Aunque la redujo en 0,8 puntos porcentuales respecto del 7% de agosto, la inflación de septiembre de la Argentina lideró con comodidad el ranking mensual del “Monitor de Inflación” que sigue el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en base a información oficial de 42 países del mundo.
El 6,2% de la Argentina le permitió superar por amplio margen al 4,1% mensual que registró Hungría y el 3,1% de Turquía, los otros dos países que la acompañaron en el podio.
En cuanto a la inflación interanual, esto es la acumulada en los últimos 12 meses, el país quedó a medio punto de Turquía, que con 83,5% encabeza el ranking interanual, contra 83% de la Argentina y 24,1% de Lituania. De todos modos, en los últimos meses Turquía redujo mucho su ritmo de inflación respecto de la primera mitad del año, al punto que el mes pasado, como ya se observó, tuvo la mitad de la inflación argentina.
Por otra parte, la inflación mensual húngara, la segunda mayor de septiembre estuvo muy influenciada por su relativa cercanía geográfica al área bélica (guerra en Ucrania) y el peso del aumento del costo de la energía en el inicio de la temporada fría. De hecho, en lo que va del año la inflación acumulada por Hungría fue de 17,6%, prácticamente un quinto del 83% que acumuló la Argentina.
Aunque en septiembre hubo deflación (esto es, caída de precios) en 6 de los 42 países que sigue el Monitor (con España y Eslovenia liderando las bajas), el estudio nota que en el balance se volvió a dar un aumento del ritmo de inflación, luego de más de cuatro meses en el que se había ido reduciendo.
Otra vez en alza
“Analizando los últimos seis meses, el principal hecho a destacar es una aceleración de la inflación promedio a nivel internacional, volviendo a valores del trimestre mayo-julio. El valor mediano de los países relevados fue de 0,8 en septiembre, duplicando el valor de agosto”, dice un pasaje del informe de la consultora del economista Nadin Argañaraz (el “valor mediano” de una distribución es aquel que deja una mitad de la muestra por arriba de ese valor y a la otra mitad por abajo).
Además, el estudio hace observaciones por tramos. “Si se mira la inflación del país que está en el percentil 25 se observa una leve aceleración. La inflación en los últimos cuatro meses fue de 0,6%, 0,4%, 0% y 0,2%, respectivamente. Algo similar sucedió con el país que está en el percentil 75: la inflación en los últimos cuatro meses fue de 1,5%, 1,2%, 0,8 y 1,4%, respectivamente”, precisa
De hecho, la Argentina se sale del molde, como muestra un gráfico que compara los valores de la mediana de y distintos subgrupos de los 42, países, agrupados según su ubicación en los rankings inflacionarios.
“La inflación en Argentina alcanzó un 7,4% mensual en julio, en agosto 7,0% y en septiembre 6,2 por ciento. La brecha entre la inflación mensual argentina y la mediana de la muestra considerada fue de 5,4 puntos porcentuales en septiembre, algo menor a julio y agosto pero superior respecto a los meses previos. Argentina consolida una inflación promedio anual del 55,6% en los últimos cuatro años”, dice otro pasaje del trabajo.
Donde bajan los precios
En cuanto a los países que vieron precios promedio en baja, además de España y Eslovenia fueron Paraguay, Suiza, Brasil y Francia, en tanto que Bolivia, Irlanda e Indonesia tuvieron una inflación “prácticamente nula”, dice el estudio.
En cuanto a la inflación interanual, detrás Turquía y la Argentina sigue a la distancia un pelotón de cuatro países con inflaciones superiores al 20% interanual: Estonia, Lituania, Letonia y Hungría, todos demasiado expuestos al “factor ruso”. En el otro extremo, Israel, Suiza, Arabia Saudita, China y Bolivia registraron inflaciones interanuales inferiores al 5 por ciento.
Sobre la dinámica de los dos últimos trimestres, el informe precisa que la inflación trimestral aumentó en 13 países (los que más; Países Bajos, Argentina y Hungría) y se redujo en 29 (los que más, Letonia, Eslovenia y Turquía).
En otras palabras, es cierto que el mundo atraviesa una etapa de más alta inflación, pero no es cierto que esta dinámica, aunque persistente, vaya siempre en aumento y no haya con qué contenerla o incluso revertirla, aunque fuere temporalmente. Quienes explican la inflación argentina como consecuencia casi exclusiva de la inflación internacional deberían incorporar algunas modulaciones a su relato.
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