En el mercado cambiario resaltó en las últimas semanas la estabilización de los precios del dólar por fuera del control de capitales. Tras un sobresalto por la imposición del “dólar turista”, tanto el dólar libre como las paridades bursátiles volvieron alinearse en torno a los 300 pesos.
Sin embargo, este desempeño puede ser engañoso para el diagnóstico. El nivel de reservas líquidas en las arcas del Banco Central, una variable esencial, se mantiene en zona de vulnerabilidad, en medio de un último trimestre del año que amenaza con una salida de divisas que sobrepasa la oferta en el mercado.
Analistas y operadores no descartan el próximo anuncio de nuevas medidas que busquen reacomodar las cuentas en un trimestre con menores liquidaciones del sector agropecuario.
El boom del dólar soja de septiembre pasó “rápido y furioso”. Bastó un tipo de cambio 35% más alto para que los exportadores del sector ingresaron más de USD 8.000 millones, de los cuales casi USD 5.000 millones fueron retenidos por al autoridad monetaria para reforzar sus reservas netas y cumplir con las metas acordadas con el FMI para el tercer trimestre del año.
Octubre volvió a exhibir el rigor de la falta divisas luego del adelantamiento de ventas del agro que, dentro de lo previsto, reducirán la oferta futura. Además, los efectos de la sequía para la cosecha de trigo, que se liquida en diciembre y enero, estrecharán los ingresos al MULC.
“Por el lado de la oferta, no se vislumbran volúmenes relevantes del agro hasta bien entrado el 2023, lo que a todas luces es una señal de alarma para la autoridad monetaria. La liquidación de granos sigue desplomándose tras el fin del dólar soja: USD 200 millones promedio diario en la primera semana, USD 70 millones en la segunda y USD 54 millones en la tercera. De esta manera, octubre se perfila para terminar como el mes de menor liquidación desde marzo 2020, en pleno inicio de cuarentena”, indicaron los analistas de Portfolio Personal Inversiones.
“Como agravante, no se ve luz al final del camino: la estacionalidad indica que noviembre es el piso de liquidación y que si bien salta en diciembre y enero por la llega del trigo, los volúmenes siguen siendo relativamente bajos hasta abril. Adicionalmente, la sequía podría llegar a mermar considerablemente la producción de trigo, recortando según estimaciones privadas unos USD 2.500 millones de oferta al mercado”, evaluó Portfolio Personal.
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Desde Ecolatina anticipan que “el deterioro esperado para el desempeño de la economía mundial tornará más desafiante y compleja la hoja de ruta del Gobierno y la estabilidad del mercado cambiario de cara a 2023, en un año en el que la meta de acumulación de reservas será aún más desafiante que la de este año y donde la construcción del gasoducto Néstor Kirchner resultará fundamental para evitar una mayor sangría de divisas vía pagos de importaciones de energía, conduciendo a pensar que las restricciones a las importaciones seguirán operativas durante este periodo”.
Un reporte de GMA Capital aportó que “el Banco Central prorrogó hasta finales del 2023 la norma que obliga a las empresas a refinanciar su deuda en dólares por el 60% de los vencimientos. Finalmente, se implementó un nuevo sistema de control de importaciones (SIRA). El efecto de esta última medida no tardó en reflejarse en el MULC: mientras que en las primeras seis ruedas sin ‘dólar soja’ el Central se tuvo que desprender de USD 344 millones, desde que opera el SIRA la autoridad monetaria cerró cuatro rondas consecutivas sin ventas. De continuar esta dinámica, es muy probable que comience a haber faltante de insumos y que esto impacte sobre la inflación y el nivel de actividad. A su vez, esto supondría mayor presión de la brecha al alza”.
“Dólar soja” y “superávit soja”
Los menores ingresos por exportaciones tienen otros alcances para el cierre de este 2022, pues un septiembre excepcional impulsó la recaudación por retenciones al agro y dejó un superávit primario tal que permitió el cumplimiento de la meta fiscal acordada con el FMI. Ese shock financiero positivo estará ausente en los próximos meses.
“Debido a la fuerte liquidación de divisas que se registró en septiembre por el esquema cambiario denominado ‘dólar soja’, las finanzas públicas registraron un extraordinario salto en los ingresos por derechos de exportación o retenciones. En un solo mes se recaudó por este tributo más que en los tres meses previos, alcanzando un ingreso de 322.330 millones de pesos en las arcas públicas”, subrayó un informe de Invecq Consultora Económica.
“Si septiembre hubiera sido un mes normal en cuanto a recaudación en concepto de retenciones -similar al de agosto, por ejemplo-, los ingresos totales hubieran sido menores y el superávit primario de $5.284 millones se hubiera convertido en un rojo primario de casi 220.000 millones de pesos. De ahí que, así como se denominó ‘dólar soja’ al esquema que generó una gran liquidación de dólares en septiembre, podemos llamar ‘superávit soja’ al efecto asociado de este esquema sobre el balance presupuestario”, concluyeron los expertos de Invecq.
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