $120.000 de la Argentina, el 60% que están por debajo de los $120.000 y que menor recuperación tuvieron son empleados municipales. Y obviamente cuando vos mirás la realidad de los municipios ves si a este municipio yo le subo los sueldos le arruino las cuentas, también hay municipios que tienen varios miles de millones en plazo fijo y que le pagan muy mal a sus empleados”, dijo.
“Lo que yo miro es cómo mejorar el ingreso (...) Alguna decisión tenemos que tomar para seguir mejorando el ingreso”, concluyó, ante la pregunta directa respecto a si el bono quedaba descartado.
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