Se mantiene la problemática de los precios, que no dejan de subir, y la escasez de oferta para alquilar en Buenos Aires. Un informe privado reveló que hasta octubre la tipología más cara de la ciudad es el monoambiente donde ya se llegan a pagar unos $59.000 en promedio por mes, sobre todo quien hace un contrato nuevo o debe renovarlo.
Los monoambientes que son los departamentos buscados por solos y solas, o por una pareja sin hijos, estudiantes universitarios, son los que más se cotizaron: aumentaron 96,7% interanualmente.
Así lo detectó el relevamiento realizado por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), que también registró que los departamentos de 2 ambientes aumentaron 86,5% y los de 3 ambientes un 72,7% interanual.
El contexto de aceleración inflacionaria suma incertidumbre a la hora de tener que fijar valores que van a regir durante 12 meses. Esto, que es un problema de la macroeconomía más allá de las condiciones contractuales, se viene traduciendo en altos valores de entrada que con los ritmos de inflación actuales, se licúan rápidamente pero son una barrera muy significativa para ingresar en un alquiler.
Nicolás Pertierra, economista jefe del CESO, dijo a Infobae que “los monoambientes y los de dos ambientes son los que más aumentan acompañando efectos inflacionarios. En el caso de los 3 ambientes, estimamos que el ascenso de los valores es menor porque sino serían impagables y no habría sueldos que los trabajadores podrían convalidar. En esta tipología la escasez de oferta se aprecia más, para una familia tipo es muy difícil conseguir un departamento a un valor razonable”.
“Para los 3 ambientes estimamos que el ascenso de los valores es menor porque sino serían impagables. Para una familia tipo es muy difícil conseguir un departamento hoy a un valor razonable” (Pertierra)
La mediana de las ofertas de departamentos de dos ambientes es de $69.000 y de los de tres ambientes $95.000 mensuales, de acuerdo con los datos brindados por el análisis. En cada categoría, los precios varían en función de otras características propias (tales como antigüedad, si posee cochera, por ejemplo) y de su entorno (infraestructura, disponibilidad de transporte, cercanía a centros comerciales entre otras).
Sobre los incrementos mensuales con respecto a septiembre 2022 fueron de 7,3% en los monoambientes, 6,2% para los de 2 ambientes y 5,6% en los de 3 ambientes.
Los valores expresados no incluyen expensas, las cuales alcanzan en promedio el 14,9% del costo del precio de oferta de un alquiler.
Desapareció el público inversor
Otro síntoma del momento es que no hay inversores que compren viviendas para destinarlas al mercado del alquiler. Con al nueva ley de Alquileres se agravaron ambos problemas: aumentos sin techo y la falta de unidades en las distintas tipologías del mercado inmobiliario.
Fernando Pérez, de la consultora CB Desiderio y experto del segmento, dijo a Infobae que “también observamos falta de inversores que compren monoambientes y unidades de 2 ambientes, tipologías que siempre predominaron en el ámbito de los alquileres. La rentabilidad no es atractiva y han desaparecido momentáneamente del mercado”.
Las unidades de uno y dos ambientes siempre fueron las más demandadas históricamente en alquiler, sumado con la caída de la oferta por la Ley de Alquileres, se hace más complejo acceder a esta tipología.
“Encontramos a la fecha más unidades de 3 y 4 ambientes publicadas que monoambientes y dos ambientes. El retorno a las facultades de manera presencial generaron un segmento demandante de unidades chicas en locación desde principios de año que sigue vigente ahora. Ya hay gente que comienza a averiguar para el año próximo”, añadió Pérez
Con respecto a valores de algunos barrios, por ejemplo en Caballito, hay monoambientes por $50.000, 2 ambientes en $70.000, 3 ambientes en $90.000 y 4 ambientes en $115.000 por mes. En Almagro y Boedo, descienden un poco: hay monoambientes en $40.000, 2 ambientes en $55.000, 3 ambientes en $75.000 y 4 ambientes en el orden de los $100.000 mensuales.
Desacelerar aumentos y empujar la oferta
Desde el mercado reclaman la urgente reforma de la Ley de Alquileres que se fue postergando en el Congreso y no se cree que se trate en lo que queda del año.
Pérez señaló que esa tendría que “ser la principal medida para frenar los aumentos. Una rápida derogación de la normativa y darle curso a una nueva ley más equitativa para todas las partes. A mediano plazo habría que promover una política crediticia que le permita tener más oportunidades a los que compran su primera vivienda. Si siguen las mismas condiciones nos vamos a encontrar con un mercado demandante de alquileres y la consiguiente alza mayor de valores. El índice de actualización se mueve al ritmo de la inflación y salarios con lo cual va a seguir subiendo en sus publicaciones mensuales”.
Según el CESO el último dato de inflación correspondiente al mes de septiembre muestra un incremento interanual de 83% en los precios según el Índice de Precios al Consumidor que releva el Indec. El Índice para Contratos de Locación (ICL), que regula la actualización de los alquileres dentro de un contrato ya vigente muestra un incremento interanual de 69,7% al primer día hábil de octubre. En ese mismo período el dólar oficial subió 48,31 por ciento.
“Sería necesario que se generen políticas que incentiven la oferta de inmuebles que hoy están vacíos. Consideramos que para que los propietarios vuelvan a destinar sus viviendas al mercado del alquiler habría que condonar deudas impositivas o crear un régimen de beneficios tributarios. Los municipios locales cómo el Gobierno porteño, por ejemplo, tendrían que ser los actores que los impulsen. Y si esto no funcionara, ahí recién aplicar medidas que de alguna forma penalicen a quienes tiene viviendas vacías, sabiendo las dificultades que conllevan detectar una vivienda ociosa”, concluyó Pertierra.
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