La consultora PxQ, que dirige el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, trazó tres escenarios probables para la economía del año próximo ante la llegada de la época electoral y analizó así qué variantes y margen de maniobra tendrá la conducción del equipo económico para maniobrar, en un contexto de variables macro en tensión como la inflación, la brecha y los salarios, y en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
De acuerdo a un informe a clientes, la consultora analizó “las medidas y las consecuencias económicas de cada alternativa de manera de cuantificar sus efectos sobre el voto-bolsillo”, de cara a las elecciones presidenciales de 2023. “Este concepto de voto-bolsillo fue determinante en la elección de medio término de 2021, una de las peores del peronismo desde la vuelta de la democracia”, consideró PxQ.
En ese sentido, la primera variante es la opción que denomina “Llegar”, a la que le otorga una probabilidad de 20 por ciento. “Este escenario asume que el gobierno cumple con las metas del FMI. No obstante, suponemos una ligera relajación de las metas (con foco en la fiscal) en función de las recientes declaraciones de la titular del FMI”, mencionó PxQ. Este escenario implicaría un incremento de tarifas que iría a contramano de una aspiración electoral.
Para PxQ, hay tres escenarios posibles para la economía electoral del año que viene: cumplir con el FMI, lo que reduciría las chances electorales, alejarse de esas metas y estimular la economía, que tiene contraindicaciones, y elaborar un “plan de estabilización”
“Para una meta original de déficit fiscal de 1,9% y una inflación de cierre del 95% en 2022, los aumentos de tarifas deberían promediar 150%. Teniendo en cuenta la dinámica del precio de la energía y el objetivo sobre el tipo de cambio real, que impide usar el tipo de cambio nominal como ancla, la inflación para 2023 se ubicaría en 110%”, calculó la consultora de Álvarez Agis.
En definitiva, el informe ve una imposibilidad de una victoria electoral en caso de que el Gobierno se ciña al programa con el FMI. “Como consecuencia de lo anterior, en este escenario el salario real cae un 8% y para el momento de la elección el salario real privado se ubica un 15% por debajo del salario real que cuando Macri no pudo reelegir en 2019. El consumo privado se contrae 5% y el PIB 1%. Cumplir el programa con el FMI podría implicar una situación para el voto-bolsillo peor que la de 2021, con las consecuencias sobre el porcentaje que el oficialismo podría obtener en las urnas”, consideró.
Un segundo camino, también con una probabilidad del 20%, implicaría reactivar la economía por la vía de un estímulo fiscal, ya por fuera del mandato acordado con el Fondo y al que denominó “Bomba”.
“La estrategia podría ser exigir al máximo la política económica para tratar de estimular la actividad económica y, con esto, las chances electorales. El contenido de la política económica en este escenario sería similar a la observada en 2021, 2017 o 2015: incremento del gasto público, principalmente en infraestructura; utilizar el tipo de cambio como ancla nominal y reducir la tasa de interés; estimular las paritarias”, mencionó PxQ. De todas formas, advirtió: “Apreciar el tipo de cambio real suele ser una estrategia eficiente para ganar elecciones, pero también para generar crisis financieras”.
Hay, marca Álvarez Agis, contraindicaciones para una estrategia de esta naturaleza. “En una hipótesis de reservas netas en la zona de USD 6.000 millones para fin de año, el Gobierno podría utilizar el dólar-soja de cara a la liquidación de la cosecha de marzo-agosto con el objetivo de generar el espacio externo necesario para el estímulo electoral. Sin embargo, si tal situación no tiene lugar con un cambio sustantivo en la dinámica de la brecha y su relación con los precios internos, la aceleración del dólar paralelo y de la inflación doméstica podría ser el peor combo de cara a la elección”, alertó.
La variante a la que PxQ le da mayor probabilidad es la que denomina “Ganar”, que requeriría por parte del Poder Ejecutivo la puesta en marcha de un “plan de estabilización”. “A solo 2 meses de su designación como ministro de economía, Sergio Massa generó importantes cambios, tanto en lo económico como en lo político, que comenzaron a generar conflictos en la oposición. Si bien desde el punto de vista económico, las chances del oficialismo de reelegir en 2023 lucen como lejanas, lo cierto es que el cambio en el eje político-económico dentro del FdT con el paso de Massa al ejecutivo aumentó la probabilidad de reelección”, consideró la consultora.
“¿En qué podría consistir ‘Ganar’?”, se preguntó PxQ. “La razón detrás del estancamiento del salario real privado es que una inflación de 100% anual no equivale a una inflación del 25% multiplicada por 4, sino que existen diferencias cualitativas que implican que a esta velocidad de aumento de precios, la paritaria no es una herramienta efectiva para incrementar el poder adquisitivo del salario”, analizó el informe.
“‘Ganar’ bien ejecutado maximiza las chances electorales del FdT porque significaría atacar uno de los principales reclamos de la sociedad, la inflación”
“En un escenario donde el salario corre trimestralmente atrás de la inflación y el aumento de precios se encuentra el tope de los reclamos de la sociedad en lo que respecta a los reclamos económicos, para subir el salario real no hay que subir el salario nominal, sino bajar la inflación”, añadió. “Fácil escribirlo ¿imposible de hacerlo? El problema es que bajo los lineamientos del programa actual con el FMI la inflación no va a bajar, sino más bien lo contrario”, advirtió no obstante.
La conclusión a la que arribó la consultora es que “para bajar la inflación es necesario un programa de estabilización que no solo sirva para alinear la política fiscal, la monetaria y la cambiaria con el objetivo de desinflación (cualquiera que sea), sino que además se debe poner freno a la dinámica indexatoria que convierte cualquier accidente nominal en un nuevo piso inflacionario. Ahora bien, la experiencia argentina muestra que los planes de estabilización fallidos desencadenaron crisis más profundas (como el Plan Austral y el Plan Primavera) y que solo en pocos casos se logró un resultado exitoso”.
“‘Ganar’ bien ejecutado maximiza las chances electorales del FdT porque significaría atacar uno de los principales reclamos de la sociedad, la inflación. El riesgo de este escenario es que el plan de estabilización fracase antes de las elecciones y la crisis entierre al FdT”, completó.
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