En una sesión con bajo monto operado en el segmento de contado (spot) de USD 196,1 millones, el Banco Central terminó con un magro saldo comprador de 3 millones de dólares.
El BCRA terminó la semana pasada con compras netas por apenas USD 4 millones, mientras que contabiliza en octubre un saldo neto vendedor de USD 289 millones, después de haber tenido compras netas por USD 4.966 en septiembre por las liquidaciones de “dólar soja”.
Asimismo, la entidad monetaria afronta un 2022 con compras netas por USD 4.728 millones, un monto que representa el 71,4% del saldo neto a favor en el mismo lapso del año pasado, de unos USD 6.618 millones al 22 de octubre de 2021.
Las reservas internacionales crecieron la semana pasada unos USD 472 millones, después que ingresaran los USD 700 millones del préstamo del BID. De esta manera, las reservas finalizaron el viernes en 39.730 millones de dólares.
“La pregunta del millón pasa a ser: ¿cómo atravesará el BCRA el largo camino hasta la entrada de la próxima cosecha gruesa? La respuesta probablemente sea: igual que ahora. Esto es, desprendiéndose paulatinamente del stock de reservas netas que supo construir con el dólar ‘soja’ -hoy en USD 5.300 millones- gracias a un torniquete sobre las importaciones que se perfila a ser el más ajustado de todas las etapas de los controles de cambios de la última década”, refirió Portfolio Personal Inversiones.
“A la escasez de dólares, el Gobierno responde con más y más cotizaciones. Una respuesta acordada con el FMI, que, entre otros guiños, postergó para fines de junio próximo la exigencia de presentar la hoja de ruta para desarmar el cepo cambiario”, estimó la consultora Analytica.
“El deterioro esperado para el desempeño de la economía mundial tornará más desafiante y compleja la hoja de ruta del Gobierno y la estabilidad del mercado cambiario de cara a 2023, en un año en el que la meta de acumulación de reservas será aún más desafiante que la de este año”, señaló Ecolatina en un informe.
“La meta recalibrada del FMI en la última revisión apunta a un tope de déficit primario de 2.015,7 billones de pesos, consistente con 2,5 puntos porcentuales del PBI, por lo que el déficit primario del cuarto trimestre de 2022 no debería superar los 919,7 billones”, dijo el Grupo SBS. “Dado que el FMI en su segunda revisión afirmó que las metas de reservas y monetarias del tercer trimestre fueron cumplidas, el cumplimiento de la meta fiscal habilita un desembolso de cerca de 5.700 millones de dólares en diciembre”, explicó.
“No veo que se esté resolviendo nada de fondo”, comentó el economista Francisco Gismondi a FM Milenium y estimó que “no hay motivos para decir que no estamos en crisis, pero el disparador a lo que los argentinos llamamos crisis, que es un salto en el tipo de cambio o una mala cosecha -se puede dar- si la sequía se prolongara o que no aparezcan los dólares. La política puede ser un disparador con las expectativas de lo que pueda pasar en las elecciones y qué esperanza puedan generar o no”.
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