La Aduana detectó y les asignó nombres y cifras a las principales rubros en los que se detectaron maniobras irregulares en el comercio exterior de los últimos meses, que crecieron en respuesta a la elevada brecha cambiaria, por un total de 260 millones de dólares.
El organismo que conduce Guillermo Michel determinó cuáles son las operaciones delictivas de sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones, según las denuncias e investigaciones que hizo en los últimos meses. De este modo, detalló qué mercaderías están involucradas en las denuncias efectuadas por “inflar” el valor de los pagos por compras en el exterior, ordenadas en base a los montos denunciados, por casi 200 millones de dólares.
- Máquinas para la industria petrolera: USD 153.925.417;
- Remolques y semi remolques para industria petrolera: USD 60.449.013;
- Maquinarias para energía eólica: USD 51.667.295;
- Volquetes automotores para industria petrolera: USD 17.733.448;
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- Máquinas de juego especiales para casino (máquinas tragamonedas): USD 7.005.300;
- Paneles solares: USD 6.503.494;
- Máquinas para minar criptomonedas: USD 5 millones. Semanas atrás, se informó que “la Aduana viene detectando el indebido uso del régimen de correo privado puerta a puerta que prestan los llamados Courier, ya que se frenó el ingreso irregular de mercadería valuada en más de 22 millones de pesos”, incluidas máquinas para minar Bitcoins.
Subdeclaración de las ventas al exterior
En tanto, las mercaderías involucradas en las denuncias efectuadas por subdeclaración de exportaciones, también ordenadas en base a los montos denunciados, por unos USD 60 millones, son:
-Equipos de licuación de gas: USD 26.200.000.
-Oleínas, que se utilizan en la industria animal como aporte de energía y permite el corte de aceite al mezclarse con aceite crudo: USD 13.824.379.
-Maíz partido: USD 11.527.609.
-Medicamentos: USD 4.000.000
-Carne bovina: USD 3.000.000
-Alimentos (pastas): USD 3.500.000
-Poroto Negro: USD 2.800.000.
Respecto de las Oleínas y y el maíz partido, la Aduana aclaró que “por sus bajos derechos de exportación, estas posiciones arancelarias son usadas por empresas que quieren tributar menos de lo que les corresponde”. De este modo, “en algunos casos los números reflejados aquí suponen diferencia de alícuota y en otros, otro tipo de mercadería declarada con esas posiciones”.
El organismo que pertenece a la AFIP indicó que “las maniobras más comunes son declarar aceite de soja como oleína y granos de maíz entero como maíz partido”.
Investigación de triangulaciones
En declaraciones a Infobae, Guillermo Michel contó que “para la Aduana una de las tareas fundamentales en esta etapa es analizar y trabajar sobre la estructura de sobrefacturación de importaciones al entender que la brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y los financieros alientan este tipo de maniobras”.
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Por este motivo, subrayó el funcionario, “el organismo colocó el foco en esas maniobras al monitorear en forma permanente las triangulaciones y las sobrefacturaciones y estamos tratando de dotar de más tecnología e información a la Aduana, fortaleciendo los acuerdos de intercambio de información para poder avanzar en este sentido”. Existen 33 acuerdos aduaneros bilaterales, cuatro impositivos/aduaneros y convenios multilaterales.
“El nuevo esquema de SIRA nos permite administrar de manera temprana este tipo de situaciones y coordinar mejor estas maniobras irregulares que perjudican al estado argentino”, destacó. Hasta este viernes, se autorizaron 38.440 operaciones por el SIRA de 8007 importadores por un monto total de USD 4.232.156.005, por este sistema que reemplazó a las SIMI, en un contexto también de aumento de las licencias no automáticas sobre el universo total de productos que ingresan al país habitualmente.
Casi todas estas maniobras, como lo reconoció el propio funcionario, han crecido de la mano de la fuerte brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y los “financieros”, bursátiles y el blue, lo que genera, entre otros perjuicios, un desincentivo para la formalización de las operaciones del comercio exterior.
Luego de la lluvia de reservas atraídas por el dólar soja en septiembre, que permitió cumplir con parte de las metas del tercer trimestre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el último trimestre le plantea un fuerte desafío al Gobierno por una menor liquidación del agro, lo que ha derivado en mayores controles a las importaciones para tratar de reducir la salida de unos USD 1000 millones mensuales. Claramente enfrentado al dilema entre intentar que la inflación no se salga de control y que el crecimiento económico potencialmente se desacelere, el equipo económico decidió intentar cumplir con el primer objetivo a expensas del segundo.
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