Las acciones brasileñas operaron con alzas este lunes, tras un arranque muy negativo, después de que el líder izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva ganara las elecciones presidenciales, y los inversores se preparan para una semana volátil. El índice Bovespa de la Bolsa de Valores de San Pablo ganó 1,4%, a 116.306 puntos.
En el mismo sentido, las acciones de grandes corporaciones brasileñas que cotizan en Estados Unidos recuperaron posiciones.
La petrolera estatal brasileña Petrobras sufrió un desplome del 10% en Wall Street, que luego se redujo a un 4,2%, mientras que el prestamista Banco Bradesco SA vio su cotización caer un 5%, un descenso igualado por el ETF iShares MSCI Brazil, que se revirtió a un alza de 6 por ciento. El gigante minero Vale también ganó 2,4% en Wall Street.
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Los inversores están atentos a cualquier indicación sobre el futuro gabinete de Lula y a las señales de que el actual presidente Jair Bolsonaro cuestionará los resultados, lo que podría alimentar la tensión política que podría crear agitación.
Con una previsión de crecimiento económico del 2,7% para 2022, el mercado de renta variable brasileño Bovespa subió un 15% en términos de dólares este año, el segundo mejor entre los índices de referencia del mundo, mientras que su moneda, el real, ha ganado un 5,2% frente al billete verde.
Bolsonaro hizo acusaciones infundadas sobre el fraude en las elecciones y el año pasado habló de negarse a aceptar los resultados de la votación. Él y su campaña se mantuvieron en silencio desde que las autoridades electorales declararon la victoria de Lula, mientras que un alto asesor dijo que Bolsonaro no daría un discurso hasta el lunes.
“Esperamos algo de ruido por parte de los partidarios de Bolsonaro, pero no parece que amenace a las instituciones”, dijo a Reuters Ricardo Lacerda, fundador y director ejecutivo del banco de inversión BR Partners.
“Esperamos algo de ruido por parte de los partidarios de Bolsonaro, pero no parece que amenace a las instituciones”
En su discurso de victoria del domingo por la noche, Lula prometió unir a un país dividido. Invitó a la cooperación internacional para preservar la selva amazónica y dijo que buscará un comercio mundial justo en lugar de acuerdos comerciales que “condenen a nuestro país a ser un eterno exportador de materias primas”.
Los analistas de JPMorgan dijeron que “la tensión política puede aumentar en el corto plazo, y estaremos monitorizando de cerca este”. La mayoría de los analistas manifestó que esperaban que cualquier esfuerzo de Bolsonaro para desafiar los resultados sería de corta duración.
“Creemos que en última instancia se producirá una transferencia de poder pacífica”, dijo a Reuters Roberto Secemski en Barclays. “La mayoría de los actores políticos y económicos no han apoyado las afirmaciones de Bolsonaro, mostrando que no hay apetito institucional para embarcarse con él en un camino disruptivo”.
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