El ministro de Economía, Sergio Massa, les advirtió a las empresas textiles que abrirá la importación y les quitará varios beneficios fiscales si no moderan los aumentos de precios de la vestimenta. “Si joden lo hago ya”, se enfureció el funcionario.
Massa les pidió a las empresas que le presenten en una semana un plan para reducir los aumentos al consumidor por debajo de la inflación, según informó a Infobae una inmejorable fuente del Palacio de Hacienda.
Consultado sobre si abrirá las importaciones en el rubro que más aumento sus precios en el último año dentro del índice de precios al consumidor (IPC), Massa dijo: “Si no acuerdan, sí”.
Por este motivo, les reclamó a las empresas del sector “un programa de precios por cuatro meses para frenar la locura”.
El ministro se enojó fuerte con los empresarios: “No hay índice que explique lo que hicieron”, exclamó delante de los principales ejecutivos del sector.
Por esta razón, indicó que quiere “acordar un sendero para no subir sin explicación de manera descontrolada los precios”.
El ultimátum del ministro de Economía vencerá el próximo miércoles 26 de octubre. Los empresarios deben proponerle una tasa de aumentos que se ubique dos puntos por debajo de la inflación mensual de los próximos meses, indicó el ministro.
Massa les dio tiempo hasta el miércoles 26 a los empresarios para que presenten un plan para aumentar los precios por debajo de la inflación
Esto implica un control sobre la suba, pero sin impedirles que realicen incrementos. “No creo en los congelamientos”, reiteró el titular del Palacio de Hacienda, “pero sí en un sendero razonable”.
En el intercambio con los empresarios el ministro les abrió los costos y colocó sobre la mesa los beneficios que tienen, como la alícuota diferencial, los bonos de capital de incentivo, los créditos de ampliación a tasa fija y otros subsidios.
Aumentos por encima del IPC
“Todo eso tienen y si joden lo hago y se los saco”, advirtió el titular del Palacio de Hacienda.
El planteo fue a todas las cámaras empresariales fue que deben moderar sus aumentos “por la rentabilidad que ya tuvieron”. De hecho, desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández, el incremento del rubro vestimenta rondó el 400 por ciento, frente a un aumento general del IPC del 255 por ciento en el mismo período.
El rubro “Prendas de vestir y calzado” de septiembre otra vez fue el que registró un mayor aumento dentro de los componentes del Indice de Precios al Consumidor (IPC), en el que exhibió una suba del 10,6%, muy por encima del 6,2 del nivel general de inflación.
En los últimos doce meses, la indumentaria aumentó un 118% a nivel nacional, frente a un crecimiento de la inflación general del 83%. En la medición por regiones, en el Gran Buenos Aires el incremento llegó al 120,5%. En todas las cifras suministradas por el Indec, el rubro ropa y calzado fue el que más aumentó, por encima de cualquier otro.
La diferencia de aumento de la ropa y el promedio de la inflación ya se había reflejado en agosto, cuando el incremento de “Prendas de vestir y calzado” fue de 9,9% y se ubicó por encima del nivel general que alcanzó el 7 por ciento. Previamente, en julio, la ropa había causado que por primera vez en los últimos 30 años el Indec incluyera un dato con un aumento anual superior a los tres dígitos, dado que había registrado una suba interanual del 96% pero en la división por regiones el incremento en el Gran Buenos Aires había llegado al 100,5%.
La diferencia entre la inflación general y los aumentos en la ropa ya se reflejó en los datos oficiales de los últimos meses en forma más nítida
Massa ya había advertido que también abriría las importaciones si no se solucionaba en forma inmediata el violento y extenso conflicto entre las empresas y el sindicato de neumáticos. A las 48 horas, ambas partes acordaron una salida negociada luego de más de cinco meses de conflicto.
La apertura de importaciones es una medida que la Argentina adoptó en el pasado para reducir la inflación y que fue implementada por varios países en la región con gobiernos de diferentes signos ideológicos, al igual que la baja de impuestos, como la que llevó adelante Brasil en los últimos meses para frenar la suba de precios. De este modo, el país gobernado por Jair Bolsonaro logró encadenar 3 meses seguidos con deflación.
El ministro destacó la semana pasada que el IPC mostró en septiembre una baja respecto de los dos meses previos, pero aclaró que está en un nivel demasiado alto, ya que la inflación rondará el 100% este año y mientras el Gobierno proyecta que ronde el para 2023, los consultores estiman que alcanzará un incremento parecido al de este año, lo que dejará a la Argentina como el tercer país con más inflación del mundo después de Zimbabue y Venezuela.
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