No sólo el dólar oficial: advierten que también las cotizaciones financieras están atrasadas

La aceleración de la inflación por un lado y la suba del riesgo país anticipan, según los analistas, una corrección en el precio de las variantes libres de la divisa

Guardar
Si se mide la suba del riesgo país desde que en septiembre de 2020 se cerró el canje de deuda con los acreedores privados, junto con la suba del dólar libre, ambas variables registraron una tendencia en sintonía
REUTERS/Jo Yong-Hak/Archivo
Si se mide la suba del riesgo país desde que en septiembre de 2020 se cerró el canje de deuda con los acreedores privados, junto con la suba del dólar libre, ambas variables registraron una tendencia en sintonía REUTERS/Jo Yong-Hak/Archivo

Aunque la devaluación del precio del dólar oficial convergió el mes pasado con la tasa de inflación (en 6,3% y 6,2% respectivamente), la expectativa del mercado relevada por el propio Banco Central indica que el atraso del tipo de cambio real, que acumula 17% en 2022, no tendrá una corrección en los próximos meses, a menos que ocurra un salto disruptivo. Pero no se trata de la única cotización desalineada. Distintos analistas advierten que también las variables libres o financieras del dólar, incluso con una brecha en torno 100%, registran un atraso.

El análisis se basa no sólo en la evolución de los precios respecto de la inflación, en la que el dólar en sus distintas variantes pierde la carrera, sino también en una singular comparación, que puede resultar predictiva de un nuevo shock cambiario: los precios de la deuda vs. el valor del dólar. Si se mide la suba del riesgo país desde que en septiembre de 2020 el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, cerró el canje de deuda con los acreedores privados, junto con la suba del dólar libre, ambas variables registraron una tendencia en sintonía. Cada vez que se produjo un desacople y el riesgo país se disparó, el dólar hizo lo propio, más temprano que tarde. Sin embargo, no es lo que está ocurriendo ahora, al menos todavía.

El antecedente más inmediato es la última crisis cambiaria, en julio, cuando el riesgo país superó los $2.900 puntos básicos y el dólar libre llegó a superar los $350. A principios de agosto, con el cambio de ministro y el impulso del mercado internacional, ambos se acomodaron a la baja, al unísono. Pero hacia mediados de septiembre, el precio de los bonos y los del dólar registran un ritmo dispar. Mientras el riesgo país volvió a subir -es decir, cayó el precio de la deuda argentina-, las distintas cotizaciones del dólar se mantuvieron estables o incluso a la baja. Así, con un riesgo país en 2.800 puntos básicos, el dólar Bolsa y también el informal se mantienen por debajo de los $300 y sólo el contado con liquidación supera esa barrera para cotizar a USD 308, según el cierre de ayer. Estos valores sugieren, según el trader Daniel Osinaga que realizó la comparación en retrospectiva, que “el dólar está barato” por lo que considera buen momento para dolarizar la cartera, incluso aquellos instrumentos que ajustan por CER.

Una mirada similar sostiene en analista de mercados Salvador Distéfano, quien remarca que el dólar MEP subió menos que la inflación pero que esa relación es inestable. “El dólar MEP corre de atrás a la inflación, con una suba del 72,3% anual, sin embargo, creemos que tiene espacio para recuperarse. El dólar es como la fórmula 1, en algún momento sale eyectado dejando atrás a todos los demás competidores”, afirmó el consultor, para quien el dólar oficial registra “un atraso manifiesto” y los dólares alternativos deberían valer “entre $330 y $350”.

“Al Banco Central le duró poco el stock de reservas brutas por encima de los USD 40.000 millones, el stock cerró el viernes en U$S 39.258 millones. Creemos que puede seguir cayendo en las semanas que vienen”, anticipó.

Lo cierto es que después una semana en la que el faltante de oferta de divisas del agro se hizo sentir tras el shock de liquidación por dólar soja del mes pasado, y en la que el Banco Central acumuló ventas netas por casi USD 300 millones, las nuevas restricciones a la demanda de billetes le permitieron a la entidad cortar la racha vendedora. Gracias al debut del nuevo esquema para importar, aún en vías de implementación operativa, el BCRA logró cerrar ayer la jornada con un saldo a favor de USD 23 millones. De todos modos, la cifra es irrelevante y poco indicativa de lo que ocurrirá cuando el sistema está en pleno funcionamiento.

“El tipo de cambio oficial promedió un alza de 6,3% en septiembre y 6,5% en lo que va de octubre. En este contexto, si bien las nuevas restricciones cambiarias y la apreciación del dólar a nivel global ponen más presión sobre los dólares paralelos, estos terminaron la semana con un alza modesta”, destaca el informe de perspectiva semanal de Cohen, en el que detalla que el MEP subió 2% y el CCL apenas 1% la semana pasada, valores que ayer incluso se redujeron levemente.

Seguir leyendo:

Guardar