El debut del cepo a las compras en el exterior no fue el ideal: no hubo importaciones por fallas en el nuevo sistema. Esto evitó que el Banco Central vendiera dólares y le permitió comprar USD 23 millones. Es la primera adquisición después de que finalizó el dólar soja.
Por supuesto, el nuevo sistema de importación deberá dar respuestas. Ayer hubo una avalancha de solicitudes que, si no se cumplen a tiempo, se corre el riesgo de dejar al país desabastecido. Y si los importadores deben usar dólares propios desatarán una mayor inflación porque calcularán el precio de sus productos a $300.
El nuevo sistema está preparado para pocos porque no todos tienen créditos en dólares en el exterior o líneas locales de financiamiento. Y, si las tuviesen para esperar los 90 días que exige el sistema para hacerse de dólares al tipo de cambio oficial, cotizarán sus costos al precio del dólar libre para no correr riesgos.
La mayor inflación y el precio de los dólares alternativos serán un problema que se desatará a corto plazo. La economía tiene una ley que es ineludible: cuando un producto es escaso, aumenta su precio. Y el cepo a los importadores se impuso por la escasez de dólares.
Pero el equipo económico no tomó en cuenta esta ley y el ritmo devaluatorio sigue sin cambios en alrededor de 6,3% mensual. Ayer el dólar mayorista se negoció a $152,51 un valor 82 centavos mayor al viernes pasado.
Las reservas a pesar de la revaluación del euro y la libra esterlina, volvieron a caer. Perdieron USD 68 millones y quedaron en USD 39.190 millones. El responsable fue nuevamente del yuan que alcanzó a 7,2047 por dólar. “Y no subió más por la intervención del Banco Central de China que advirtió que van a defender el precio de la moneda apenas supere 7,19 yuanes por dólar”, señaló el analista Esteban Monte.
El mercado cambiario local se calmó por el mejor clima en las Bolsas de Nueva York -los inversores olvidan el presente la semana en que entran los balances más importantes- y la caída del dólar frente a las principales monedas del mundo.
El viento de cola del norte hizo que los dólares alternativos tuvieran bajas importantes. El contado con liquidación perdió $5,02 (-1,6%) y cerró en $308,09. El MEP bajó $2,82 (-0,9%) a $296,22.
El “blue” cayó $3 y cerró en $287. Los actos de Plaza de mayo y la City colapsada, alejaron a los compradores que deben cargar efectivo para hacer estas operaciones. De esta manera, el dólar más caro del sistema es el turista que cotizó a $318,14.
Los bonos de la región se acoplaron al mejor clima que hubo en Estados Unidos, excepto los argentinos. El EEM, el indicador de los países emergentes, subió 2,8%, pero el riesgo país local por la caída de los títulos de la deuda en dólares, aumentó 13 unidades (+0,5%) a 2.840 puntos básicos.
La Bolsa acompañó con escaso volumen la mejora de Wall Street y del Nasdaq. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 1,21% en pesos y 2,9% en dólares. Lo mejor pasó por YPF (+3,63%).
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- negociaron $3.415 millones y tuvieron una abrumadora mayoría de subas. Lo más destacado fue MercadoLibre con un aumento de más de 12%. Tenaris avanzó 7,4%.
Hoy el mercado seguirá con la guardia en alto. Aguarda la licitación de Bonos del Tesoro de mañana donde se deberían recaudar alrededor de $125 mil millones. La duda es si intentarán emitir bonos con vencimiento en 2024 y qué aceptación tendrán. Si no lo consiguen, 2023 será un congestionamiento billonario de deuda en moneda local.
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