Los últimos días de octubre podría confirmar la tendencia alcista que las consultoras y centros de estudios que miden el avance de los precios registraron a lo largo del mes. Y es que se interrumpiría la inicial tendencia a desaceleración de precios que había tenido la inflación en los últimos dos meses y volvería a pegar otro salto.
La suba de precios general del décimo mes del año podría estar así en un rango que va desde el 6,5% hasta el 6,8%, de acuerdo a la consultora en la que se pregunte. La mayoría apunta a que el componente inercial de la inflación explica mucho más la persistencia en la velocidad en que se actualiza la nominalidad de la economía más que a algún elemento puntual que la haya disparado.
Un informe de la consultora LCG estimó que “en la tercera semana de octubre la suba de precios de los alimentos promedió 1,89%, acelerándose 0,26 puntos porcentuales respecto de la semana anterior. El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 8% promedio en las últimas 4 semanas y 7,6% punta a punta en el mismo período”, calculó.
“Empezó el mes fuerte y después empezó a aflojar. Tenemos proyectado 6,5% general, nada que suba mucho más que el promedio”, mencionó Guido Lorenzo, director de esa consultora ante Infobae. “Todos están empezando a pricear el dólar a $200 y que el nuevo piso es de 6% mensual. Todo aumento preventivo, algunos pueden decir que están especulando, pero es una inercia que va a ser difícil de cortar”, explicó.
María Castiglioni Cotter, de C&T Asesores Económicos, dijo a Infobae: “Tenemos una estimación faltando los últimos días de 6,7% por los incrementos de tarifas, prepagas, internet, transporte, colegios y los números de alimentos y bebidas que vienen un poco por encima del promedio.
En tanto, Juan Luis Bour, economista Jefe de la Fundación FIEL contó que en la Ciudad de Buenos Aires -que es la muestra que toma la entidad mensualmente- “con tres semanas de octubre tenemos para 6,7% o quizás 6,8%. Como alimentos crece fuerte (aproximadamente 7%) preveo que el Indec total va a estar en 7%, porque el share -peso en la canasta- de alimentos en el total es mayor que en la Ciudad”.
El Gobierno reconoce que la inflación desaceleró en los últimos dos meses -desde el 7,4% de techo que marcó julio hasta el 7% de agosto y 6,2% de septiembre- de manera más lenta de lo que hubiese querido, aunque también en otros despachos aseguran que ese último índice de precios ya dejó a la tasa de interés -que experimentó un fuerte ajuste en los últimos dos meses- en terreno positivo frente a las expectativas de inflación. El Banco Central y el Tesoro en sus licitaciones de deuda ofrecen desde hace semanas rendimientos anuales efectivos superiores al 100% nominal anual.
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Eso tiene como correlato lo que espera el mercado: la inflación de 2022 llegaría al 100,3% según los analistas, consultoras y bancos que participan del Relevamiento de Expectativas Económicas (REM) del Banco Central. Esa proyección hasta fines de septiembre, además, representó una corrección al alza de 5,3 puntos porcentuales del pronóstico previo.
Lejos de la proyección incluida en el proyecto de Ley de Presupuesto 2023 que la Cámara de Diputados le dio media sanción del 60%, los analistas del REM auguran una inflación del 90,3% para el año próximo. La desaceleración llegaría recién en 2024, con 66,8% a diciembre, 3,7 puntos porcentuales superior al anterior relevamiento.
Según el relevamiento que hace la autoridad monetaria entre las consultoras privadas, bancos de inversión en institutos de diversas universidades, la inflación prevista para octubre es de 6,2% y se mantiene en esos niveles también para los próximos meses: 6% para noviembre; 6,2% para diciembre; 6% para enero de 2023; 5,9% para febrero y 6% para marzo.
Otro informe registró también que esas expectativas subieron. En octubre fue de 6,7 puntos porcentuales, el registro más alto desde 2006 para ese mes, y esperan una alza del costo de vida del 68,4% en los próximos doce meses, según un relevamiento de la Universidad Di Tella.
Para el Fondo Monetario Internacional la inflación sigue siendo el principal problema macroeconómico que tiene la Argentina. La directora gerente Kristalina Georgieva instó al Gobierno a abocarse en la solución de ese problema.
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El equipo económico, por su parte, apunta a un set de medidas variopintas, entre los acuerdos de precios reforzados (para consumo masivo y para indumentaria), planes de consumo como el Ahora 30 con precios acordados y en cuotas con tasa subsidiada, un bono de $45.000 en dos cuotas para los sectores más vulnerables que no cuenten con ingresos y en apoyar la continuidad de las negociaciones paritarias. Incluso, se prevé, podría aparecer como opción en el menú oficial una suma extra no remunerativa para empleados del sector privado.
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