El ecosistema de las criptomonedas, aún bajo la incertidumbre de la baja del precio del Bitcoin, no se detiene y no duda en cruzar su camino con los medios de pago. De esa forma, cada vez existen más opciones para hacer los pagos cotidianos con las tarjetas cripto y aprovechar sus ventajas. La principal de ellas es el cashback, el reintegro inmediato en criptomonedas de una parte de lo abonado, que permite comenzar a armar un pequeño ahorro de criptomonedas sin inversión alguna.
Pero no es la única ventaja. Para empezar, se trata de tarjetas gratuitas y prepagas por lo que no tienen costo alguno. Pueden usarse en formato físico o digital, se gestionan en pocos minutos a través de una app en el celular y llevan la marca de Visa o Mastercard por lo que pueden usarse en todo el mundo. Para quienes no están bancarizados, una tarjeta de este tipo les permite contratar servicios de streaming u otros con débito automático, que solo se pagan con una tarjeta. Además, también sirven como una vía para pagar con QR si se las carga en Mercado Pago, conservando el reintegro del cashback.
El mercado argentino sigue acumulando opciones con estas tarjetas, con distintas variantes. El último lanzamiento es el de Satoshi Tango, una plataforma de criptomonedas que el próximo 28 de octubre ofrecerá su tarjeta Visa virtual al millón de usuarios que tiene en el país y espera distribuir 20.000 plásticos antes de fin de año.
La tarjeta Visa Satoshi Tango permite pagar con pesos o con alguna de las 15 criptomonedas disponibles en la app, con “un enfoque lúdico”: siempre que se pague con alguna moneda digital, cada compra tiene un cashback de 0 al 10% del importe, aleatorio. Es decir, una vez hecha la compra, la app envía una notificación informando cuánto se devolvió y se acreditó en ese mismo momento. Incluye descuentos de un 10% a un 50% y promociones en locales y comercios adheridos. Además, no tiene costo de solicitud, activación ni mantenimiento.
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“La tarjeta Visa de Satoshi Tango implica un paso fundamental en nuestra trayectoria. Trabajamos con mucha dedicación para poder presentar una nueva herramienta que permitirá a nuestros clientes cuidar sus pesos de la inflación, y poder usarlos dónde, cómo y cuándo quieran”, aseguró Matías Bari, CEO y cofundador de Satoshi Tango, que también opera en Brasil, Chile y Perú.
La tarjeta dual (para pagar con pesos o cripto, a elección) pionera en el mercado argentino es Lemon Card, que desde su lanzamiento en noviembre de 2021 ya emitió 760.000 tarjetas prepagas Visa dentro de su base total de 1.500.000 de usuarios. Lemon procesa 45 transacciones por minuto con sus tarjetas.
“Con la Lemon Card, seguimos expandiendo la revolución cripto por todo el país. Agarramos una herramienta del sistema tradicional que todos conocen, como una tarjeta, y la hackeamos con tecnología blockchain para poder pagar en cripto en cualquier comercio del mundo”, dijo a Infobae Marcelo Cavazzoli, CEO y cofundador de Lemon.
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Al pagar con la Visa de Lemon se recibe de inmediato un reintegro del 2% de la compra en Bitcoin. El pago se puede hacer con pesos, Bitcoin, Ethereum y todas las criptomonedas atadas al dólar (USDC, DAI, BUSD, USDT). Su uso más frecuente, explican en la empresa, el de quienes realizan sus consumos de todos los días en pesos y así van acumulando fracciones de Bitcoin. También lo utilizan mucho quienes prefieren pagar directamente en criptomonedas.
La mayoría de los consumo con la tarjeta se hacen con plataformas online, como Pedidos Ya, Rappi, Netflix, Cabify y la plataforma de juegos Steam. Los servicios digitales representan el 38% de los consumos, seguidos de los supermercados con el 15 por ciento.
Otra billetera digital que combina cripto, cashback y tarjeta (en este caso, Mastercard) es Belo, que con solo un año en el mercado ya tiene 400.000 usuarios, el 80% de ellos entre 20 y 40 años. Diseñada para ser “completamente interoperable entre monedas locales y cripto”, su estrategia es ofrecer solo 5 criptomonedas, “las más curadas, para dar más seguridad a quienes dan sus primeros pasos” en este ámbito.
Quienes pagan con la tarjeta Belo reciben un reintegro inmediato a elección en Bitcoin, Ether, USDT, USDC o DAI entre 2% y 21% del importe, de manera aleatoria. Al igual que las anteriores, puede usarse con el formato físico o bien con el virtual, cargada en Mercado Pago.
“Nuestro objetivo es ofrecer una billetera digital, con pesos, criptomonedas, monedas estables y una tarjeta, todo en uno, para que las personas puedan gastarlos tanto en comercios físicos o para servicios online. Y que esto pueda ser algo cotidiano y simple, a la vez que puedan tener una herramienta para ayudar a hacerle frente a la inflación”, señaló afirmó Manuel Beaudroit, CEO y cofundador de Belo.
Buenbit también presentó en forma reciente un conjunto de servicios alineados a su app: tarjeta Mastercard con cashback, rendimientos de 70% en nuARS o “criptopesos” depositados en cuenta, préstamos “ultraflexibles” por otorgados contra las cripto depositadas y pagos con criptomonedas sin comisiones y con conversión inmediata. El cashback de Buenbit está armado como un plan de fidelidad: los usuarios se dividen en 4 categorías y aquellos que más utilicen la tarjeta o que compren más cripto, recibirán una porcentaje mayor de cashback que puede llegar a un máximo del 5%.
El desarrollo de los “criptopesos”, una stablecoin que sigue el valor de la moneda argentina, fue posible a partir de la alianza entre Buenbit, Num Finance, empresa que provee los nuARS, y la fintech Pomelo, que prestó la infraestructura para que los pagos con criptos se ejecuten en forma inmediata en cualquier comercio.
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“Nuestra tarjeta es el centro de un ecosistema de productos pensado para resolver con cripto los problemas cotidianos de las personas. Estamos construyendo una plataforma segura y simple de usar que no solo facilita el acceso al mundo cripto, sino que convierte a las criptomonedas en una herramienta utilizable en el día a día con beneficios seguros y convenientes para nuestros usuarios”, expresó Federico Ogue, CEO y fundador de Buenbit.
Según Matías Alberti, COO de Buenbit, las tarjetas cripto continuarán con su expansión gracias a la compleja macro argentina: “Les permiten a los usuarios cubrirse de la inflación y de la devaluación. Al mantener un monto de dinero asegurado, se lo puede conectar con las soluciones cripto y las tarjetas prepagas para ir utilizándolo para generar rendimientos diarios”.
Un caso de otra app de criptomonedas de uso masivo que se lanzó ofrecer pagos cotidianos el de Bitso, que tiene más de 1 millón de usuarios en la Argentina y 5 millones en América Latina. Incorporó a su menú la opción de pagar con QR en comercios eligiendo en cada operación la moneda a utilizar: pesos, dólares digitales (USD stablecoins), bitcoin (BTC), ether (ETH) o DAI. Si se elige una criptomoneda, Bitso hace una conversión automática a pesos argentinos y cobra una comisión del 0,6%. Si se opta por abonar directamente con pesos, no hay ningún cargo. Se trata de la primera app cripto en ofrecer pagos con QR.
“Estamos acostumbrados a pensar en cripto como una opción de ahorro a mediano o largo plazo. Pero ahora los argentinos pueden vivir en cripto. Al sumar una solución de pago QR a nuestra plataforma, les estamos permitiendo protegerse de la inflación y de la devaluación y gastar en cripto en su día a día”, destacó Julián Colombo, Head of Public Policy de Bitso. La app ofrece también un rendimiento del 8% anual sobre el saldo en criptomonedas atadas al dólar.
Lejos de la discusión de fondo sobre su precios, las criptomonedas también ganan su lugar en el mercado argentino accediendo a otros objetivos, tales como facilitar los gastos cotidianos y mantener el dinero transaccional en una moneda que puede dar cobertura frente a la inflación. El cashback es un atractivo que funciona, pero también tiene límites. Para pagar el 2 o el 4% de cada compra, las apps deben resignar la comisión que reciben como emisor de la tarjeta y, en algunos casos, admiten que deben invertir, a la manera de un gasto de marketing que les permitirá ampliar su cartera de clientes.
Un punto crucial del funcionamiento de estas tarjetas, además, es que acercan las criptomonedas a un público completamente alejado de ellas, de su tecnología e incluso de la “filosofía” que las rodea. Simplemente, las arrima como una vía para dar servicios. “Luego de trabajar varios años en la industria me di cuenta que se estaba abordando el problema de la masificación de las criptos de la forma errónea, queriendo empujar a los usuarios a experiencias que no son humanas, que no son naturales”, dijo Beaudroit, de Belo. “Nos interesa que más personas que no están pudiendo acceder a servicios financieros de calidad puedan aprovechar lo que las finanzas descentralizadas tienen para ofrecer y de esta manera aprovechar el potencial que tienen las criptomonedas de la forma más simple e intuitiva”, explicó.
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