El 2022 viene siendo un año fatal para las criptomonedas. El derrumbe de Terra, una cripto “algorítmica”, y Luna, su satélite, borró de un día para el otro USD 40.000 millones de valor, provocó una cascada inmediata de pérdidas cercana a los USD 300.000 millones y reverberó en todo el universo cripto.
La cripto-capitalización global, que había llegado a superar los 3 billones (millones de millones) de dólares, llegó a caer más del 75% y hoy oscila en torno de los USD 900.000 millones. Bitcoin, la moneda más popular, que a fines de 2021 había llegado a valer casi USD 69.000 por unidad, desde la caída de Terra/Luna oscila en torno de los 20.000 dólares y el valor de todas las unidades en circulación, que había llegado a superar el billón de dólares, es hoy inferior a los USD 370.000 millones.
Aun así, en países de alta inflación, cuyas monedas se devalúan constantemente, como la Argentina, un tipo de criptomonedas, las llamadas “stablecoins”, cuyo valor está atado a otro activo, usualmente el dólar, siguen siendo altamente atractivas.
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“Los argentinos usan las cripto por seguridad”, dice el “Índice Global de Adopción de Criptomonedas”, un informe mundial de Chainalysis, suerte de curador del mundo cripto. Si bien el país cayó del puesto 10 al puesto 13 en el índice global, pérdida que puede deberse, precisamente, a la pérdida de valor del peso, sigue siendo uno de los más activos en la blockchain de toda América Latina, dice el informe.
Una particularidad se destaca: más del 31% del volumen de cripto-transacciones minoristas en la Argentina se hace con “Stablecoins” (esto es, cripto “estables”, atadas al valor de otro activos), en comparación con sólo el 26% de Brasil y el 18% de México. Estas stablecoins, en especial USDT, USDC y USDD- se volvieron populares en Argentina por tres razones principales, dice el informe.
1-Están vinculadas al dólar estadounidense, “que es la moneda preferida de muchos argentinos”;
2-Son digitales, y por lo tanto de fácil acceso en múltiples dispositivos;
3-No hay límites de compra, “lo que significa que los argentinos pueden convertir cualquier cantidad de pesos en stablecoins”.
La tercera característica, en particular, permite a los usuarios circunvalar las cada vez mayores restricciones oficiales de acceso al dólar para cubrirse de la inflación.
“Si bien los argentinos no pueden obtener un más favorable tipo de cambio a stablecoin que el dólar blue, al menos tienen cierta sensación de estabilidad una vez hecha la conversión”
“La Argentina también tiene muchas posibilidades de expandir su ecosistema de criptomonedas, ya que un número creciente de personas están ansiosas por aprender más sobre la inversión en activos digitales”, dijo Dan Cartolin, ejecutivo de Cuentas para América del Norte y América Latina de Chainalysis. Sucede, explica el informe, que si bien los argentinos no pueden obtener un más favorable tipo de cambio a stablecoin que el dólar blue, al menos tienen cierta sensación de estabilidad una vez hecha la conversión.
Es la inflación, estúpido
“Argentina se enfrenta a tasas de inflación interanual del 114% y del 79%, respectivamente, lo que significa que su moneda ha perdido alrededor de la mitad de su valor en los últimos doce meses. Los argentinos utilizan las criptomonedas por seguridad, porque son una buena alternativa digital de ahorro de dólares físicos”, dijo Kim Grauer, directora de investigaciones de Chainalysis.
El informe, publicado por tercer año consecutivo, presenta información sobre la adopción y uso de criptoactivos en todo el mundo. En el caso de América Latina, destaca la frontera entre México y EEUU como el mayor corredor de envío de remesas vía criptodivisas del mundo; el uso de stablecoins para guardar dinero contra la incertidumbre económica en países como Argentina y el uso especulativo y de inversión de criptoactivos en lugares como Brasil.
Según el Índice Global, la región es el séptimo mercado de criptoactivos más grande, recibiendo USD 562.000 millones en criptodivisas de julio 2021 hasta junio 2022, un crecimiento del 40% respecto de igual período previo. Además, alberga a 5 de los 30 primeros países del ranking global de adopción: Brasil (puesto 7), Argentina (en el 13), Colombia (15), Ecuador (18) y México (28).
La anatomía del ranking global
En el índice global de adopción, la Argentina aparece detrás de Vietnam, Filipinas, Ucrania, India, EEUU, Pakistán, Brasil, Tailandia, Rusia, China, Nigeria y Turquía. El top 20 lo completan Marruecos, Colombia, Nepal, Gran Bretaña, Ecuador, Kenia e Indonesia. El ranking muestra así la incidencia de dos factores, economías grandes y/o avanzadas (EEUU, India, China, Gran Bretaña) y economías muy inestables o afectadas por fuertes conflictos políticos e incluso por la guerra, como el caso de Ucrania.
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Según Grawer, el 40% de crecimiento de América Latina en los últimos 12 meses en adopción cripto, la mayor tasa de crecimiento regional del mundo, evidencia el creciente interés de los latinoamericanos por incorporarse al mundo cripto, principalmente con tres motivos: ahorro (como podrían ser los casos de Venezuela y la Argentina, los dos países de más alta inflación), envío de remesas (el caso de México) e inversión especulativa (Brasil). “A medida que los criptoactivos evolucionan y las necesidades de los usuarios latinoamericanos cambian, será interesante ver qué casos de uso surgen para atender estas necesidades”, dijo Grawer.
Estas particularidades latinoamericanas y argentinas sobresalen en un contexto global en que la “adopción” o uso de criptomonedas ralentizó, en una suerte de “bear market” criptográfico.
Mercado caliente
“Argentina se convirtió en un mercado caliente para las criptomonedas debido a que la gente busca refugio para protegerse de la inflación”, dice otro pasaje del informe. Que ese sea el principal motivo lo sugiere el hecho de que más de tres cuartas partes (exactamente, 73,3%) de las operaciones cripto en la Argentina fue a través de “exchanges” (esto es, bolsas cripto) centralizadas, proporción superior a la de América Latina (68,5%) y a la global (66,3%). El segundo tipo de operaciones cripto fueron las de “Finanzas Descentralizadas (DeFi), para usuarios más sofisticados, que explicó el 20,8% de la actividad cripto de los argentinos.
Además, Venezuela y la Argentina lideraron la proporción de pequeñas operaciones (inferiores a los mil dólares) en el mercado minorista.
Todo sea para cubrirse de monedas que cada día valen menos, aunque sea a través de un mundo relativamente nuevo, como el de las criptomonedas, en el mismo año en que este universo se dio flor de porrazo.
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