El Gobierno reinició en la capital francesa las negociaciones técnicas con el Club de París para reestructurar los USD 2.000 millones pendientes de pago a ese consorcio de naciones acreedoras. Uno de los temas centrales a tratar entre las partes es la elevada tasa de interés a la que se fue actualizando en los últimos años ese monto y que el equipo económico busca reducir de forma significativa.
Bajo estricto hermetismo, el jefe de asesores del Ministerio de Economía Leonardo Madcur y el director del Indec y asesor en relaciones financieras internacionales Marco Lavagna iniciaron en las últimas horas el contacto técnico con los hombres de Emmanuel Moulin, secretario general del Club de París y también secretario del Tesoro francés. El ministro Sergio Massa prepara el desembarco en la capital francesa una vez que se haya alcanzado un consenso para darle la puntada final al acuerdo, algo que podría ocurrir a mediados de noviembre.
Las claves de la negociación técnica que se inició en París y que se extenderá mañana viernes tienen que ver, como se dijo, con el interés incluido en el acuerdo firmado en 2014 por el entonces ministro de Economía Axel Kicillof. La fórmula habilitada en ese momento propiciaba una actualización de entre 3 y 4,5% anual en los primeros años de vigencia del acuerdo de pago.
La letra chica firmada con el Club de París preveía, de todas formas, una ventana de dos años más para cancelar esos saldos pendientes de pago, aunque con un costo adicional considerable. El interés a la que se actualizó ese monto pasó a ser del 9% anual, el doble de la tasa que tenía hasta 2019.
Así, los USD 1.900 millones que quedaban sin pagar cinco años después de rubricado el acuerdo fueron avanzando hasta más de USD 2.400 millones por ese interés que empezó a correr. Una parte de ese saldo fue devuelto en dos tramos por un consenso técnico “puente” que alcanzó el entonces ministro Martín Guzmán hasta encontrar la solución de fondo, es decir, lo que está en negociación en este momento. Unos USD 227 millones fueron abonados en julio de 2021 y otros USD 188,5 millones en febrero pasado.
Otro tema que está en el toma y daca técnico es el plazo de devolución del saldo restante y en qué momento se iniciarán los giros. El Fondo Monetario Internacional, en una estimación de sostenibilidad de la deuda argentina, proyectó que los pagos al Club de París deberían retomarse en 2026, es decir con un plazo de gracia poco mayor a los tres años, un esquema similar al que tendrá el propio Extended Fund Facility (EFF).
Luego hay una cuestión geopolítica que pesa en este tipo de negociaciones. En paralelo al acuerdo técnico el país necesitará la voluntad de la quincena de países acreedores que integran ese consorcio para llevar adelante la firma. Por tradición, el Club de París toma sus decisiones de manera unánime. Para lograr ese entendimiento la Casa Rosada precisará de la ayuda del Fondo Monetario: los integrantes de su directorio son, al mismo tiempo, los países socios de la Argentina en el Club.
Incluso la propia Kristalina Georgieva y el staff del FMI presionaron en su último informe técnico para apurar una definición. “Se necesitan esfuerzos continuos de buena fe, de todas las partes, para asegurar una reestructuración exitosa de la deuda del Club de París. Garantizar que los socios internacionales cumplan con los compromisos de financiación también es fundamental para respaldar los objetivos clave del programa”, mencionó la directora gerente.
En un escrito adjunto de Sergio Chodos dentro del staff report conocido el viernes, el funcionario aseguró: “Nuestras autoridades han retomado las negociaciones con el Club de París y nuestro objetivo es llegar a un acuerdo en los próximos meses, con base en un cronograma de pago que sea consistente con nuestra capacidad de pago y sostenibilidad de la deuda”.
Massa busca cerrar la negociación y reestructurar la deuda con el Club de París como tercer paso en el proceso de rediscusión de los pasivos en moneda extranjera que realizó el Gobierno de Alberto Fernández entre los bonistas privados en primera instancia y luego el Fondo Monetario Internacional.
Más de la mitad de la deuda argentina al Club de París está concentrada en dos países: Alemania (37%) y Japón (22%). Más atrás le siguen Holanda (casi 8%), España (6,68%), Italia (6,29%) y Estados Unidos (6,28 por ciento).
En 2014 el Gobierno de Cristina Kirchner firmó un acuerdo firmado que implicó la devolución de USD 9.690 millones en un plazo de cinco años, hasta mayo de 2019. De total, cerca de USD 5.000 millones fue el capital adeudado mientras que el resto (unos USD 4.700 millones) estuvo integrado por intereses de esos pasivos y por punitorios acumulados a lo largo de los años.
Actualmente, el Club de París está integrado por Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur, Holanda, Noruega, Rusia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos, que representan aproximadamente un 60% del PBI mundial.
Antes de renunciar al Palacio de Hacienda, Martín Guzmán aseguraba haber avanzado en un entendimiento técnico con ese organismo con sede en la capital francesa para conseguir nuevos plazos y una nueva tasa de interés.
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