La última jornada del 58° Coloquio de IDEA, que estuvo marcada por la presencia de dirigentes políticos del oficialismo y la oposición, tuvo como uno de sus últimos temas de discusión las reglas del juego. En ese sentido, la entidad de ejecutivos propuso un plan de tres puntas en ese sentido: límites a la posibilidad de que el Poder Ejecutivo pueda utilizar DNUs, una nueva ley que fije reglas para la coparticipación federal y cambios en el sistema de administración de justicia, que no incluyeron modificaciones, por ejemplo, en la composición de la Corte Suprema, un reclamo muy habitual en el kirchnerismo.
El tópico de la institucionalidad y las reglas del juego fue abordado por una serie de paneles con presencia de ejecutivos del sector privado, dirigentes políticos, economistas y ex magistrados y finalizó con una exposición de quince minutos del ministro de la Corte Suprema de Justicia Horacio Rosatti.
Al igual que otros de los ejes que sobrevolaron el Coloquio, como las finanzas públicas, la creación de empleo o la inserción de la Argentina en el mundo, la organización planteó una serie de propuestas que sirviera como eje para que atravesaran el debate. En ese sentido, se plantearon tres elementos.
El primero tiene que ver con fortalecer el poder de límite que ejerce el Congreso hacia el Poder Ejecutivo a través de una restricción al poder de los decretos de necesidad y urgencia (DNU). El informe de IDEA aseguró que desde la reforma constitucional de 1994 hubo más de 800 decretos de este tipo y que en ningún caso el Poder Legislativo rechazó alguna de estas iniciativas lo que marcaría, creen, la debilidad de ese control parlamentario. Por eso, propusieron que los DNU tienen que ser aprobados en un tiempo máximo de 60 días por ambas cámaras del Congreso y si eso no sucediera, el decreto perdería vigencia.
En segundo lugar, IDEA versó sobre el esquema de coparticipación federal de impuestos, es decir el sistema por el cual el gobierno federal reparte entre las provincias parte de los impuestos que recauda a nivel nacional. La reforma de 1994 mandató la sanción de una ley que, 28 años después, aún no vio la luz.
Por último, respecto a la administración de justicia, el coloquio propuso que haya un mejor acceso a los ciudadanos para bajar costo de proceso, transparentar criterios y cortar los extensos tiempos judiciales. En los paneles en que se discutieron estas propuestas participaron, en una primera instancia, Claudio Cunha (Presidente y CEO de ENEL, la empresa italiana dueña de Edesur), Claudio Zuchovicki (Director Ejecutivo de BYMA) y Alfredo Irigoin (Partner de Linzor Capital Partners).
Cunha mencionó que ENEL invirtió más en otros países de la región en la Argentina en los últimos años y explicó por qué. “¿Por qué no invertimos acá? Porque de los últimos 20 años estuvimos 18 con algún tipo de intervención de los órganos reguladores, que deberían estar tomando decisiones técnicas y son decisiones políticas, cubiertos por algún DNU que le da el amparo. Ese tiempo de intervención genera mucha desconfianza del inversor extranjero”, mencionó el CEO de la empresa, que participa en todas las etapas del negocio de la energía eléctrica.
“En países vecinos, hay situaciones políticas, pero no se tocan las reglas básicas del negocio. Ni en Perú ni en Colombia. A pesar de que tenemos problemas sociales similares en América Latina. Eso es lo que genera un poco más de confiabilidad”, dijo el empresario. “Hemos normalizado el incumplimiento contractual. Tenemos la responsabilidad de asustarnos como sociedad y buscar soluciones para que no vuelva a ocurrir”, dijo.
“Hemos normalizado el incumplimiento contractual. Tenemos la responsabilidad de asustarnos como sociedad y buscar soluciones para que no vuelva a ocurrir” (Cuhna, ENEL)
Por su lado, Irigoin cuestionó: “En estos años fuimos notando un crecimiento en las nubes que te transforman el riesgo en incertidumbre. El riesgo se puede mitigar, la incertidumbre no, es kriptonita verde. Si estás jugando al ajedrez y el caballo de pronto empieza a moverse como el alfil, no se puede jugar”, graficó el ejecutivo de Linzor Capital.
“Las reglas malas son inestables naturalmente, generan malos resultados y generan nuevas reglas para arreglar a las reglas malas. Así perdemos la brújula y eso degrada el proceso de inversión. Uno no puede invertir en un país en que no hay moneda. La Argentina se consumió un PBI de déficit que se convirtió en deuda. Las desmesuras fiscales son un obstáculo fundamental”, consideró.
Zuchovicki opinó que “el exceso de control es una muestra de que vivís en un descontrol”. “La transparencia es lo más importante hoy”, manifestó y repitió una frase que, años antes, le respondió un inversor extranjero: “A mí no me importa lo que hace el Gobierno, sino lo que hace la sociedad después de lo que hace el Gobierno. Nosotros también aceptamos reglas que están mal”, concluyó.
En un segundo panel participaron Facundo Gómez Minujin (Senior Country Officer para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, JP Morgan; Presidente Amcham Argentina), Guillermo Lipera (Vicepresidente 2° de IDEA y Socio Gerente de Bulló Abogados), la diputada nacional de Juntos por el Cambio Silvia Lospenatto y el ex Senador Nacional por Salta y ex juez Rodolfo Urtubey.
Moderados por Brenda Puig, directora de IDEA y Directora de Legales de Mercado Libre y el periodista Iván Schargrodsky, los cuatro expositores ampliaron sus ideas sobre los ejes de institucionalidad y reglas del juego que puso el Coloquio sobre la mesa de discusión.
Para Lipera, la propuesta se trata de “tres grandes puntos de altísimo impacto y que estén alineados con el título del Coloquio”. “Buscamos tres temas no cumplidos y que están en la Constitución. No buscamos 30 prioridades, sino tres. Solucionamos con esto la mayoría de los temas”, consideró.
“Si estás jugando al ajedrez y el caballo de pronto empieza a moverse como el alfil, no se puede jugar” (Irigoin, Linzor Capital)
Por su parte, Gómez Minujín (JP Morgan) apuntó que “sin consenso no hay estabilidad”. “La grieta es que no sepamos qué va a pasar más adelante. Si todo puede cambiar, cómo hacemos para invertir. Los empresarios tenemos que invertir, arriesgar y jugarnos por el país. La obligación de los políticos es dialogar y llegar a consensos. Sino las cosas cambian, y aún así las cosas cambian también”, mencionó. Y concluyó que “el que venga ,sin importar el signo político, seguramente vaya a tomar medidas estructurales, porque así no se puede seguir”.
La diputada Lospennato reconoció que “los incentivos son muy pocos para dialogar, por eso eso la tarea es generarlos”. Para eso identificó tres “precondiciones”. Por un lado “necesitamos reconstruir el valor social de reconocer la legitimidad del otro. Veinte años de populismo no es gratis, genera una división moral en el país”, en una crítica en la que incluyó desde al kirchnerismo hasta a los libertarios de Javier Milei.
Urtubey, por último, dijo que “hoy en día en momentos de exasperación, la falta de transparencia tiene la dificultad de que no solo perjudica a los que van a los estrados a buscar justicia, sino que colabora en el descrédito general de la justicia”, apuntó.
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