La Unión Industrial Argentina (UIA) alertó que la actividad de agosto retrocedió 0,7% en comparación con el mes anterior, que los primeros números de septiembre muestran un amesetamiento en los niveles de producción y que para la última parte del año aparecen algunos factores que podrían impactar aún más en el sector.
El último informe de actividad elaborado por la entidad fabril marcó que “en agosto la actividad industrial registró un alza de 11,3% interanual”, pero que al mismo tiempo, en la medición en comparación con julio hubo un retroceso de 0,7%, lo que marca una tendencia de leve caída. En julio, en relación a junio, ya se había registrado una contracción de 0,2 por ciento. ”A nivel sectorial, los 12 sectores que componen el IPI CEU sostuvieron las subas interanuales en el mes de agosto”, explicaron desde la UIA.
En ese sentido, la entidad que conduce Daniel Funes de Rioja anticipó que “los datos disponibles de septiembre muestran subas en la mayoría de los indicadores. Sin embargo, la demanda de energía eléctrica de Grandes Usuarios Industriales registró una caída de 1,3% interanual, lo que da cuenta de un amesetamiento en los niveles de producción”, alertaron.
Importaciones y una advertencia hacia fin de año
Una cuestión que cobra especial relevancia para el nivel de producción fabril es el del ritmo de importación de bienes e insumos, que es un tema de compulsa permanente entre la dirigencia industrial y el Gobierno. Esta semana se puso en marcha el nuevo sistema de autorización de compras al exterior, el SIRA.
Entre los dirigentes fabriles la implementación del nuevo esquema, que reemplaza a las viejas SIMI, no despertó especiales simpatías. En la última reunión de junta directiva de la UIA uno de los temas centrales de conversación fue ese y los ejecutivos plantearon objeciones al nuevo sistema, sobre el que, aseguran, no despeja la “incertidumbre”.
“Los integrantes de la junta manifestaron la concreta preocupación ante las complicaciones en el acceso a insumos importados para la producción destinada al mercado interno y a la exportación”, explicaron de manera oficial desde la Unión Industrial.
En ese sentido, plantearon que persiste la “necesidad de generar mecanismos previsibles que eviten discrecionalidades y permitan la planificación de la producción, quedando claro que es expresa la necesidad de certidumbre que no queda despejada en este punto con la mecánica dispuesta, lo que será transmitido a las áreas de Estado que correspondan”.
Te puede interesar:
El flujo de divisas para importaciones industriales es uno de los elementos que marcará las perspectivas de actividad fabril hasta fin de año. “En cuanto al comercio exterior, agosto marcó el tercer mes consecutivo con déficit en el saldo comercial de bienes. Las exportaciones registraron una caída de 6,9% interanual, la primera desde diciembre de 2020, mientras que las importaciones se incrementaron un 36,2% impulsado principalmente por las importaciones de energía”, consideraron desde la Unión Industrial.
De todas formas, más allá de plantear la problemática sobre los importadores, el informe fabril midió que el nivel de importaciones fue el más alto en agosto de toda la línea histórica. “El nivel alcanzado por las importaciones en agosto representa el más alto para el mes de toda la serie. El incremento interanual se extiende a todos los usos. Con caída en las cantidades importadas de combustibles y lubricantes que es compensada por un aumento en el precio de dicho uso. En el acumulado la tendencia al alza se extiende a todos los usos, tanto en precios como en cantidades”, aseguraron. El 66% del incremento en el número de importaciones se explica, según la UIA, por los precios internacionales y un 34% por una suba en las cantidades.
“En este contexto, el Banco Central volvió a endurecer los controles a las importaciones”, reclamó la UIA. “La necesidad de dinamizar el acceso a divisas para la adquisición de insumos importados, los incrementos en materia de costos -generales y de logística- y el impacto de la subas de tasas -tanto en los costos financieros como en el crédito- fueron algunos de los temas planteados” como preocupación hacia los próximos meses, según discutieron los popes fabriles en la reunión de junta directiva.
Para los meses restantes de 2022 la dirigencia de la entidad industrial “perciben algunos elementos de incertidumbre. En el plano cambiario, la implementación del ‘dólar soja’ acrecentó el ingreso de divisas, lo que permitió reducir las tensiones en el mercado cambiario, a la vez que se alcanzó la meta de acumulación de reservas con el FMI”, continuaron.
Te puede interesar:
“No obstante, para el resto del año se espera un panorama más complejo, con menores liquidaciones del agro y con un escenario de sequía para la cosecha del 2023, que podría complicar la acumulación de reservas durante los próximos meses”, advirtieron desde la Unión Industrial.
Por último, también pusieron de manifiesto que la inflación persistente será otro factor que impactará hasta fin de año en los niveles de producción. Así, la UIA consideró que “la aceleración de los costos y precios es otra variable de incertidumbre, con niveles de inflación por encima del 6% durante los últimos tres meses”.
“Las subas consecutivas en las tasas de interés para contener la escalada de los precios muestran un impacto negativo en el financiamiento del sector privado: en septiembre, se contrajo 9% interanual en términos reales. De cara a los últimos meses del año, la actividad industrial estará condicionada por el devenir del contexto macroeconómico”, concluyeron.
Seguir leyendo: