Tras más de cinco años en que no tuvo una visión favorable, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dio a conocer una evaluación positiva de las condiciones macroeconómicas de la Argentina, surgida del departamento de investigación de la entidad, a cargo del economista jefe, el economista chileno Eric Parrado Herrera.
“El BID, a través de su Economista Jefe, emite una Evaluación Independiente de Condiciones Macroeconómicas (IAMC por sus siglas en inglés) positiva en aquellos países miembros de América Latina y el Caribe que cumplen con un marco de política macroeconómica sólido”, dice un texto, a propósito del IAMC, que realiza un análisis del desempeño de las principales áreas de la economía, tales como el contexto económico, el desempeño fiscal y la deuda pública o el desempeño del sector externo, “a efectos de generar conclusiones respecto de la sostenibilidad financiera de los países y a su capacidad de endeudamiento”.
En el caso de Argentina, prosigue el texto, “luego de más de 5 años de no contar con esta evaluación positiva, la actual gestión, a partir del conjunto de reformas implementadas por el Gobierno Nacional, ha logrado generar condiciones macroeconómicas estables que han llevado al Economista Independiente a concluir que las actuales condiciones son adecuadas para que Argentina reciba esta evaluación positiva y consecuentemente pueda recibir préstamos de apoyo a políticas así como también préstamos para inversión sin restricciones de desembolsos”.
Más crédito y más rápido
Según fuentes de la entidad y del gobierno argentino, este visto bueno es importante porque de un lado confirma que las condiciones económicas conducen a que el Banco apruebe préstamos y garantías de apoyo a reformas políticas, que son operaciones de rápido desembolso ligadas a reformas normativas e institucionales y, del otro, permite que el país así considerado no tengan restricciones en cuanto al ritmo de desembolsos en operaciones vigentes en la cartera que, en ausencia del Informe, tienen un tope anual relacionado a las condiciones de endeudamiento.
Esta novedad implicará importantes recursos adicionales para Argentina, porque en el corto plazo supone la aprobación de un Préstamo de Apoyo a Políticas por USD 500 millones que se desembolsarán en el mes de noviembre de 2022 así como desembolsos adicionales de préstamos vigentes en el sector Salud por casi USD 125 millones.
Estas operaciones, sumadas a los US$ 700 millones aprobados en la semana que pasó y que serán desembolsados la próxima semana, implican desembolsos previstos por más de US$ 2.300 millones en 2022. El crédito de USD 700 millones aprobado el miércoles pasado es para que la Argentina pueda promover “la estabilidad macroeconómica y fortalecer las finanzas públicas”, señaló la entidad. A su vez, el viernes, cuando el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, se reunión con la vicepresidente, Reina Irene Mejía Chacón, a cargo de la entidad desde la destitución de su expresidente, el norteamericano Mauricio Claver Carone, expresó por Twitter que “el Programa de Apoyo a la Mejora de la Gestión Fiscal y la Reactivación Económica” se utilizará “para fortalecer las reservas nacionales”.
Apoyo presupuestario y reservas
“El préstamo ofrecerá apoyo presupuestario para que Argentina cubra sus necesidades de financiamiento de corto plazo y proteja el gasto social a grupos vulnerables y en infraestructura, mientras se implementan reformas para reducir el déficit público, promover la estabilidad de los precios y asegurar la sostenibilidad de la deuda”, informó el banco tras la aprobación. Además, señaló que el crédito está en línea con los objetivos del programa que el gobierno argentino acordó en marzo pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que, agregó, “será complementado por asistencia financiera de otros organismos multilaterales a Argentina”,
Según el BID, el financiamiento a la Argentina “apoyará los esfuerzos del Gobierno en su programa de reformas con el FMI” y “contribuirá a fortalecer las finanzas públicas, asistirá los esfuerzos encaminados a la estabilidad de precios, y apoyará el fortalecimiento de la balanza de pagos”.
Ya en 2021 la entidad había fijado una “estrategia 2021-2023″ hacia la Arentina, basada en cuatro pilares estratégicos: 1) reducción de la pobreza y protección social a los más vulnerables; 2) recuperación económica y desarrollo productivo 4.0; 3) estabilidad macroeconómica y eficacia de las políticas públicas; y 4) transformación digital como eje transversal del desarrollo.
Desde el acuerdo que en marzo de 2022 la Argentina firmó con el FMI, esa estrategia fue financieramente recalibrada para ayudar a estabilizar la economía y apoyar las alicaídas reservas internacionales de la Argentina.
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